«Tocar el contrabajo es un abrazo profundo y un poco de manoseo, también»

– ¿Qué es un contrabajo?

– El tiranosaurio de la música.

– ¿Tocar el contrabajo es un abrazo profundo?

– Y poco de manoseo, también.

– ¿Qué es el sonido de un contrabajo?

– Es la voz de un amigo querido, o de tu padre, o de tu abuelo.

– ¿Se imagina tocando el contrabajo en la selva amazónica?

– La verdad que no.

–¿Y entre las montañas?

– Voy a El Bolsón bastante seguido.

– ¿Y en una playa de Brasil?

– ¡Cómo me gustaría!

– ¿Tiene sensualidad el acto de tocar el contrabajo?

– Absolutamente.

– ¿Conlleva ternura?

– Hay un poco de eso también.

– Veo que cuando toca, se funde, desaparece sin desaparecer, ¿me explica el fenómeno?

– Alguna vez escuché que Jarret dijo que los momentos más intensos de la música suceden cuando uno logra desaparecer por completo y ella gobierna la situación. Estoy de acuerdo con eso.

– ¿Ha besado a su contrabajo?

– Algunas veces…

– ¿Le ha dicho que lo ama?

– ¡Por supuesto!

– ¿Lo extraña cuando está lejos?

– Sí, aunque lo extraño más a mi hijo.

– ¿Escribirá un libro llamado «El secreto del contrabajista»?

– No tengo secretos, y si los tuviera, no los contaría.

– ¿Cómo huye uno cargando un contrabajo?

– Si la situación es apremiante, le recomiendo que lo deje y huya solo.

– ¿Qué es un eclipse?

– ¿De Sol o de Luna?

– ¿Por qué tocar?

– Me aburriría eternamente si no lo hiciera.

– ¿Me explica el jazz?

– Mejor le toco un tema, es mucho más elocuente.

– ¿Tocando se siente eterno?

– No lo había pensado, pero me gusta la idea. Lo comprobaré la próxima vez que toque.

– ¿Tocando se siente frágil?

– Me siento expuesto, pero no frágil.

– Tocando, ¿se olvida de todo?

– Sí, de todo, menos de los acordes.

– Tocando, ¿recuerda lo esencial?

– Lo esencial es el swing, y más que recordarlo, usted debe sentirlo.

– Tocando, ¿es un ángel caído en busca de su paraíso?

– El paraíso está dentro de uno, y la música es un buen medio para sumergirse en esa búsqueda.

– Tocando, ¿es un hombre en búsqueda de gloria?

– Puede ser. Algo de dinero también.

– ¿Para qué el hombre fue a Luna?

– No lo sé, yo me hubiera quedado tocando música con mis amigos.

– ¿Qué lee en la mirada de quienes lo escuchan?

– Puede haber de todo, agradecimiento, admiración, o crítica.

– ¿Cuántas horas toca por día?

– Todas las que puedo. Hay días en que no toco nada, y otros en que toco desde que me levanto hasta que me acuesto.

– ¿En qué horarios?

– Suelo levantarme tarde, así que me gusta tocar a la hora de la siesta, estoy tranquilo y descansado.

– ¿Qué historias le cuenta un buen contrabajo?

– El mío es bastante antiguo, así que tiene muchísimas para contar. Llegó algún día de Alemania, estuvo años en las orquestas entre violines y violoncelos, y hoy «swinguea» como un adolescente.

– ¿Qué es el mar?

– Algo más grande que un contrabajo.

– ¿Por qué a los osos panda les cuesta tanto reproducirse en un país, China, donde justamente, hay cientos de millones de personas?

– No estuve ahí, pero quizá entre tanta gente se sientan cohibidos.

– ¿Me recomienda un contrabajista para adentrarme en el universo del instrumento?

– Escuche a Charlie Haden, Ray Brown, Mingus, Ron Carter o alguno de los históricos.

– ¿Y uno para seguir camino?

– Hoy hay mucho para elegir. Puede continuar con Dave Holland, es un faro para todos los músicos.

– ¿Y uno para recibirme de entendido?

– Para ser entendido hay que escucharlos a todos, incluso en otros estilos, como el tango, el clásico y la salsa.

– ¿Aspira a la paz?

– Profundamente.

– Truman Capote decía, más o menos, que la virtud viene con un látigo para autoflagelarse ¿Su talento vino con algún instrumento de tortura?

– Bueno, a veces somos demasiado autocríticos, pero trato de no hacerme daño.

– ¿Ha tocado mal?

– Cualquiera puede tener un mal día.

– ¿Y maravillosamente bien?

–Tal vez, pero si sucedió, yo seguramente ya había desaparecido.

– ¿Y más o menos?

– Es difícil tocar «más o menos», pero pueden darse situaciones donde la falta de conexión con el público o con los otros músicos, puedan distraer la atención del músico.

– ¿Qué es viajar por el mundo con un contrabajo?

– Es algo incómodo, pero estar de gira es una sensación muy placentera.

– Supongamos que es raptado por un comando extraterrestre, lo llevan, no sé, a Marte, y en marciano (traducido al Castellano) le piden que «toque algo», ¿qué interpreta?

– Les toco unos tangos, algún walking bass, y los pispeo a ver cómo va la cosa. Si no dicen nada les toco un rockabilly a ver si mueven la patita. ¿Tienen patas los marcianos?

– ¿Hacia dónde se dirige, Andrés?

– Hacia adelante, sin dudas. Hay mucho por hacer.

– ¿Por qué enseña?

– Es parte de mi profesión y disfruto mucho haciéndolo.

– Aquí le digo adiós y usted se queda tocando solo, ¿qué composición es?

– Alone Together.

CLAUDIO ANDRADE

candrade@rionegro.com.ar

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