Track Mania Nations ESWC: Pilotos extremos
Juegos dedicados a las carreras hay muchos. Pero pocos se atreven a plantear el desafío de competir en pistas repletas de obstáculos y rampas de todo tipo.
La década de los '90 apenas terminaba de hacer su aparición, y los amantes de las PCs comenzaban a vislumbrar los primeros juegos con cierta tendencia a los escenarios tridimensionales. Con títulos como Indianápolis 500 y Grand Prix a la cabeza, el género dedicado a las carreras de autos estaba en pleno apogeo. Pero la aparición de Stunts rompió con todos los moldes.
Este juego, además de sorprender por su capacidad de adaptarse a la mayoría de los equipos del momento con una excelente calidad gráfica, tenía la particularidad de contar con pistas de carreras muy diferentes de las que ofrecían sus pares. Además de enfrentarnos a rectas y curvas, aquí debíamos aplicar nuestra destreza para sortear rampas, rulos, peraltes, túneles y obstáculos de todo tipo. A su vez, el juego ofrecía la posibilidad de crear nuestros propios circuitos, para ponerlos en práctica con otros jugadores. El modo de carrera podía establecerse en carreras por tiempo o contra otro competidor, eligiendo entre varios modelos de automóviles del mercado.
A tal punto llegó el furor que obtuvo ese juego en sus años de circulación masiva, que un grupo de fanáticos desarrolló hace poco un proyecto open source denominado Ultimate Stunts (www.ultimatestunts.nl). Esta remake de aquel clásico de los '90, compatible tanto con Windows como Linux, incorpora características OpenGL, sonido 3D y capacidad de multijugador a través de Internet.
Si bien luego de Stunts se desarrollaron otros títulos con tendencias similares, ninguno generó el fanatismo demostrado por los seguidores de aquel viejo juego para DOS. Por fortuna, esos tiempos de vacío pasaron, y hoy la firma NADEO nos brinda la posibilidad de disfrutar nuevamente de carreras vertiginosas, llenas de obstáculos y saltos de película, e incluyendo además un condimento irresistible: competencias internacionales a través de Internet. Según sus desarrolladores, TrackMania es una mezcla entre arcade, simulador y puzzle. A tal punto marcan la diferencia con otros títulos, que se autodenominan creadores de un nuevo género en materia de videojuegos.
Al igual que en Stunts, encontramos aquí la posibilidad de crear nuestras propias pistas de carreras, aportándole el condimento de riesgo que queramos. Para ello contamos con más de 300 bloques de construcción, que podemos ir alternando a lo largo del recorrido del circuito. A la vez, podemos emplazar éste en tres entornos diferentes: desierto americano, pradera o terrenos nevados.
En lo que a modos de juego respecta, contamos con 50 desafíos para jugar en solitario, más las competencias en partidas multiplayer, que pueden ser adaptadas tanto para conexiones lentas como de alta velocidad. Esto mismo ocurre con la interfaz gráfica, la cual automáticamente adapta sus características para funcionar en buena parte de las computadoras actuales.
Y para quienes necesiten un aditamento extra, los desarrolladores ofrecen un paquete denominado Power Up! Features, que agrega un modo de construcción subterráneo con el que se pueden agregar túneles, 40 bloques adicionales, un nuevo modo de juego denominado Supervivencia y un administrador de avatares, que nos permite poner nuestra propia foto en el perfil del corredor.
Si esperan encontrarse con un simulador que refleje las condiciones reales en una carrera, deberán buscar por otro lado, ya que TrackMania está demasiado alejado de eso. Aquí lo primordial es el entretenimiento, por lo que se dejan a un lado aquellos factores que puedan generar una carrera trabada o lenta. Por eso no encontraremos elementos como cambio de marchas, reglas complicadas, daños en los vehículos o colisiones entre éstos. Todo está pensado para que el jugador se concentre específicamente en completar el tramo a la mayor velocidad posible, sorteando peraltes, rampas, loops, baches y hasta objetos como árboles, rocas o casas.
Los modos en los que se plantean los desafíos en solitario son tres: carretera, puzzle y supervivencia.
En el modo carretera encontramos más de 50 pistas, que recorreremos de forma consecutiva con el objetivo de completarlas en el menor tiempo posible. A medida que el jugador complete los objetivos fijados para cada pista, se irán habilitando las siguientes de la serie. En total, contamos con siete series (denominadas con letras) de ocho pistas cada una. El promedio de tiempo de carrera en cada pista rondará entre 30 segundos y 3 minutos.
En lo que a tiempos se refiere, hay cuatro objetivos por cumplir: el tiempo mínimo, que habilita la siguiente pista, y tres tiempos que otorgan las medallas de bronce, plata y oro, respectivamente.
Si en medio de la carrera nos damos cuenta de que estamos demasiado lejos de cumplir con cualquiera de estos objetivos, pulsamos la tecla Enter y reiniciaremos el tramo inmediatamente.
A partir de la serie E, el acceso a las siguientes se establecerá sólo si se cumple con un mínimo de medallas obtenidas. Por ejemplo, para competir en la serie F, necesitaremos reunir al menos 10 medallas doradas de las series anteriores.
El modo supervivencia cuenta con 18 circuitos que se presentan aleatoriamente. Aquí nuestro adversario no es el tiempo, sino otros tres vehículos a los que debemos superar en el transcurso de cada circuito. Si llegamos últimos en cualquiera de las competencias, el juego se termina. Si, en cambio, finalizamos primeros o segundos, avanzaremos de forma también aleatoria.
El problema de este modo es que no contamos con la posibilidad de reiniciar la carrera, ni grabar el juego para seguirlo luego. Por lo tanto, la única forma de superarlo es armándose de paciencia para conocer al detalle cada circuito.
El modo puzzle es quizá el más divertido. Aquí arrancamos desde el editor de pistas, con el que deberemos armar un circuito que conecte el punto de partida y de llegada, usando los tramos y bloques que tenemos disponibles.
A partir de la estructura que montemos, el juego sugerirá un tiempo para batir, el cual podrá ser alcanzado en la medida en que optimicemos el armado del circuito y la forma de conducirlo.
Para aquellos que quieran plantear desafíos en red, encontramos tres modos de juego: vueltas, equipos y contrarreloj.
Jugando en el modo vueltas, los corredores arrancan de forma simultánea y compiten por llegar primero, obteniendo puntos de acuerdo con el orden de llegada. El modo equipos es muy parecido, con la diferencia de que los corredores se agrupan para sumar puntos a un equipo, en vez de hacerlo de forma individual. Por último, el modo contrarreloj es muy similar a la clasificación de las competencias de Fórmula 1. Aquí, cada jugador debe salir a la pista cuantas veces pueda, en el lapso de un tiempo prefijado, y obtener los mejores tiempos de vuelta posible. La diferencia es que podremos salir y retomar el juego en los tramos que queramos, para hacer los ajustes necesarios e intentar bajar el tiempo a lo mínimo posible.
Lo que vimos hasta aquí son las características del juego original, que se distribuye de forma comercial.
A partir de éste se desarrolló un derivado llamado TrackMania Sunrise, que cuenta, además, con nuevos escenarios, vehículos y desafíos. Éste ofrece, a su vez, un paquete de expansión denominado TrackMania Sunrise eXtreme, con más extras y vehículos.
NADEO desarrolló una versión especial y gratuita de TrackMania, llamada TrackMania Nations ESWC, cuyo instalador completo puede descargarse desde el sitio oficial.
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