Todo tranquilidad
Ya clasificada, Argentina recibe a un Perú eliminado.
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BUENOS AIRES (Sebastián Busader, enviado especial).- Hace cuatro años el seleccionado argentino estuvo afuera del Mundial de Sudáfrica durante tres minutos.
Fue en ese lapso, tan breve como dramático, cuando el Monumental explotó de angustia y bronca. 180 segundos interminables en los que, incluso, se despoblaron las tribunas.
Caía agua a baldazos cuando Martín Palermo, en el área, un tiburón en su hábitat, puso el 2-1 que salvó al seleccionado de Diego Maradona de la eliminación.
Cuarenta y ocho meses más tarde el panorama es diametralmente diferente y esta plácida noche de octubre encontrará un estadio de Núñez en paz, miles de almas sabiendo que la clasificación ya es una deuda saldada.
Aquella noche, la del 10 de octubre de 2009, Palermo también se ganó un pasaporte al Mundial. Parece realmente la prehistoria ese hecho porque en la actualidad, el Titán es entrenador de Godoy Cruz y Maradona está lejos del fútbol y cerca de los escándalos y la farándula.
En estos cuatro años ocurrieron muchos cambios. La salida del Diez, después de ventilarse vicios y miserias, le dio entrada a un Sergio Batista que hizo lobby para el cargo y que se retiró sin penas ni glorias después de fracasar en dos frentes: buscando que el seleccionado sea la versión criolla del Barcelona de Pep Guardiola y Lionel Messi; y en la Copa América que se jugó en el país. Hoy Alejandro Sabella es casi indiscutido, pero cuando Julio Grondona y Carlos Bilardo lo eligieron, hubo muchas críticas.
Claro, el equipo de Pachorra enfrentará a Perú, en el Monumental y a partir de las 20, con la tranquilidad de haber clasificado dos fechas antes del cierre de las eliminatorias y con la certeza de que será cabeza de serie en Brasil 2014.
Partido atípico el de esta noche, lejos de la efervescencia de aquel de 2009 ante un seleccionado peruano que volverá a quedarse sin Copa del Mundo. También atípico porque Sabella, por diferentes lesiones, no podrá contar con cuatro hombres que son titulares indiscutidos: Javier Mascherano, Fernando Gago, Messi y Gonzalo Higuaín.
Maneja el Kun
Los objetivos cambian invariablemente, y mientras selecciones como Uruguay, Ecuador y Venezuela deberán dejar la piel en la cancha, Argentina encara esta doble fecha (el martes será en Montevideo) con otro tipo de presión.
Eso sí, en lo colectivo defenderá la primera colocación en las eliminatorias y el sueño de ser campeón de Sudamérica mientras que en lo individual habrá varios jugadores que darán examen.
Los albicelestes consiguieron el pase en Asunción, con una goleada que volvió a evidenciar que existen dos equipos: el que defiende y el que ataca con los “cuatro fantásticos”.
Hoy regresarán tres de los defensores titulares (Ezequiel Garay, Fede Fernández y Marcos Rojo), mientras que en el medio deberán repartirse marca, juego y protagonismo dos volantes centrales que disputarán un lugar para Brasil: Ever Banega y Lucas Biglia.
Por izquierda estará el infaltable, y por primera vez capitán Ángel Di María, y el líder del equipo será Sergio Agüero, un crack que redefinió la idea fundacional del técnico de utilizar un 4-4-2.
El Kun se ganó un lugar en la tórrida Barranquilla, cuando saltó del banco y el equipo dio vuelta un resultado que, reconocen ellos mismos, se transformó en la bisagra, en la cancha y el vestuario. Estará acompañado por dos delanteros que generalmente son recambio y ocupan papeles secundarios, al menos en la albiceleste: Rodrigo Palacio y Ezequiel Lavezzi.
Argentina se encontrará con un Monumental semirrepleto, alguna llovizna pasajera y un Perú eliminado y con poco rodaje, que poblará el medio y buscará salir digno de tierras millonarias.
Con seis jugadores sancionados y sin poder contar por lesión con Paolo Guerrero y Jefferson Farfán, el entrenador Markarian armó un equipo de emergencia, dejó en claro que “nunca jugó junto y que tiene que acumular horas de entrenamiento. Prácticamente los chicos se conocieron en el avión”.
Es decir, está todo dado para que el equipo de Pachorra, incluso sin Lionel Messi, despliegue un buen fútbol y varios de sus elementos sigan sumando “porotos” para estar en la soñada lista del Mundial.
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