Italia

Villa Regina

Viendo un filme sobre la región de Toscana, Italia, hemos tomado conciencia de la diferencia entre un país del Primer Mundo y uno del Cuarto, en el que nos han sumido. Es una región muy pobre. El aceite que se consume es de oliva. Es que en la pequeña superficie que ocupa un árbol se cosechan miles de aceitunas. En la película se ve cómo toda la familia colabora en la cosecha. A uno de ellos se le caen tres frutos, se agacha y los recoge. En una máquina cooperativa se prensa, llevándose la producción. Esa es la diferencia entre los países.

Aquí obramos de otra forma, ya que el suelo está muy bajo y el costo de agacharse es superior a lo que se junta. Usamos miles de hectáreas donde se “tira” la semilla. Se vive en el pueblo. A los seis meses se pasa la cosechadora y se manda a la fábrica. Luego se compra el aceite en el súper.

En esos países milenarios todo se aprovecha. Cuando vienen y ven la inmensa superficie desperdiciada se dan cuenta del por qué los estafaron en 20.000 millones de dólares. Es más fácil pedir y robar que trabajar. Los ancestros que aquí llegaron sabían agacharse, los descendientes olvidaron eso. La tierra está en el suelo y, si se trata bien, es noble y fecunda. Solo no hay que maltratarla. Sinceramente.

Josefa S. Vargas

DNI 13.416.342


Temas

Italia

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios