«También el 18 de octubre del '45 fue decisivo»
Fue un día que pasó a la historia como "neutro" debido a la fuerza que adquirió el 17. Sin embargo, el 18 emerge como una jornada de prueba de fuerza de lo que vendría.
Radical desde lo político, periodista de profesión y minucioso buceador de la historia del movimiento obrero argentino, Santiago Senén González es una referencia imprescindible para quien procure desbrozar el pasado de un sector que a partir del año '45 se ha tornado decisivo en el funcionamiento del sistema de decisión política del país: el peronismo. Libros y centenares de artículos en revistas especializadas dan cuenta de una obra en la que abunda profesionalidad. El que sigue es el texto del reportaje concedido por González a este medio para hablar del «día después» de aquella bisagra en la historia del país que fue el 17 de octubre del '45.
– Quien explora octubre del '45 llega a la conclusión de que el 18 de ese mes, a horas nomás de lo sucedido el 17 en Plaza de Mayo, es un día ignorado por la investigación de la historia. ¿Por qué se llega a esta conclusión?
– Porque lo sucedido el 17 tiene tanta fuerza, implica tanta bisagra en la historia argentina, que el foco de la investigación generalmente queda estacionado ahí… El 17 irradia tanta fuerza, que pareciera que en los días posteriores no sucede nada trascendente. Sin embargo el 18 es un día de paro nacional ordenado por la CGT, que lideraba Silvio Pontieri, junto con Cipriano Reyes, miembros del Partido Laborista, uno de los artífices del 17… ambos llegarían a ser diputados nacionales. Meses después, ya en el '46, Perón disolvió al Partido Laborista… Fue un paro importante…
– Pero no emerge como un paro reivindicativo, sino más bien como una advertencia al poder político. ¿Es así?
– El paro tiene una dirección única: exigir la devolución de las conquistas laborales logradas con Perón en la Secretaría de Trabajo… Fue un paro de fuerte significación nacional. En lo que hace al periodismo, por caso, no salieron «Clarín», varios diarios del interior del país e incluso «La Razón», todo un poder en aquel tiempo… Uno de los diarios que no vieron la luz aquel 18 fue «El Día», de La Plata.
– Pero hubo diarios que aunque salieron, ignoraron lo sucedido el 17…
– ¡»La Prensa»!… Aunque con el correr de los días comenzó a recoger la voz de la oposición a lo que estaba naciendo… En cambio «La Nación» sí se refirió el mismo 18 a lo sucedido horas antes, dijo que en «esta ciudad han acampado durante el día, en la plaza principal, en la cual, en la noche, improvisaban antorchas sin ningún objeto, por el mero placer que le causaba el procedimiento»…
– ¿»Mero placer» cuando la historia argentina estaba pegando un brinco?
– Sí, sí… «mero placer»…
– ¿Aquel ignorar y este desdén expresan que las aguas comienzan a dividirse?
– Sin duda… Días después «La Nación» se endurece y enfila derecho. Habla de «insólito y vergonzoso espectáculo», siempre en relación con el 17 de octubre. De ahí en más, habrá una dura política editorial opositora.
– En todo caso el diario se expresa desde una posición ideológica, no hay despiste desde esa perspectiva. Pero quien revisa la historia de aquel
octubre se asombra primero por las reflexiones que parten del PC, del Partido Socialista, pero después no puede dejar de reconocer que también son posicionamientos ideológicos. ¿Es así?
– Sucede que tanto el socialismo como el comunismo se quedan sin política ante lo que expresó puntualmente por un lado el 17 de octubre y lo que comenzó, siempre desde lo político social, a germinar a partir de ese día: el peronismo. Ante ese vacío, circunstancial en todo caso, reaccionan desde …
– Desde la emoción..
– Es posible, pero fundamentalmente reaccionan desde el diagnóstico ideológico que hacen de este movimiento que se llamará peronismo, y que les dice que se trata de una proyección de los contenidos ideológicos del Golpe del '43, de corte definidamente fascista… Miran el proceso en desarrollo clavados en ese convencimiento.
– Pero el discurso que utilizan para definir ese proceso, especialmente el PC, orilla lo desaforado ¿no le parece?
– Bueno, se trata de política en situación extremadamente tensa… quizá hay que explicar los hechos contemplando este prisma… En un artículo que escribí hace años para «Todos es historia», recuerdo algunas de las expresiones contenidas en notas del semanario «Orientación», vocero del PC. Ahí se habla del 17 de octubre en términos de «malón peronista» y se avanza definiendo el componente social de lo que se expresó en Plaza de Mayo en términos de «el malevaje peronista que, repitiendo escenas dignas de la época de Rosas»… Es en esas editoriales donde comienza a caracterizarse al peronismo como un remedo del fascismo italiano, del nazismo alemán. Incluso, esa línea editorial se sitúa en defensas de valores de distinta naturaleza. Entonces acusa al «malevaje peronista» de arremeter «contra la población indefensa», contra la propiedad, «el pudor y la honestidad, contra la decencia, contra la cultura». Y denuncia además el PC que el paro del día 18 fue impuesto a punta de pistola y con colaboración de la policía que «entregó las calles de la ciudad al peronismo bárbaro y desatado»… Pero reitero: nada de este discurso puede explicarse si no se lo encuadra en el marco nacional de lucha política que se vivía.
– Insisto, en una reacción como la del PC -paradojas tiene la historia, muchos años después, en abril del '77 terminó alabando a Videla-Viola-, en aquellas apreciaciones del comunismo ¿no hay miedo a perder el tren de la historia?
– Es posible… hay muchos marxistas y socialistas de café que descalifican el 17 incluso apelando a categorías que se usan casi por primera vez en la política argentina… Américo Ghioldi, uno de los principales líderes del Partido Socialista, dice que lo que hubo en Plaza de Mayo es «lumpen -proletariat», o sea, alienta una falsa imagen de quienes estuvieron en la plaza, casi como queriéndoles restar grados de conciencia sobre las razones por las cuales fueron…
– Otra paradoja de la historia: Ghioldi fue muy antifascista en el '45,
pero terminó siendo embajador en Portugal del régimen más sangriento que tuvo la historia argentina: la dictadura de Videla… Incluso, desde Lisboa, se sumó al «Los argentinos somos derechos y humanos»…
– Volteretas… Ghioldi, el 23 de octubre del '45 comienza a editorializar en «La Vanguardia» y se convierte en un duro opositor al peronismo.
– Sorprende, en cambio, la visión que de los hechos asume un radical ya de significación en ese partido, Crisólogo Larralde. ¿Cómo se explica esa visión dado que en meses más Larralde será un hombre de la Unión Democrática?…
– ¡Es más, en los comicios del '46 Larralde será candidato a vicegobernador de la provincia de Buenos Aires!… Con los años llegó a ser candidato a vicepresidente de la Nación por el radicalismo. El hacía política en la gente… era un dirigente muy incrustado en Avellaneda y barriadas de la Capital Federal. Participa incluso del 17 de octubre… y se sorprende ante la características que asume el 17 e intuye rápidamente la proyección histórica del hecho… Y es intelectualmente honesto: «Me encontré yo mismo», dice días después en un periódico de Avellaneda, al analizar lo sucedido en la Plaza de Mayo… E incluso acota: «El pueblo habló, gritó, desfiló, realizó agresiones, llenó de inscripciones las paredes, dijo lo que la pareció justo… En esa multitud que desfiló encontré a gente del pueblo, me encontré yo mismo entre los niños en zapatillas rotas y mal vestidos…».
– Un enigma del 17 de octubre es si estuvo o no Eva Perón en la Casa Rosada… un clásico para el consabido «una biblioteca a favor, otra en contra». ¿Cuál es su opinión al respecto?
– No estuvo. Quienes dicen que estuvo, lo hacen directamente para alimentar lo simbólico y el mito que siempre rodea a Eva. Pero con Fabián Bosoer, con quien trabajamos permanentemente en temas referidos a la clase obrera, hemos llegado a la conclusión de que en la tarde del 17 Eva estaba en la casa de otra actriz que adquiriría relevancia: Pierina Dealesi… la propia Pierina, hoy fallecida, se lo contó a la historiadora española Marysa Navarro, una mujer que trabajó mucho en la historia de Eva e incluso del nacionalismo argentino.
– Ya que habla de Bosoer, ustedes descubrieron el documento vía el cual la CGT analiza , ya el 19 de octubre, el paro general del 18. En ese documento virtualmente no se nombra a Perón. ¿Cómo se explica?
– Ese documento lo encontramos en los archivos de la CGT, varias veces saqueados… fue muy importante la colaboración que nos prestó quien aún está a cargo de ese archivo, Mario Gasparri. Nos consiguió el acta de la reunión con que la CGT evalúa el paro… Bueno, ahí no se habla para nada de Perón, no se lo menciona e incluso se menciona en una sola oportunidad a lo sucedido el 17 de octubre… ¿Qué connotación le doy a este documento con esa ausencia? Creo que la CGT tenía en idea algo y que no germinó: un proceso sin Perón. Porque si uno analiza fríamente lo hecho durante esos días por la CGT, lo que realmente busca es mantenimiento de las conquistas que se habían logrado en esos años a través de la Secretaría de Trabajo… Ese es el tema que interesa a la CGT más allá de ésta o aquella conducción que haya tenido el 17. Es más, cuando se conoce que Edelmiro Farrel, general y presidente de la Nación, decide mantener los beneficios logrados por los trabajadores, aguinaldo, etc, la CGT, en el documento en cuestión, habla sólo de Farrel y de cómo ha cumplido su palabra… Es más, lo que nace en los días inmediatos fogoneado por la CGT no es el partido peronista, sino el Partido Laborista y nacía con el respaldo de los dirigentes de mayor peso del sindicalismo que había armado el 17… Silverio Pontieri, secretario de la CGT; Cipriano Reyes, artífice esencial del 17… Pero Perón, ya en tren de acumular poder, no se deja márgenes de maniobras encuadrándose en un partido liderado por sindicalistas proveniente de distintas vertientes ideológicas. De ahí que en mayo del '46 disuelve al Partido Laborista y mete preso a Cipriano Reyes… ¡Siete años de cárcel!…
Carlos Torrengo
Radical desde lo político, periodista de profesión y minucioso buceador de la historia del movimiento obrero argentino, Santiago Senén González es una referencia imprescindible para quien procure desbrozar el pasado de un sector que a partir del año '45 se ha tornado decisivo en el funcionamiento del sistema de decisión política del país: el peronismo. Libros y centenares de artículos en revistas especializadas dan cuenta de una obra en la que abunda profesionalidad. El que sigue es el texto del reportaje concedido por González a este medio para hablar del "día después" de aquella bisagra en la historia del país que fue el 17 de octubre del '45.
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