Toneladas de tapitas solidarias para el Garrahan

La organizaron chicos y profesores del CEM 35.

Miguel Gambera

CIPOLLETTI (AC).- Un abrazo simbólico a lo largo de una alfombra de 1.700.000 tapitas cerró ayer una nueva edición de la campaña solidaria que organizaron los chicos y profesores del CEM 35 para la fundación del hospital Garrahan. Música, camaradería y sobre todo mucha alegría coronaron meses de esfuerzo y trabajo para recolectar toneladas de plástico que anoche salieron rumbo a Buenos Aires donde serán recicladas.

El “puente de tapitas” fue la segunda movida de un grupo de adolescentes que supo trasformar las tareas escolares sobre preservación del ambiente en solidaridad. Ayer también supieron que su esfuerzo no pasó desapercibido para otras decenas de instituciones que se sumaron a la propuesta de los alumnos del taller “Educarse en la naturaleza…?”.

Tanta fue la repercusión que el cierre de la campaña solidaria, que comenzó a mediados de este año, contó con la presencia del presidente de la fundación Garrahan, Fernando Matera y de la directora del programa de reciclado de la institución, Patricia Gavilán. Las actividades comenzaron pasadas las 10, en el predio del casino. Allí armaron el centro de acopio donde siguieron recibiendo desde pequeños a grandes aportes de toda la comunidad cipoleña que se acercó a acompañarlos o simplemente a dejar las tapitas que habían recolectado en casas, instituciones y comercios.

Cerca de las 16, una cadena de manos se apostó a lo largo del puente donde poco antes se habían colocado 550 bolsas (de 2 metros de largo) de polietileno con 3.000 tapitas cada una. Cada envoltorio llevó el nombre de las escuelas e instituciones que aportaron material para poder llenarlas. Las tapitas solidarias servirán para que los niños del país, especialmente aquellos con necesidades económicas y sociales, que se deben atender en el hospital de mayor complejidad en enfermedades infantiles puedan atravesar sus tratamientos en las mejores condiciones posibles. “El 50% de los niños que viven en la Casa Garrahan son pacientes oncológicos y deben atravesar tratamientos muy prolongados. Son problemáticas muy complejas porque además deben sufrir el desarraigo de sus familias y de sus hogares. Lo que intentamos en la casa es darles todas las condiciones para que la estadía en Buenos Aires sea lo mejor posible”, explicó Gavilán.

Cerca de las 16, una cadena de manos se apostó a lo largo del puente.


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