Taleb: «Hubo impericia diplomática»
El ex embajador en Cuba Raúl Taleb, desplazado como derivación directa de la compleja situación generada por el caso de la médica cubana Hilda Molina, asumió ayer «la cuota parte de responsabilidad» del conflicto y admitió que, «probablemente, hubo impericia diplomática».
«Lamentablemente yo he sido parte del problema y asumo la cuota parte de responsabilidad que me cabe en el problema», aseguró Taleb, quien lamentó su alejamiento del cargo diplomático en La Habana.
En declaraciones formuladas ayer a radio Mitre, el ex embajador consignó que, como cree «en el proceso de transformación que inició el presidente Néstor Kirchner», no quiere «ser un obstáculo para eso», por lo que aceptó alejarse del cargo, en el que fue reemplazado por el designado por el ex diputado Darío Alessandro.
Consultado acerca de las directivas que permitieron el ingreso de Molina y su madre a la embajada argentina en Cuba en carácter de «huéspedes», Taleb admitió que allí «hubo probablemente impericia diplomática» e indicó que su intención no es «dividir las aguas y decir que uno tuvo más responsabilidad que otro».
En tanto, Roberto Quiñones, el hijo de la médica cubana Hilda Molina, se sumó ayer a la postura de su madre, quien anticipó que aceptaría la alternativa de que el encuentro familiar se concrete en España, aunque aclaró que «oficialmente» nadie le había hablado de esa posibilidad.
La alternativa de España era estudiada en los últimos días por el gobierno nacional, que ayer aguardaba con expectativa que el presidente de Cuba, Fidel Castro, se manifestara en forma positiva a la propuesta para que Molina pueda conocer a sus nietos en un tercer país. Así lo consignó una fuente de Casa de Gobierno, quien confirmó que ayer el presidente Néstor Kirchner consideró junto al canciller Rafael Bielsa la marcha de las negociaciones, instancia en la que podría enmarcarse también la visita del embajador de España en Argentina, Carmelo Angulo, ayer por la mañana en Casa de Gobierno.
Taleb aceptó que el conflicto en torno al caso de la médica cubana «se internacionalizó y tomó la dimensión que tomó, que fue inesperada» y añadió que, a su entender, Fidel Castro «se siente un despechado respecto a la doctora Molina, con quien tuvo una excelente relación». «Pero más allá de los avatares de la vida, soy un hombre que provengo de la política y me voy a ir de la tarea sin rencor, creo haber hecho una buena gestión en Cuba, a lo que hace los intereses de mi país», subrayó el entrerriano. (Télam)
Nota asociada: Lentas negociaciones con España por el caso Molina
Nota asociada: Lentas negociaciones con España por el caso Molina
El ex embajador en Cuba Raúl Taleb, desplazado como derivación directa de la compleja situación generada por el caso de la médica cubana Hilda Molina, asumió ayer "la cuota parte de responsabilidad" del conflicto y admitió que, "probablemente, hubo impericia diplomática".
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