Trabajo y amor por «Springfield»

SANTIAGO DE CHILE (DPA) – El actor mexicano Gabriel Chávez, quien dobla al español para Latinoamérica la voz del señor Burns de la serie Los Simpsons, aseguró que la huelga que mantiene junto con el resto de sus colegas no es por dinero, según publicó la prensa local.

El conflicto es porque Grabaciones y Doblajes Internacionales (GDI), empresa para la que trabajan, desconoció un contrato en el que se comprometía a emplear sólo a miembros de la Asociación Nacional de Actores (ANDA).

Lo anterior provocó una huelga y la toma de las dependencias de GDI. Mientras la compañía no eche pie atrás, ninguno de los sindicalizados -entre los que también se encuentran las voces de Homero (Humberto Vélez), Bart (Claudia Motta), Lisa (Patricia Acevedo) y Marge Simpson (Nancy Mackenzie)- seguirá prestando servicios, advierten.

Lo anterior hace correr el riesgo a los actores de ser expulsados de «Springfield» y reemplazados.

«Estamos en pie de lucha, en plena huelga. Yo ahorita terminé mi guardia. Pero estamos dándole duro», dijo Chávez al diario «Las Ultimas Noticias» de Santiago.

Chávez, quien lleva 15 años doblando al español la voz del enigmático Burns, lamentó que el conflicto sindical los pueda dejar sin trabajo. «Durante 15 años he hecho reír a la gente, la he hecho soñar y lamentaría mucho que llegara otro, que tendría que ser un imitador. Me he entregado de lleno a Los Simpsons, en cuerpo y alma», comentó.

Chávez destacó que la pelea no es por el dinero. Al respecto dijo que sus colegas en Estados Unidos ganan 200.000 dólares por capítulo, mientras que ellos sólo reciben 60. «Eso demuestra el amor que le tenemos a la serie, porque es una miseria lo que nos pagan aquí», sostuvo.

Consultado sobre lo que diría el señor Burns de todo esto, Gabriel Chávez caracterizó la voz del jefe de Homero y comentó: «Me llevo a todos los actores a Springfield, les invito a tomar una cerveza Duff, ahí en la taberna de Moe, y les aumento el sueldo, para que vean lo que es ganar dinero y no miseria».

«Me portaría bien y por primera vez el señor Burns dejaría de ser cruel», sentenció Chávez.