Testigos afirman que Melo trabajó con Sanhueza

Fue durante el juicio por el fraude millonario a la Anses

ROCA (AR)- Dos testigos aseguraron ayer ante el Tribunal Oral Federal, que Gabriel Sanhueza se desempeñaba junto a la abogada Noralí Melo en un estudio de la calle Buenos Aires de Roca, algo que el propio Sanhueza había desmentido.

Fue durante una nueva jornada de debate por el juicio que se sigue por la millonaria defraudación a la sucursal roquense de la Anses, causa en la que están imputados Melo, Sanhueza, el ex jefe de personal de Moño Azul, Guido Zapata; la ex jefa de la sucursal de Roca de la Anses, Susana Rodríguez de Aís; y el ex policía federal Claudio Hidalgo.

La abogada María Cecilia Prado Morillo había compartido un estudio jurídico con Noralí Melo. Al igual que Ignacio Segovia, ex pareja de la imputada, ubicó a Sanhueza en otro estudio compartido con Melo. Segovia agregó que su ex novia le había dicho que Sanhueza le había ofrecido iniciar trámites jubilatorios «que él (por Sanhueza) iba a confeccionar, porque aseguraba ser muy entendido en la materia».

Los testigos fueron los pedidos por el defensor de Melo, Oscar Pandolfi.

Dos abogados neuquinos, a quien Melo les hacía presentaciones de escritos en los Tribunales roquenses, resaltaron su responsabilidad y que nunca se les atrasó ningún pedido, calificando su desempeño como excelente.

La abogada Prado Murillo dijo que creía que Sanhueza dominaba a Melo, y que en una oportunidad, le pidió que se quedara con ella, porque en el estudio que compartía con el hoy imputado, habían discutido y sentía temor. Incluso, dijo que a su estudio fue Sanhueza, y en una oportunidad lo encontró haciendo planillas en la cocina.

Señaló que Melo le había comentado que «el estudio de la calle Buenos Aires no le iba a generar gasto alguno».

En este punto fue coincidente Segovia, quien manifestó que «Sanhueza le dijo a Melo que él iba a poner una oficina, y que se hacía cargo de todo».

«La oficina decía en el frente «aceleramiento de trámites», y la línea telefónica estaba a nombre de Claudio Hidalgo», aseguró.

De todos modos, Hidalgo tuvo una audiencia sin sobresaltos. Es que el propio Segovia aseguró que el imputado tenía poca instrucción y nunca lo vio escribir a máquina. El defensor oficial, Eduardo Zamboni, pidió que quede constancia de esta frase, ya que también se trata de dilucidar quién tipeó en una máquina de escribir datos falsos sobre servicios laborales.

Segovia dijo que a Zapata lo vio sólo una vez en la oficina de Melo, y que desconocía si existía entre ambos alguna relación laboral.

«Estos son unos mentirosos», dijo Sanhueza en uno de los cuartos intermedios, y durante la declaración de cada uno de los testigos, se mostraba contrariado por los dichos de éstos.


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