Productos artesanales para celíacos, desde Viedma para el país

VIEDMA (AV).- Desde Viedma a otras ciudades del país. Una importante variedad de alimentos frizados para celíacos es elaborada en esta capital y distribuida en distintas provincias. Un trabajo artesanal en el que además se deben extremar los cuidados en relación a la contaminación. Esto es, al margen de la higiene habitual, ni un gramo de harina de trigo. Nada de gluten. Analía Quintana hace tiempo que se dedica a la panadería, pero esta especialidad empezó con el diagnóstico de su hijo que ya cumplió los ocho. “Cuando tenía un año y empezó con la papilla comenzaron los síntomas. Luego de recorrer varios especialistas me dijeron que era celíaco con lo que significaba la alimentación y los cambios de hábitos”, recordó. Allí comenzó la elaboración casera sólo para ese bebé, al que no tardaron en sumarse otros a pedido de sus madres. La lista de productos se fue ampliando y fue necesario alquilar un local, habilitarlo, analizar la elaboración y sumar gente. Al principio fueron tortas, galletitas y otros productos básicos hasta llegar a las pastas frescas que son muy difíciles “porque estirar la masa de harina de maíz, mandioca o arroz no es sencillo y además no permite una elaboración en cantidad. Pero se logró un buen producto que le salva el plato a varios”. Con el sello “La Artesana” más de 10 frízer conservan tartas, tortas, masas dulces, pizzas, postres, sorrentinos y capeletis embaladas en su respectiva bandeja para pasar directamente del microondas al plato. Son entre 25 y 30 productos los elaborados hasta el momento porque “ahora piden más variedad de comida lista para calentar y también está en trámite la entrega de viandas a los restaurantes”. Desde Viedma parten a La Plata y desde allí a distintas ciudades. No se conocen fábricas de este tipo de productos frescos en el país que elaboren, fricen, transporten y vendan en estas condiciones al público en general. De allí una demanda en permanente aumento. El medicamento para el celíaco es la alimentación con sabores y texturas diferentes. Es una enfermedad crónica que genera múltiples inconvenientes, tremendos dolores de estómago, diarreas interminables que doblegan las más férreas energías. Sólo por consumir alimentos con gluten. Pero a diferencia de otros males esta patología no está reconocida por ninguna obra social. “Ninguna reconoce al alimento como la medicación ni hay subsidios. Sólo existe una ayuda para las personas de bajos recursos pero es irrisorio porque apenas alcanza para comprar un par de cosas que no duran ni una semana”, puntualizó Analía. Además, cuesta encontrar una obra social que acepte a personas celíacas, a pesar de cuotas que no están al alcance de sueldos comunes. Estos productos no son económicos, teniendo en cuenta que la harina común está a dos pesos el kilo mientras que la que pueden consumir los celíacos –maíz, arroz y mandioca– supera los 12 pesos. Esto significa que 250 gramos de galletitas dulces tengan un valor de 10 a 12 pesos. Para muchas familias con problemas económicos suelen ser un regalo de cumpleaños para su hijo celíaco.

La producción cuida todos los detalles. Elaboran más de 25 productos.


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