Testigos protegidos trasladados reclaman por falta de ayuda

VIOLENCIA EN EL ALTO

Pablo Riquelme, su esposa Claudia y sus cinco hijos, están fuera de la ciudad. Fueron trasladados bajo el programa de “testigos protegidos” bajo promesa de una vivienda y un aporte para subsistir, sin embargo denuncian que están sin atención, en una hospedaje y sin recursos.

La familia cuya vivienda fue incendiada y destruida en su totalidad por un grupo de jóvenes en el barrio 28 de Abril, tras conocer que Riquelme fue testigo ocasional de una balacera que luego dio muerte a la joven Paula Vera, permanece desde hace una semana en otra ciudad que se reserva la información por su seguridad.

Fue trasladada luego de un desesperado pedido de ayuda de Riquelme a los funcionarios de Seguridad de la Provincia, luego de varios días de no recibir atención y rápidamente se coordinó la asistencia e incorporación como testigos protegidos.

La familia está compuesta por cinco niños de 11, 9 , 7, 6 y 4 años y desde que fueron trasladados “no recibieron las promesas hechas por el gobierno”, dijo a “DeBariloche”, Carolina Riquelme, hermana de Pablo.

La mujer relató que la familia se trasladó con colchones y escasa ropa que se les donó, ante la promesa de la secretaria de Seguridad, Marta Arriola, de otorgarles una vivienda amoblada transitoriamente. Sin embargo al llegar a la ciudad de destino, de madrugada, se encontraron con que fueron enviados a un hospedaje.

Tampoco se le concedió un subsidio o trabajo para el jefe del hogar y no cuentan con recursos para subsistir, a excepción que se otorgan las comidas diarias y el alojamiento. Tampoco se sabe respecto de la escolarización de los niños.

Carolina Riquelme el día del aniversario de Bariloche, se acercó al palco oficial y habló con el gobernador Alberto Weretilneck comentándole esta situación. El mandatario le prometió una solución pero hasta el momento no llegó, según afirmó la mujer.

Riquelme y su familia perdieron todo cuando un grupo de vándalos incendió la noche del 22 de abril su vivienda y la pequeña despensa que tenían en el barrio 28 de Abril. Por fortuna, la familia se había retirado antes de que quemaran la casa. Luego recibieron amenazas y hostigamientos.

DeBariloche