También en el puente de Centenario
La fiebre de las barricadas ruteras estalló ayer sobre el puente que vincula la localidad con Río Negro. De esta forma, los trastornos para los automovilistas que entran o salen de la provincia del Neuquén se multiplicaron. Unos 150 desempleados mantenían anoche la medida en dos piquetes ubicados a pocos metros de distancia.
CENTENARIO (ACS/AN).- La impaciencia de los desempleados también estalló ayer en esta ciudad, donde se establecieron dos cortes de caminos que subsistían al cierre de esta edición: uno en el puente carretero que la une a Cinco Saltos y otro en el control de ingreso de alimentos a la provincia. Ciento cincuenta desocupados y beneficiarios de la ley 2128 mantenían ayer dos piquetes que complicaron las comunicaciones con la capital provincial y, como los precursores de Senillosa, se negaban a aceptar cupos en los programas Trabajar, exigían la presencia del intendente Luis Castillo y garantías de «puestos de trabajo genuinos».
Quince minutos antes del mediodía, el piquete se instaló en el puente en demanda de la reactivación de la obra pública en esta ciudad -el hospital y planes de vivienda-.
En cuanto los manifestantes vieron que las tareas de supervisión del transporte de productos alimenticios era normal, instalaron el segundo corte y el puesto del Cippa se trasladó al puente carretero entre Neuquén y Cipolletti, donde se precinta el camión para que no descarguen la mercadería en la capital provincial.
Además de los programas de obra pública «que suponen trabajo genuino para la gente», Eduardo Denaro, portavoz de los piqueteros, pidió «subsidios para los abuelos, becas para los jóvenes y el aumento de 300 pesos mensuales de los subsidios por desempleo».
La crítica situación de la producción frutícola restringió la contratación de mano de obra durante la temporada pasada y con las políticas de ajuste nacionales y provinciales «no hay esperanza de que haya una solución», dijo Dina Arias, vocera de la protesta.
El corte, que en principio afectó parcialmente a los automovilistas, que pueden optar por desviarse hacia el dique Ingeniero Ballester en Barda del Medio o hasta el puente Cipolletti-Neuquén, complicó el transporte de carga, especialmente el de alimentos. La empresa Centenario terminaba su servicio público a pasajeros en el lado neuquino del puente, y los usuarios debían completar el trayecto hasta o desde Cinco Saltos por sus propios medios.
Un encargado de Caminos del Comahue, concesionaria del peaje carretero en la ruta 7, pidió a los piqueteros que «quemen los neumáticos en la banquina», y la policía se incautó de un vehículo sin documentación y en malas condiciones que transportaba manifestantes. «Tendríamos que haber venido en un cero kilómetro», dijeron con ironía.
Castillo convocó a representantes de los manifestantes a una reunión en la intendencia ayer por la tarde, pero se negaron porque «fuimos muchas veces para no llegar a esto», aseguró Arias. Según la mujer, el jefe comunal atribuye la responsabilidad al gobierno provincial que «les da pocos recursos y el presupuesto es escaso». La medida se mantendrá «hasta que venga alguien del gobierno» y ofrezca empleos «con descuentos de obra social y jubilación».
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