Tiros, destrozos y agresiones en Fernández Oro

FERNANDEZ ORO (AC).- Una terrible batahola se armó en la madrugada de ayer en Fernández Oro, cuando la policía trató de evitar los desórdenes que ocasionaba un grupo de sujetos en la vía pública. Ya para entonces había heridos de arma de fuego y otros lesionados. El conflicto mayor se vivió cuando llegó la ambulancia para trasladar a los heridos: uno de ellos atacó al móvil a puntapiés y le rompió dos vidrios. Luego, los daños siguieron en el interior del nosocomio.

Ayer por la mañana el personal de Salud aún vivía con preocupación lo sucedido, pensando en los riesgos que corren ante ataques de esta naturaleza. (Ver aparte).

Fuentes policiales revelaron que cerca de las 5.30 se enteraron que había un grupo de unos seis o siete sujetos realizando desórdenes en una de las rotondas de la avenida Cipolletti, acceso a la ciudad por la ruta chica. Cuando el móvil concurrió al lugar, constató que había personas lesionadas. Ante esta situación, los uniformados solicitaron la presencia de la ambulancia del hospital local. Pero cuando el móvil -una Chevrolet Ipanema patente AJP878- llegó al lugar, fue atacado en forma violenta.

Dos vidrios quedaron destrozados, en tanto que el sector del baúl fue abollado «a patadas».

El caos parecía no terminar. Mientras los individuos se dispersaban ante la presencia policial, los efectivos se enteraban que además una persona que había ido a visitar a un vecino del lugar había resultado lesionado por este grupo. «El hombre sufrió una herida leve en la cabeza cuando salió a la calle al escuchar que le habían roto el vidrio de su vehículo», se indicó.

Los heridos eran cinco en total. Además del vecino, dos sujetos del grupo tenían heridas ocasionadas por perdigones de escopeta y otros dos habían sufrido lesiones por golpes. Todos sin riesgo de vida.

El conflicto se activó nuevamente unos 40 minutos después, cuando uno de los heridos de arma de fuego, el mismo que destrozó previamente la ambulancia, se presentó voluntariamente con otro de los lesionados al hospital. «Aparentemente estaban bajo efectos de algún estupefaciente», se informó.

Uno de los sujetos comenzó a actuar con violencia en el interior del nosocomio. Rompió a puntapiés una puerta placa que permite el acceso al sector de guardia, destrozó el teléfono público ubicado en la sala de espera y tiró un pizarrón. También en el interior de la guardia uno de ellos le dio un puntapié al calefactor, tiró un estetoscopio, corrió la camilla de lugar y hasta intentó golpear al médico y al enfermero.

Los efectivos de Fernández Oro tuvieron que pedir refuerzos a la comisaría Cuarta de Cipolletti, y finalmente lograron detener a dos de los integrantes del grupo. Se presume que los sujetos habrían estado compartiendo unos tragos «a oscuras» en una confitería ubicada en Cipolletti y Rivadavia y que allí comenzaron los disparos.

Sin embargo, Manuel Blanco, propietario del local, aseguró a «Río Negro» que los tiros empezaron afuera.

Mencionó que como se escuchó la balacera e ingresó un muchacho herido, cerró la confitería y apagó algunas luces para resguardar a los aproximadamente 20 clientes que había en el comercio. Cuando él se fue a avisar al hospital, empezó el conflicto.

Los efectivos desconocían ayer quién utilizó la escopeta que le causó heridas a dos de los miembros del grupo. Uno de ellos tenía lesiones en una pierna y el otro en el sector del hombro.

Trascendió también que estos sujetos que protagonizaron el hecho no integrarían una «patota» sino que se trataría de un «grupo ocasional».

De nuevo el peligro en las guardias

FERNANDEZ ORO (AC).- El episodio de la madrugada de ayer en Fernández Oro puso en evidencia una vez más los riesgos que corren los equipos de salud en las guardias nocturnas. No es la primera vez que los médicos reconocen los peligros que enfrentan.

Carlos Stebani, uno de los doctores del hospital de Fernández Oro, dijo que están expuestos a muchas cosas. «Es una inseguridad bárbara. A veces son mujeres las que quedan en la guardia y están desprotegidas», expresó.

En la madrugada de ayer, cuando ocurrió el incidente, se encontraba el médico Claudio Cordero con el enfermero y el chofer. El sujeto que actuó con violencia «intentó pegarles», dijo Stebani.

La sala de espera, el sector de guardia y la ambulancia que fueron protagonistas en el episodio de la madrugada quedaron manchadas con sangre. Hay que tener en cuenta que el hospital tiene antecedentes de riesgos mayores ya que hace unos meses una persona intentó agredir al médico de guardia «con un arma blanca».