Federico Lorenz: “Argentina contempla los intereses de los isleños, no así sus deseos”


“Para un soldado desconocido” aborda desde la ficción la drástica pendulación de la sociedad argentina, que va de la condena a la dictadura hasta la adhesión al desembarco en Malvinas.


El escritor viajó varias a las islas para documentar hechos y recolectar opiniones de sus habitantes.

(Agencia Télam) “Para un soldado desconocido” es ante todo una ficción con un disparador sencillo pero con una ejecución sofisticada, que va entrecruzando los testimonios y haciendo circular algunos detalles de una voz a otra para instalar cuestiones como la drástica pendulación de la sociedad argentina, que va de la condena a la dictadura hasta la adhesión al desembarco en Malvinas o la inclusión problemática del punto de vista de los habitantes de las islas. “Nosotros vamos a recordar siempre el 2 de abril pero ellos van a celebrar el 14 de junio, porque su experiencia es diametralmente opuesta a la nuestra”, plantea Federico Lorenz.

Podría haber sido un texto ensayístico a partir del cual reflotar los debates a cuarenta años de la guerra y donde el historiador aplicara su “expertise” sobre el tema. Pero prevaleció el impulso de darle a esa pericia una trama narrativa.

“Me pienso más como escritor en un sentido amplio que como historiador. Para describirlo me gusta usar la imagen de una campera donde en un bolsillo guardo los papeles del historiador y en el otro los apuntes para la ficción. De tanto ir y venir se mezclan las cosas y terminan quedando todos los papeles en un solo bolsillo: el resultado es una novela”, define Lorenz, quien presentó su obra el 31 de marzo en el Malba acompañado de Martín Kohan y Patricia Ratto.

Pregunta: Fabián, uno de los personajes de la novela, pone en palabras ese viraje tan demencial que se da entre la marcha de rechazo a la dictadura el 30 de marzo de 1982 y lo que ocurre tres días después, cuando multitudes salen a la calle a respaldar la acción bélica ordenada por los militares. ¿Cómo se explica esa volatilidad tan drástica de la sociedad argentina?

Respuesta: La sociedad puede ser volátil y cambiar de idea. Algo como una guerra por una causa considerada justa por miles de argentinos durante generaciones permitiría explicar eso. Pero creo también que hay algo injusto en esa respuesta: las personas se movilizaron por cosas muy diferentes, no lo hicieron por apoyo a la guerra o a la dictadura. Se movilizaron por la recuperación de Malvinas y en apoyo a sus jóvenes que estaban siendo enviados al sur. Ahí ya hay un primer matiz. El segundo es que no todos estaban conformes con esa guerra. Lo que en la novela aparece graficado en la confrontación entre los padres del Negro -el padre sostenía que tenía que ir a combatir porque era su deber y la madre argumentaba que no lo podía aceptar porque se trataba de su hijo- se repitió en muchos hogares. Entonces, creo que toda esta idea del titiritero y de la sociedad manipulada tiene un fondo de verdad importante pero al mismo tiempo creo que fue uno de los mejores mecanismos que encontró la sociedad argentina para des-responsabilizarse una vez que la guerra terminó, tanto de Malvinas como por extensión de la dictadura. No nos olvidamos que la pregunta que vino cuando la guerra terminó fue ¿dónde estaba yo cuando pasó todo esto? Fue lo que le pregunté a mi padre, por ejemplo. Es más fácil decir “me engañaron” o “no sabía nada”. Pero eso no solo no se sostiene históricamente.

P: ¿Se puede leer la pendulación que hubo en torno a la dictadura del mismo modo que la de Malvinas?

R: La memoria tiene temporalidades. Cuando comienzan a conocerse las condiciones en las que habían combatido los soldados en Malvinas se da de manera contemporánea a lo que hoy llamamos el show del horror en relación con la dictadura. Pensemos que quienes combatieron en Malvinas hoy tienen sesenta y pico de años pero tenían veintipocos o menos cuando la guerra terminó. Estos jóvenes que habían combatido con armas en la mano, con uniforme, es decir, que no eran pasivos a lo que pasaba, tuvieron que encajar rápidamente con la figura arquetípica del desaparecido de esos años, que es la del joven inocente de los crímenes que la dictadura le achacaba, esto es la militancia política. A diferencia de lo que sucedió con la dictadura militar, donde a partir de fines de los ‘90 se fue repolitizando la figura del desaparecido, a la experiencia de guerra como tal ligada a los soldados en Malvinas todavía le falta bastante: hay un déficit de investigaciones.

P: La novela incluye la voz de los isleños, que ven a los ingleses como sus libertadores ¿en qué medida es viable sostener el reclamo territorial por Malvinas pasando por alto la voluntad de los habitantes de las islas?

R: Si pensara la novela como instrumento para abrir esa discusión la decisión de incluir a los isleños como personajes responde a algo que constaté cuando fui a Malvinas. Si tuviera que dar una respuesta diplomática diría que Argentina contempla los intereses de los isleños, no así sus deseos. Intereses alude a algo bien práctico: no le voy a quitar su casa, no le voy a quitar su tierra, no va a perder su trabajo pero sus deseos no cuentan porque viven en un territorio que la Argentina reclama. Eso desde el punto de vista de la experiencia histórica es insuficiente. Por eso en el libro incluí el punto de vista de dos isleños que conviven con lo que ellos llaman la ocupación, que es como percibieron el conflicto. Nosotros vamos a recordar siempre el 2 de abril pero ellos van a celebrar el 14 de junio, porque su experiencia es diametralmente opuesta a la nuestra. Yo no puedo negar que ese contrapunto existe. Uno tiene que entender, respecto a los acontecimientos, que no hay un monopolio de la verdad. Mi novela busca mantener el recuerdo de las personas, no de la causa nacional… La distancia puede ser saludable porque cuando los relatos quedan muy anclados en cómo se hablaba del asunto en los 80 es un problema.


Temas

Libro Novela

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios