Jorge Sapag abre el diálogo con los estatales

Marcharon unos 2.500 manifestantes. El vicegobernador recibió a los dirigentes sindicales

NEUQUEN (AN).- El oficialismo dejó de lado su negativa a discutir con los empleados del Estado las medidas de ajuste necesarias para lograr una reducción del déficit. El vicegobernador Jorge Sapag recibió ayer a los dirigentes de ATE, ANEL y Sejun y les manifestó su disposición a dialogar «en paz y cordialidad» para encontrar una salida a los problemas de la provincia.

Antes de que los gremialistas fueran atendidos, se produjo un forcejeo en la entrada y se rompió el vidrio de una de las ventanas. Una vez dentro del edificio hubo cierto grado de tensión por la presencia de numerosos efectivos de la Despo que custodiaban internamente las instalaciones.

Mientras el gobierno se aviene a incluir en la discusión a los gremios, éstos mostraron ayer públicamente la fisura que existe entre el sindicato de los empleados de la administración pública y el gremio de los docentes. Liliana Obregón, titular de ATEN, no ingresó a la Legislatura para reunirse con Jorge Sapag y con los diputados de la oposición y reiteró que el CTA a nivel nacional firmó un pacto para garantizar la paz social durante un año con el gobierno nacional. Aseguró que de la reunión en la que se decidió ese acuerdo participó Julio Fuentes. El secretario general de ATE le contestó que el único «pacto que tengo es con los trabajadores y con los desocupados» (ver aparte).

Unos 2.500 trabajadores de los cuatro gremios del Estado se movilizaron ayer hacia la Legislatura en el marco de un paro en contra del proyecto de ley de emergencia económica que prevé la disponibilidad y posterior prescindibilidad de personal, y para exigir el esclarecimiento del crimen de Teresa Rodríguez. En la Cámara fueron recibidos por el vicegobernador Jorge Sapag y por la mayoría de los diputados de los bloques de la Alianza y el PJ. El único legislador del MPN que estuvo presente fue Jorge Tobares. A la sala de comisión ingresaron Julio Fuentes, Jorge Izquierdo, titular de Sejun, y Héctor Stagnaro, secretario general de ANEL, junto con un grupo de delegados y trabajadores del interior.

Fuentes reclamó el retiro del proyecto de ley de emergencia como paso previo al inicio de un debate que involucre a los gremios y que tenga como fin llegar al mismo objetivo que busca el Poder Ejecutivo: bajar el déficit. Con el mismo tono hablaron Héctor Stagnaro y Jorge Izquierdo, aunque este último pidió el pronto tratamiento de la ley que blanquea la parte del salario que los magistrados recibían en negro y congela el sueldo de los vocales del TSJ.

Tras escuchar las exposiciones de los gremialistas Jorge Sapag aseguró que «este es un ambiente que no debemos: de paz y cordialidad para discutir los problemas de la provincia y encontrar soluciones». Brevemente, hizo un repaso de la situación económica y recordó que el recorte que propone el Poder Ejecutivo para bajar el déficit sólo en una parte pequeña corresponde a la masa salarial.

Recordó también que le había solicitado a los diputados de la oposición avanzar sobre el tratamiento de la ley de presupuesto, como una forma de salir del pantano en que se encontraba la Legislatura por falta de diálogo entre los bloques.

Así Sapag le comunicó a los dirigentes gremiales que el oficialismo había dejado de insistir en la declaración de emergencia. Pero también les aclaró que no comparte la idea de una rebaja salarial global por considerala «injusta». Finalmente anunció que estaba dispuesto al diálogo y a disposición de los gremios para recibir propuestas que superen la crisis.

Fuentes recogió el guante de la convocatoria, pero dijo que «nadie puede discutir con una pistola en la cabeza» y por eso insistió en que se retire o rechace el proyecto de ley de Emergencia.

Para el dirigente gremial, el proyecto, tras los pronunciamiento en contra que recibió desde distintos sectores de la sociedad «está políticamente agotado y el gobernador debe retirarlo».

En cuanto a que ayer fue la primera vez que los trabajadores tienen un diálogo con un miembro del gobierno, Fuentes deseó que «la presencia de Sapag sea para replantear la política; si es sólo para dilatar nos encontraremos otra vez en la calle».


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