“¿Tiene lo que se merece?”

Los jóvenes que cursan el secundario en Sierra Grande no cuentan con un espacio digno para realizar educación física, esto no es nuevo en la localidad. Que nuestros hijos hagan educación física en lugares como el Polideportivo, lugar en que la calefacción, cuando funciona, es tan poca que no se siente, o en el Vuta Mahuida en que directamente no hay, es algo frecuente, como lo son también los estados gripales, los broncoespasmos y todas las enfermedades relacionadas con las vías respiratorias superiores, agravadas en chicos alérgicos, producidas en general por los enfriamientos. Que los pisos tanto de un lugar como el otro no sean acordes con la práctica de deportes también es algo que todos saben. Por lo que resultan corrientes los problemas de columna que desmejoran la calidad de vida de los chicos. Todo esto se sabe. Hijos de profesores, vicedirectores, directores, supervisores, gremialistas, intendentes, legisladores, pasan y han pasado por los establecimientos secundarios, por lo que no podemos pensar que nadie sabe del tema. Se ha pedido desde distintos sectores, padres, alumnos, directivos, un lugar –SUM, polideportivo– en condiciones para el dictado de las clases. Y este año, a pesar de habérsele manifestado a la delegada regional Carmen Benítez, en reunión de padres, que no queríamos clases teóricas puesto que nuestros hijos deben tener por lo menos tres estímulos semanales de actividad física, hizo arreglar la seudocalefacción del Poli y acondicionó un aula para el dictado de clases teóricas en el Vuta. No puedo permanecer con la conciencia tranquila mientras estoy con todas las comodidades o con las primordiales en mi lugar de trabajo, sabiendo que no solamente mis hijos sino también todos los chicos y profesores que trabajan en ese lugar lo hacen en condiciones tan lamentables. No puedo entender por qué otros lugares cuentan con el confort necesario para que los jóvenes realicen sus prácticas deportivas con seriedad, no teóricas, que ya tienen bastante, y aquí no se pueda. No entiendo cómo no preocuparse sabiendo que nuestros adolescentes soportan las bajas temperaturas porque son jóvenes, pero que a la larga el cuerpo les pasará factura. Y por todo esto es que juntamos 627 firmas correspondientes a alumnos, padres, personas que aun no teniendo hijos han firmado, simplemente porque son solidarios con las problemáticas sociales. He enviado copias al ministro de Educación y, como aún no he tenido respuestas, enviaré a la Defensoría del Pueblo, confiando en que todavía se puede invertir nada más y nada menos que en nuestra juventud. Aclaro que el año pasado envié la primera carta solicitando la calefacción de las salas del hospital, que por cierto ya está funcionando y en la que también intervino de manera impecable la Defensoría del Pueblo. Mabel Acosta Ortegoza, DNI 16.182.015 – Sierra Grande

Mabel Acosta Ortegoza, DNI 16.182.015 – Sierra Grande


Los jóvenes que cursan el secundario en Sierra Grande no cuentan con un espacio digno para realizar educación física, esto no es nuevo en la localidad. Que nuestros hijos hagan educación física en lugares como el Polideportivo, lugar en que la calefacción, cuando funciona, es tan poca que no se siente, o en el Vuta Mahuida en que directamente no hay, es algo frecuente, como lo son también los estados gripales, los broncoespasmos y todas las enfermedades relacionadas con las vías respiratorias superiores, agravadas en chicos alérgicos, producidas en general por los enfriamientos. Que los pisos tanto de un lugar como el otro no sean acordes con la práctica de deportes también es algo que todos saben. Por lo que resultan corrientes los problemas de columna que desmejoran la calidad de vida de los chicos. Todo esto se sabe. Hijos de profesores, vicedirectores, directores, supervisores, gremialistas, intendentes, legisladores, pasan y han pasado por los establecimientos secundarios, por lo que no podemos pensar que nadie sabe del tema. Se ha pedido desde distintos sectores, padres, alumnos, directivos, un lugar –SUM, polideportivo– en condiciones para el dictado de las clases. Y este año, a pesar de habérsele manifestado a la delegada regional Carmen Benítez, en reunión de padres, que no queríamos clases teóricas puesto que nuestros hijos deben tener por lo menos tres estímulos semanales de actividad física, hizo arreglar la seudocalefacción del Poli y acondicionó un aula para el dictado de clases teóricas en el Vuta. No puedo permanecer con la conciencia tranquila mientras estoy con todas las comodidades o con las primordiales en mi lugar de trabajo, sabiendo que no solamente mis hijos sino también todos los chicos y profesores que trabajan en ese lugar lo hacen en condiciones tan lamentables. No puedo entender por qué otros lugares cuentan con el confort necesario para que los jóvenes realicen sus prácticas deportivas con seriedad, no teóricas, que ya tienen bastante, y aquí no se pueda. No entiendo cómo no preocuparse sabiendo que nuestros adolescentes soportan las bajas temperaturas porque son jóvenes, pero que a la larga el cuerpo les pasará factura. Y por todo esto es que juntamos 627 firmas correspondientes a alumnos, padres, personas que aun no teniendo hijos han firmado, simplemente porque son solidarios con las problemáticas sociales. He enviado copias al ministro de Educación y, como aún no he tenido respuestas, enviaré a la Defensoría del Pueblo, confiando en que todavía se puede invertir nada más y nada menos que en nuestra juventud. Aclaro que el año pasado envié la primera carta solicitando la calefacción de las salas del hospital, que por cierto ya está funcionando y en la que también intervino de manera impecable la Defensoría del Pueblo. Mabel Acosta Ortegoza, DNI 16.182.015 - Sierra Grande

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