Tello y los galeses que llegaron a esta zona
Por HECTOR PEREZ MORANDO
«Se desprende que conviene traer colonos anglosajones con el objeto que nos estimulen y como medio de cambiar la faz del territorio en tiempo relativamente corto». Contundente. Así fue el pensamiento de Eugenio Tello, gobernador de Jujuy, senador nacional, gobernador del Chubut cuando seguidamente lo fue del territorio nacional de Río Negro.
Luego de soportar -y afrontar- la terrible inundación de 1899 y el traslado de la administración territorial a Carmen de Patagones y Choele Choel, puso los ojos en la colonización de parte de la isla de Choele Choel y para ello también en el ingeniero Eduardo Owen, cacique culto de los galeses de la colonia chubutense a quienes bien conocía y andaban un poco disconforme por varios motivos. Miraban para Canadá y otros lugares.
Carta de los galeses (¿o galenses?) al presidente Roca y telegrama de Tello. Se concreta la visita de Owen y Mauricio Hugues a la isla que fue de Rosas y se llamó «de Pacheco».
La inspeccionan en abril de 1902. Owen en carta a Roca por aquella misma fecha le expresa: «Los rincones y adyacentes islotes, tienen un suelo extremadamente fértil, más de 2 metros de humus vegetal, nunca en mi vida y en ninguna parte he visto un suelo más rico… puede decirse que la isla Grande de Choele Choel es el punto más adecuado para una colonia agrícola».
Sobrios y laboriosos
Tello, estando la gobernación de Choele Choel en 1900, tuvo oportunidad de apreciar la calidad de las tierras y por eso solicitó su destino para colonia agrí
cola y el ministerio de Agricultura prestó conformidad. ¿Pero con qué clase de gente colonizar? Tello tuvo presente a los galeses del Chubut porque comprobó el movimiento comercial y exportador de Viedma-Carmen de Patagones y lo consideró «motivo del retraso». «Es obvio. Los primeros y principales productores del Chubut son de raza anglosajona y los del Río Negro son de raza latina».
«He observado en el Chubut que los de esa raza son sobrios. De inquebrantable laboriosidad y se bastan. Mientras que los de la raza latina como soy yo, tenemos mayores necesidades, trabajamos menos y no nos bastamos».
Ese escrito forma parte de un informe anual al gobierno nacional elogiando la construcción galesa de tres canales en 33 años, «con palas movidas por caballos, alimentándose con té y pan. Mientras que en Río Negro con 119 años de existencia, no han sabido ni conservar un canal…»
Con picos y palas
El canal era esencial y se eligió la zona de el hoy Luis Beltrán. Llegaron las seleccionadas y decididas familias de colonos del Chubut a las nuevas tierras patagónicas, sin olvidar que la isla Grande no estaba despoblada, incluso se explotaba hacienda bovina, ovina y equina.
Los galeses llamaron a su aldea «Tin Pentré» y con picos, palas y otros primarios elementos, enojados con la corona británica, construyeron la boca toma y canal para riego inaugurados en setiembre de 1903, solamente un año después del arribo a la histórica isla del Valle Medio rionegrino.
Por ahí andan volando todavía algunos apellidos de aquellos colonos, religiosos y cantores a la tierra. A la vida.
Por eso, en cada aniversario de Beltrán siempre es recomendable una pausa de los vecinos para el homenaje; y en este caso los galeses –por su tezón, esfuerzo y trabajo– merecen un recuerdo profundo.
Nota asociada: ANIVERSARIO : 94 años de Beltrán, en la búsqueda de un armónico desarrollo
Nota asociada: ANIVERSARIO : 94 años de Beltrán, en la búsqueda de un armónico desarrollo
Por HECTOR PEREZ MORANDO
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