Tranquilos, aquí está el Capitán Picard
Londres (DPA) – La nave «Enterprise» ha sufrido un golpe lateral y un cúmulo de meteoritos ha roto el timón. Con enorme energía es arrastrada hacia un agujero negro. Pero entonces, cuando todo parecía perdido, interviene el capitán Picard. El público respira aliviado, porque sabe que todo se va a solucionar. Y nadie navegó con tanta maestría por el universo -ni el uniforme estrecho le quedaba tan sexy- como a Patrick Stewart en su papel de Picard.
El actor, que cumplió esta semana 65 años, no tuvo una tarea fácil cuando en 1987 tomó el relevo del capitán Kirk. Los «trekkies», como se autodenominan los fans de «Star Trek», eran fieles a su antiguo «capitán», pero pese a ello el actor británico los convenció rápidamente, porque tenía todo lo que se esperaba de un nuevo líder de la nave «Enterprise»: autoridad, competencia, lealtad y esa indescriptible tranquilidad cada vez que la nave amenazaba con caer en un nuevo agujero negro.
En realidad sólo se preveían un par de entregas con Stewart, pero al final se hicieron 178 secuelas. «Yo pensaba llegar a Hollywood y pasarme un buen rato en la piscina», comentó el propio actor, que en vez de ello tuvo que trabajar muy duro.
Por suerte, estaba acostumbrado a ello: Ya con 12 años se subió por primera vez al escenario, con 15 dejó la escuela, comenzó a trabajar como reportero en un periódico local y se entusiasmó cada vez más con el teatro. Después de un año, su jefe lo puso en la disyuntiva: o el teatro o el periódico. Y eligió el teatro. Entre los expertos, Stewart es considerado hoy uno de los mejores intérpretes de Shakespeare, aunque durante los años ha hecho papeles muy diversos en series de televisión y películas, como en el clásico «Moby Dick» o en «X-Men» y «Duna». Pero el hombre con la calva más atractiva de Hollywood se hizo famoso en todo el mundo gracias a su papel como el capitán Picard en «Viaje a las estrellas». Incluso el famoso físico y matemático Stephen Hawking es un fan de «Star Trek».
«El papel de Picard ha cambiado toda mi vida -asegura Stewart-. Me llevó a un mundo al que nunca pensé en pertenecer, de famosos, gloria y éxito financiero».
Comentarios