Torres dijo que no tuvo apoyo de la cúpula policial

ROCA (AR).- El comisario José Luis Torres abandonó ayer la alcaidía tras más de dos años de detención. Si bien fue condenado por integrar una asociación ilícita, cumplió más de ocho meses detenido y ayer al mediodía recuperó su libertad.

Se quejó de la falta de apoyo de la jefatura policial, volvió a pedirle perdón a su informante Guillermo González Pino y aseguró que fue un preso político.

“Durante este tiempo en que estuve detenido me sentí apoyado por la mayoría de los policías, pero no por la cúpula policial, que en ningún momento salió en defensa nuestra. Si bien siempre nos dijeron que estaban con nosotros y que estábamos injustamente detenidos, nunca lo hicieron público”.

-¿Tiene algún resentimiento?

-Gracias a Dios no soy rencoroso. Sí estoy dolido, porque tuve un legajo intachable y saben qué clase de policía soy. Yo estuve preso por trabajar. Si me dedicaba a firmar los papeles en el escritorio y si se descubrían o no los hechos, la cosa hubiera sido distinta.

-¿Cómo actuaría si tuviera que volver el tiempo atrás?

-Seguramente que no lo haría de la misma manera. No actuaría con informantes. Me dedicaría a hacer lo mínimo e indispensable, con responsabilidad. No fuimos miembros de ninguna asociación. De todos modos, mi relación con González Pino fue de informante a policía. No existió ninguna relación anormal. Tuvimos buenos procedimientos con sus datos y con los que aportaron otros informantes.

-¿Y qué pasará en la Policía de acá en más?

-Después de esto no sé quién va a poder trabajar con informantes. Yo le pedí disculpas a González Pino por tener que mandarlo al frente. Después de esto no creo nadie se acerque a aportar datos. Y el que aporte va a querer cobrar dinero.

-¿Pensó que la pena iba a ser más dura?

-Sí, porque cuando escuchaba lo que leía el presidente de la Cámara, sentí un gran estupor. De todos modos, voy a apelar.

-Con los argumentos que se leyeron el jueves, ¿cree que hubo presión política?

-Tanto el triple crimen como esta causa generaron un gran interés social, y también hubo presiones políticas. Yo siempre dije que era un preso político.

-Usted queda en libertad, pero está inhabilitado por tres años.

-Ya estoy retirado. Si todavía estuviera en actividad, me hubiera retirado igual porque éste fue un golpe muy duro.

-¿Qué opina de la condena?

-No estoy de acuerdo con la Cámara, pero sí estoy feliz por-que me voy a mi casa. La familia me está esperando desde hace mucho tiempo.

-¿Usted puede caminar tranquilo por Cipolletti?

-Por supuesto. No cometí ningún delito ni nada por el estilo. En Cipolletti tengo mi casa y ahí me voy a quedar.

-¿Qué opina de la declaración que hizo Jouliá ante los jueces?

-Fue una vergüenza. Pensábamos que iba a aportar algo. Era la última carta que tenía el Tribunal. Pero salió con comentarios periodísticos y dichos de la gente. Ahí se pueden dar cuenta que esto tenía un poder político.

-¿Y con respecto a Solís y Traipi?

-Son dos payasos. Solís es un mentiroso, pero con mucha inteligencia. Es una persona muy astuta. Traipi divaga con sus problemas personales a cuestas, sus problemas de familia. Lo hizo en todos los juicios. No valorizo sus declaraciones. Trabajaba con los federales y la única tarea que le conocí fue que llevaba los trajes de Artese a la tintorería.

-¿Cómo pasó la última noche detenido?

-Uno recuerda muchas co-sas… momentos que vivió y que se perdió. Mi hija cumplió 15 años y yo estaba en la alcaidía. Anoche pude dormir muy poco. La verdad es que se cruzan muchas cosas…