“Tenemos que llegar a los 40.000 viñedos”

Julián Domínguez

vitivinicultura

l ministro de Agricultura de la Nación, Julián Domínguez, afirmó en la última semana que en materia de vitivinicultura “somos un país que aspira a ser cada vez más competitivo en el mundo y tenemos que duplicar los viñedos”. El titular de la cartera agropecuaria, en ocasión de la presentación del isologo del “Vino bebida nacional”, en diálogo con Télam afirmó que “el Plan estratégico vitivinícola 2020 (PEVI) tiene que crearnos los instrumentos para que lleguemos a duplicar la cantidad de viñedos. Tenemos que llegar a 40.000 viñedos y a 2.600 bodegas en la Argentina”. Sobre la connotación del vino como “bebida nacional”, el ministro dijo que “el vino es constructor del sentido de la dignidad de las personas. Para quienes somos católicos el vino es la sangre de Cristo, y el vino ya en el Nuevo Testamento plantea una cosa: el sentido de lo colectivo. Nos salvamos en racimo o nos condenamos por egoístas, y ése es el desafío de la Argentina”. “Y hoy –añadió– lo que hemos hecho es reafirmar nuestra propia identidad como Nación”. “Somos un país que aspira a ser cada vez más competitivo en el mundo. Queremos buscar la excelencia en la producción, para garantizar que el mundo aprecie lo que producimos, que eso genere empleo, que ese trabajo fortalezca la cadena de producción”, manifestó. “Eso es lo que venimos a reafirmar, despertar y reencauzar esa conciencia de progreso y desarrollo y tener presencia en los mercados más selectivos del mundo con nuestros vinos, con nuestra producción; crear un horizonte de crecimiento donde haya lugar para una Argentina integrada”, enfatizó. “De hecho, en lugares en que no teníamos antecedentes para la vitivinicultura, como en la provincia de Entre Ríos o en la de Buenos Aires, se está produciendo vino, así como también en Neuquén y en Río Negro. Eso abre todo un horizonte de crecimiento que garantiza mejorar la producción, mejorar la productividad e incorporar nuevos productores”, aseguró Domínguez. En relación con que las tendencias mundiales incorporan más información en las contraetiquetas y en países más desarrollados, por ejemplo, se está incorporando el etiquetado de Huella de Carbono, ante la consulta de colocar este isologo en los vinos que se exporten desde la Argentina, Domínguez respondió: “Nuestro proyecto es incorporarlo. Tenemos una identidad bien moderna que permite, a través de un sistema de barras, registrar la historia del vino”. “Estamos garantizando la presencia en los mercados más exigentes, como una de las grandes capitales del vino como París, y en general en toda Francia; también en Italia y en España, que son los productores más importantes del mundo, y en nuevos mercados emergentes”, dijo. En ese sentido, se explayó el ministro, “hay toda una estrategia de garantizar la presencia de Argentina en el mundo en materia vitivinícola, para lo cual hay que trabajar mucho, sobreestimular la siembra de nuevos viñedos y tratar de hacer que sean más bodegas las que se integren a este sistema de producción y comercialización”. Sobre el isologo comentó: “Además de la imagen celeste y blanca, el vino con la marca que deja en la copa y los cinco continentes expresados en las uvas del parral representan en alguna medida los sueños de los productores del vino argentino, como identidad nacional y como oferta de esta hermandad al mundo”.


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