PIAP: descartan derrame de sustancias químicas

Las instalaciones estarán inactivas por lo menos hasta mañana.

NEUQUÉN (AN).- Desde la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) se reconoció ayer que el trágico incidente que el miércoles causó la muerte de dos operarios y dejó a otros dos heridos, se originó a raíz de una explosión en el área de calderías y se advirtió que el incidente no implicó “el derrame de ningún tipo de sustancias” químicas.

Las autoridades de la operadora y administradora de la planta, la ENSI, determinaron que rija al menos por 48 horas un período de duelo, por el que la instalación industrial permanecerá sin operar al menos hasta mañana.

El gerente general de la ENSI, Héctor Apesteguía, destacó que los hechos se produjeron durante una prueba de presión en una planta auxiliar que estaba fuera de servicio producto de una pérdida en un calentador que había sido soldada días atrás, remarcó que “se han hecho cientos, miles de pruebas de presión muchísimo más altas”.

Un comunicado interno de la CNEA al que “Río Negro” pudo acceder, daba cuenta ayer que el accidente se produjo por una explosión que generó el desprendimiento de un equipo pesado que a su vez aplastó y golpeó a cuatro operarios”. Y tras catalogar el incidente como un accidente “convencional”, se destacó que “a pesar de su gravedad, no implica derrame de ningún tipo de sustancia”.

Detallaron que “en estos momentos se investiga cómo ocurrió, pero es importante indicar que no hubo inconvenientes químicos”. Y señalaron que “el área del accidente fue aislada para investigación y los daños no alteraron el funcionamiento de la operación de la planta”.

Ayer por la tarde estaba previsto que se iniciara en Senillosa el velorio de una de las víctimas fatales, César Gutiérrez, mientras que los familiares de Marcelo Giest arribaron ayer también a la ciudad, dado que el ingeniero era oriundo de Coronel Suárez, en la provincia de Buenos Aires, lugar al que serán trasladados sus restos.

Apesteguía advirtió que aguardan el resultado de las pericias ordenadas en el marco de la causa judicial abierta para conocer a ciencia cierta por qué se produjo la explosión, a la que se refirió como “El hecho”, dado que en la planta sólo se había producido un accidente de menores proporciones en 1992 cuando se preparaba su puesta en funcionamiento.

La PIAP es una instalación de propiedad de la CNEA que es operada por la ENSI, una empresa cuyas acciones corresponden en un 51% al Estado neuquino y en un 49% a la misma CNEA. Precisamente el vicepresidente de la CNEA y presidente de la ENSI, Mauricio Bisauta, arribó ayer a esta ciudad para interiorizarse del hecho que le costó la vida a dos operarios.


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