Terrible accidente de una docente en su escuela

Se clavó un hierro en el ojo y casi pierde la vida. La escuela está en construcción y desborda peligro. Hoy no habrá clases, resolvieron anoche en asamblea los docentes y los padres.

NEUQUEN (AN).- Una docente neuquina sufrió un gravísimo accidente durante el horario de clases, al clavarse en un ojo un saliente de hierro en su escuela que está en construcción. La herida puso en riesgo su vida y si bien ahora estaría fuera de peligro, hay dudas respecto de si en el futuro podrá trabajar con normalidad. Sus compañeras resolvieron ayer suspender las actividades hasta que les garanticen seguridad laboral.

La víctima es Silvia Roggetti, de 29 años, profesora de educación física. El accidente ocurrió el viernes a las 15 en la escuela 197 de Villa Ceferino, que está habilitada en el 60 por ciento. El resto es una obra en construcción llena de peligros que acechan a los 600 alumnos y docentes.

Sus compañeras dijeron ayer a «Río Negro» que «en estas condiciones no podemos seguir trabajando. Ya advertimos sobre los peligros que representaba esa obra, y Silvia era una de las que se había quejado y anticipado que algún día iba a ocurrir un accidente».

Virginia Mulhall, Laura Velasco, Liliana Vera y Eugenia Revol explicaron que el día del hecho, Silvia estaba saliendo con sus alumnos cuando se clavó a la altura del ojo derecho un hierro de malla cima, que le penetró diez centímetros. La malla estaba colocada como medida de seguridad pero terminó convirtiéndose en una trampa casi mortal.

«Ella estuvo consciente casi todo el tiempo y pidió «no me toquen porque me dí un golpe muy fuerte». Hasta hoy no sabe qué fue lo que le pasó en realidad», relataron sus compañeras.

Lo que le sucedió fue mucho más terrible. De acuerdo con el parte médico, cuando ingresó al hospital Silvia presentaba «traumatismo encéfalo craneano penetrante de órbita derecha con saliente de hierro». Esto le provocó, entre otros efectos, parálisis en medio cuerpo.

«Estuvo en terapia intensiva y su vida corrió peligro», explicaron las docentes. «Por suerte ayer evolucionó y está un poco mejor, pero no sabemos las secuelas que le quedarán. ¿Qué pasa si nunca puede volver a dar clases?», se preguntaron.

Las compañeras de Silvia dijeron que «en esa escuela es un peligro dar clases. En los recreos tenemos que correr atrás de los chicos para que no se lastimen con la obra en construcción».

Indicaron que «el 29 de febrero advertimos a la supervisora que era necesaria mayor seguridad. Pero desde Arquitectura Escolar se dijo que la escuela estaba en condiciones y que había que empezar el ciclo lectivo».

De acuerdo con el plan original de obra, la remodelación de la escuela -que padecía serios problemas de hacinamiento- estaría lista en marzo. «Pero hubo problemas con las certificaciones de obras y la fecha se corrió al 25 de mayo. Tampoco entonces se inauguró, y ahora dicen que será el 30 de junio. Pero nada es seguro», dijeron las docentes.

Agregaron que «si un chico se lastima empiezan a preguntar dónde están los docentes y nos hacen un sumario. Pero no es nuestra responsabilidad que estemos dando clases en medio de una obra en construcción».

«Ahora, el accidente que tuvo Silvia no lo podemos dejar pasar. Por eso en la asamblea les dijimos a los padres que no habrá clases hasta que no garanticen las condiciones de seguridad», completaron.

Los padres no enviarán a sus hijos a clases

NEUQUEN (AN).- Angustiados por lo que pudo haber sido y preocupados por lo que fue, alrededor de 60 padres de alumnos que asisten a la escuela 197 decidieron no enviar a sus hijos a clases hasta que las obras de construcción finalicen.

El accidente del que fue víctima Silvia Roggetti (ver nota central) también movilizó a padres de la vecina escuela 198, y se resolvió extender el reclamo a ese establecimiento y también a la escuela 289. «En las tres escuelas las condiciones son iguales: las obras a medio terminar», dijo Héctor Peña, padre de un alumno de la 198.

«No mandamos a los chicos a clases hasta que no arreglen esto», gritó la madre de un alumno de tercer grado de la 197, y casi todos coincidieron.

Los que no, lo hicieron por lo bajo y despertaron la ira de una de las docentes, Virginia Mulhall, quien con la voz entrecortada dijo que «no vamos a permitir que los padres o las autoridades crean que no queremos dar clases porque no tenemos ganas».

Durante la asamblea -que se llevó a cabo fuera del establecimiento- se fijó un nuevo encuentro entre padres y docentes para hoy a las 18. Los convocantes esperan que las autoridades del Consejo Provincial de Educación se hagan presentes.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios