Truchas en Mari Menuco

Hay un tesoro a 56 km de Neuquén. Un experimentado pescador comparte sus experiencias

Si hay un fanático de la pesca con mosca en Mari Menuco, ese es Roberto Lescura Mas. Allí, a 56 kilómetros de Neuquén, en la margen este del lago, suele sacar truchas arcoíris de porte. Y septiembre es el mes ideal para intentarlo, asegura. “Al lago lo conozco desde que se creó, estuve cuando abrieron el canal para llenarlo: mi padre fue ingeniero de la represa. Las truchas las descubrí por casualidad una primavera hace 10 años y desde allí voy todos los inviernos hasta que inicia la temporada en el río”, cuenta Miembro del foro Pesca y devolución, allí hizo un gran relato sobre cómo descubrió el lugar y también brindó consejos para tener suerte con el pique. Aquí, algunos fragmentos: Los primeros pasos “Hice varios intentos probando aquí y allá, al principio sin mayores resultados. Fui muchas veces a la puntilla y no pude pescar nada. Cerca de los barrios allí instalados, tampoco obtuve capturas. Fui en verano, fui en invierno y nada. Me quedó por ir al sector sur del lago donde actualmente se construye una nueva villa, lugar que todavía no conozco. Según me comentaron allí se saca pejerrey. Un día, sin querer, cansados de la veda en el río y con un clima primaveral, junto con mi compañero de pesca Mauricio (cuñado y amigo) nos dispusimos a ir de paseo al lago con nuestros hijos. La idea era pasar un momento de mate y hacer unos tiritos. Nos dirigimos al sector que llaman lindero atravesado. Se va por la Ruta 7 hasta que se abre el ingreso a la izquierda a Mari Menuco. Por esa ruta se debe seguir hasta pasar el cruce que sale a San Patricio del Chañar. Aproximadamente unos dos kilómetros después van a observar a la izquierda unas huellas que se dirigen al lago, a unos seis kilómetros. Es un lugar muy popular, en el verano concurre mucha gente a pasar el día o acampar. Llegando al mismo hay muchos caminitos que llevan a muchas playitas de piedra. Aquel día llegamos como a las tres, dejamos el auto sobre un barranquito y nos dispusimos a ver el maravilloso paisaje. Al asomarnos al lago no lo podíamos creer. ¿Era lo que parecía? Sí era una trucha! No, perdón, un truchón ‘cruceriando’ a no más de dos metros de la costa. No solo una, varias! No sabíamos qué hacer, cómo pescar esas truchas. Unos tiritos para matar el vicio es una cosa, intentar pescar un pez sin saber cómo es otra. Líneas y moscas Empezamos con líneas de flote (por miedo al enganche) y se me ocurrió usar una mosca fuzzy wuzzy naranja que me había dado resultado en el lago Pichi Picún Leufú en invierno. No se demoró el pique, mi compañero fue el primero. Yo, nada, nada y nada. Apareció el segundo pique, igual, para mi compañero. Y yo nada, nada de nada. Ya me estaba desesperando, estaba oscureciendo y no había pescado. Recién al final de la tarde me respondió el lago regalándome una hermosa trucha”. Roberto señala que su récord personal y del grupo con el sale es de allí: 4,100 kg. Y que después experimentaron con diferentes líneas, moscas, momentos del día y del año. ¿Y cuál es su experiencia en cuanto a los meses más favorables? “En especial septiembre y luego octubre… En julio-agosto y noviembre hemos pescado, pero pocas. Brinda más detalles sobre el lago donde se puede pescar todo el año con devolución de los salmónidos a partir del 1 de abril (hasta cuando?). Pescan desde la costa, con líneas de hundimiento y moscas en verde o naranja (las woolly bugger y las fuzzy wuzzy son los modelos más rendidores, aunque en algunos momentos han salido con ninfas negras tipo montana). En cuanto a la diferencias con pescar en el río, agrega: “El sistema de pesca es muy diferente que en el río. No hay que ir temprano, con llegar después de las nueve esta bien, se tira en abanico, esperando unos segundos a que se hunda la linea y luego se trae con tirones de distinta velocidad. Normalmente se pesca a pez visto y es muy emocionante ver como se acercan a la mosca. El mayor frenesí se produce al medio día y después de las tres de la tarde reduce el pique y hay que volverse a la casa”.

Los primeros pasos “Hice varios intentos probando aquí y allá, al principio sin mayores resultados. Fui muchas veces a la puntilla y no pude pescar nada. Cerca de los barrios allí instalados, tampoco obtuve capturas. Fui en verano, fui en invierno y nada. Me quedó por ir al sector sur del lago donde actualmente se construye una nueva villa, lugar que todavía no conozco. Según me comentaron allí se saca pejerrey.

Un día, sin querer, cansados de la veda en el río y con un clima primaveral, junto con mi compañero de pesca Mauricio (cuñado y amigo) nos dispusimos a ir de paseo al lago con nuestros hijos. La idea era pasar un momento de mate y hacer unos tiritos. Nos dirigimos al sector que llaman lindero atravesado. Se va por la Ruta 7 hasta que se abre el ingreso a la izquierda a Mari Menuco. Por esa ruta se debe seguir hasta pasar el cruce que sale a San Patricio del Chañar. Aproximadamente unos dos kilómetros después van a observar a la izquierda unas huellas que se dirigen al lago, a unos seis kilómetros.

Es un lugar muy popular, en el verano concurre mucha gente a pasar el día o acampar. Llegando al mismo hay muchos caminitos que llevan a muchas playitas de piedra. Aquel día llegamos como a las tres, dejamos el auto sobre un barranquito y nos dispusimos a ver el maravilloso paisaje. Al asomarnos al lago no lo podíamos creer. ¿Era lo que parecía? Sí era una trucha! No, perdón, un truchón ‘cruceriando’ a no más de dos metros de la costa. No solo una, varias! No sabíamos qué hacer, cómo pescar esas truchas. Unos tiritos para matar el vicio es una cosa, intentar pescar un pez sin saber cómo es otra.

Líneas y moscas Empezamos con líneas de flote (por miedo al enganche) y se me ocurrió usar una mosca fuzzy wuzzy naranja que me había dado resultado en el lago Pichi Picún Leufú en invierno. No se demoró el pique, mi compañero fue el primero. Yo, nada, nada y nada. Apareció el segundo pique, igual, para mi compañero. Y yo nada, nada de nada. Ya me estaba desesperando, estaba oscureciendo y no había pescado. Recién al final de la tarde me respondió el lago regalándome una hermosa trucha”. Roberto señala que su récord personal y del grupo con el sale es de allí: 4,100 kg. Y que después experimentaron con diferentes líneas, moscas, momentos del día y del año.

¿Y cuál es su experiencia en cuanto a los meses más favorables? “En especial septiembre y luego octubre… En julio-agosto y noviembre hemos pescado, pero pocas. Brinda más detalles sobre el lago donde se puede pescar todo el año con devolución de los salmónidos a partir del 1 de abril (hasta cuando?). Pescan desde la costa, con líneas de hundimiento y moscas en verde o naranja (las woolly bugger y las fuzzy wuzzy son los modelos más rendidores, aunque en algunos momentos han salido con ninfas negras tipo montana).

En cuanto a la diferencias con pescar en el río, agrega: “El sistema de pesca es muy diferente que en el río. No hay que ir temprano, con llegar después de las nueve esta bien, se tira en abanico, esperando unos segundos a que se hunda la linea y luego se trae con tirones de distinta velocidad. Normalmente se pesca a pez visto y es muy emocionante ver como se acercan a la mosca. El mayor frenesí se produce al medio día y después de las tres de la tarde reduce el pique y hay que volverse a la casa”.

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