Postales del Rocazo

Yo estuve ahí

El testimonio de Jorge Suárez, periodista de “Río Negro”: “El Rocazo marcó una etapa de mi juventud. Aún recuerdo aquellos días de julio del 72 cuando toda una ciudad se manifestó en contra una decisión del Ejecutivo Provincial, a cargo del general Roberto Requeijo, de instalar un tribunal judicial en Cipolletti. Fue un movimiento espontáneo y masivo en contra de esa medida. Ese movimiento popular fue en pleno secundario. Fue la oportunidad de poder ejercer esa rebeldía contenida tanto en el seno familiar como en la sociedad. Allí encontramos una puerta para darle rienda suelta a nuestro prolongado silencio. Movilizarnos a diario en marchas populares y escuchar el reclamo generalizado de todo un pueblo era todo una novedad y un desafío. Un contagio que venía gestándose con pequeñas expresiones en el secundario, como por ejemplo la lucha para usar el pelo largo, no ser tan formales en el vestir o tener más libertad para nuestro estilo de vida. Pero el Rocazo fue otra cosa. Un llamado a la participación masiva y espontánea. Y una de las manifestaciones más recordada y emotiva en la que participé fue la multitudinaria marcha del 9 de julio de 1972. Ese día se celebró la fecha patria en la plazoleta de Sarmiento e Hipólito Yrigoyen, hoy conocido como el Paseo del Canalito. Allí 5.000 personas desafiamos a las autoridades militares que realizaban un desfile en Tucumán y avenida Roca. Tras el acto todos caminamos hacia el mástil central, de Mitre y Roca, donde se arrió la bandera que había sido izada por la ocupación militar y la volvimos a izar. Ese momento fue emocionante, inolvidable e imborrable. Junto a amigos y compañeros de la secundaria sentimos que participábamos de un pedazo de la historia de Roca. Para mí fue así. Con los años comprendí que toda esta etapa de lucha sirvió para comenzar a comprender mejor el significado de la palabra libertad. Y de la participación… Me hubiera gustado por entonces entender mejor ese momento histórico para Roca y para muchos jóvenes que además de disfrutar de la música del rock, las tardes de la Vieja Dama, las tertulias con el grupo Gavabrus y de las noches de Aquelarre, tuvimos la oportunidad de participar de algo nuevo. Otros gratos recuerdos son la histórica marcha frente al viejo edificio municipal de calle España, exigiendo la renuncia del gobernador Requeijo; las asambleas en el Club del Progreso y los piquetes en distintos puntos de la ciudad, pese a la presencia de los militares y la Policía rionegrina. Nada importaba. Todos juntos reclamábamos por algo que veíamos como un atropello…”

Tucumán y roca

Jorge Suárez

9/7/72