Instituto Balseiro: 2.836 graduados en 68 años de formación

El mentor del instituto fue José Antonio Balseiro cuando fracasó la Comisión Investigadora del Proyecto Huemul sobre fusión nuclear, a cargo del científico austríaco Ronald Richter.

El Instituto Balseiro cumple este sábado 68 años formando profesionales de excelencia. Nació un 22 de abril de 1955 por el impulso del físico cordobés José Antonio Balseiro, a través de la firma de un convenio entre la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo).

Desde entonces, Bariloche cuenta con el primero de los tres institutos de la CNEA, referentes académicos en la creación de conocimiento científico en Argentina y el mundo y centros de referencia en la formación de profesionales en ingeniería, física y telecomunicaciones, entre otras disciplinas.

El Instituto Balseiro nació como Instituto de Física de Bariloche. Después de realizar investigaciones sobre física nuclear y teoría de campos en Inglaterra, José Antonio Balseiro volvió al país en 1952 para integrar la Comisión Investigadora del Proyecto Huemul sobre fusión nuclear, que se encontraba desarrollando el científico austríaco Ronald Richter.

Ese proyecto fracasó y Balseiro intentó recuperar parte del equipamiento. Junto a Enrique Gaviola, surgió la idea de generar un espacio para la formación de profesionales en física nuclear en Bariloche. Así fue como, finalmente, presentó la idea a la CNEA y la UNCuyo, instituciones que suscribieron el convenio que enmarcó su fundación.

En los 68 años de vida del Instituto Balseiro se graduaron 2836 físicos e ingenieros que desarrollaron la tecnología para la creación de satélites, radares, reactores de investigación e innumerables proyectos de vanguardia e innovadores para el país.

“Atravesamos tiempos de la cuarta revolución industrial en el mundo, donde el universo digital transita todos los órdenes de la vida. Un tiempo donde los nuevos materiales, la microelectrónica, la inteligencia artificial, la computación cuántica y muchas otras tecnologías, impactan todas las dimensiones del desarrollo tecnológico”, destacó el doctor en Ingeniería Mariano Cantero, director del Instituto Balseiro. Y agregó: “Educar en este contexto es el hermoso desafío que encaramos en el Instituto Balseiro. La clave está en enseñar a hacer, enseñar a pensar y enseñar a aprender”.

El Balseiro hoy

Para ingresar al Balseiro, los estudiantes deben rendir un examen de admisión conformado por una prueba escrita de física y matemáticas y quienes resulten seleccionados pasan a un espacio de entrevistas individuales.

En las cuatro orientaciones de grado que propone el Instituto Balseiro se ingresa en el equivalente al tercer año de cada carrera. Esto significa que cada postulante debe haber acreditado previamente las materias de los dos primeros años de formación universitaria en ingeniería, física o carreras afines.

Quienes ingresan al instituto reciben becas de la CNEA para dedicarse de forma exclusiva al estudio. Se les facilita también la oportunidad de residir dentro del campus ‒en el Centro Atómico Bariloche (CAB)‒ y experimentar su estancia con una inmensa red de apoyo entre los estudiantes.

Desde el instituto destacan “la enseñanza experimental” a través de prácticas en laboratorios de avanzada con equipamiento de punta en instalaciones del Centro Atómico Bariloche.

La oferta académica

Entre las carreras que ofrece el Balseiro se destacan Ingeniería Nuclear, Ingeniería Mecánica, Ingeniería en Telecomunicaciones y la Licenciatura en Física. La oferta académica incluye la Carrera de Especialización de Aplicaciones de la Tecnología Nuclear (CEATEN); las maestrías en Ciencias Físicas, Ingeniería y Física Médica; y los doctorados en Ciencias de la Ingeniería, Ingeniería Nuclear y Física.


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