Independiente de Neuquén ante su misión imposible

Desde el final de la primera fase y antes del comienzo de la Reválida, en Independiente de Neuquén sabían que la situación era complicada y que estaban obligados a sumar una gran cantidad de puntos para no perder la categoría.

Cinco fechas después, los resultados no llegaron y ya no puede fallar. A ocho puntos de la salvación con nueve por jugarse, sólo le queda aferrarse al milagro.

Juventud Unida de San Luis y Douglas Haig de Pergamino son los equipos que se ubican justo por encima de la zona roja con 22 unidades. Los neuquinos tienen 14 y sólo tres partidos por disputar.

El sábado contra Deportivo Madryn en La Chacra, con Ferro en General Pico y con Deportivo Roca nuevamente de local. Sin margen de error, debe ganar los tres y además esperar que otros rivales directos no sumen.

La combinación de resultados es compleja pero en este presente el principal obstáculo es la baja efectividad del equipo. En los 16 encuentros de la primera fase sólo ganó uno, a Sol de Mayo en La Chacra con un tanto agónico de Hernán Azaguate.

La decisión de la dirigencia fue ir por un técnico experimentado como Luis Murúa.

El plantel se mantuvo casi igual, sólo llegó Hugo Hernández y se fueron Alexis Villacorta y Mauricio Villa.

En cinco cruces por la Reválida, sólo sumó de a tres contra Roca en el Maiolino. Empató dos y perdió dos, ambos en goleadas 4 a 0.

Está obligado a ganar más partidos en este mes que los que ganó en el resto de la temporada.

Si eventualmente empatara en la tabla final con otro equipo, la definición por mantener la categoría se daría con un partido en cancha neutral.

Independiente ya peleó el descenso en varias campañas pero nunca llegó a estar en una situación límite como la de este campeonato.

Curiosamente, para este torneo se reforzó más y, a priori, mejor que en ediciones anteriores. El entonces entrenador Diego Trotta destacaba en la previa al comienzo que contaba con dos jugadores por puesto y que el plantel apostaba alto.

El equipo nunca despegó y aunque en varios partidos mereció más de lo que obtuvo, en ningún momento encontró la regularidad para salir del fondo.

Desde que se reformularon las categorías de ascenso en el fútbol argentino en 2014, el Rojo participa del Federal A.

En el camino tuvo alegrías y tristezas, triunfos históricos y duras derrotas. Pero nunca cómo lo que vivirá este fin de semana en La Chacra. Todo lo que pasó hasta el momento ya es tiempo pasado. El sábado frente a Madryn es ganar o descender.