Tras la caída de Mosul, la mira aliada se posó en Tikrit 12-4-03

Acuerdos para controlar los saqueos y la violencia que se extendían en Irak

La caída de Mosul, la tercera ciudad iraquí, dejó a Tikrit, cuna del derrocado líder Saddam Hussein y enclavada 175 kilómetros al norte de Bagdad, en el próximo objetivo más significativo de las tropas norteamericanas. Pero mientras bombarderos estadounidenses continuaron atacando posiciones alrededor de Tikrit, el paradero de Hussein, sus dos hijos y los principales miembros de su gobierno seguía siendo un misterio. En Mosul, 390 kilómetros al norte de Bagdad, el Quinto Regimiento iraquí se rindió en masa tras una negociación con las fuerzas invasoras, dijo el Comando Central estadounidense en Qatar. «Hoy ha sido firmado un documento escrito», dijo el teniente Mark Kitchens en el centro de comando de Qatar. La televisión mostró a centenares de hombres que salían a pie de Mosul en el inicio aparente de un largo recorrido hacia sus pueblos de origen en el sur. «Estamos en el proceso de decidir si se convertirán (en prisioneros de guerra) o si simplemente regresarán a sus hogares», dijo el capitán Frank Thorp. Efectivos de la 173ra Brigada Aerotransportada se desplazaron para asumir el control de la estratégica ciudad norteña de Kirkuk, tomada el jueves por combatientes kurdos junto con fuerzas especiales estadounidenses. Los soldados estadounidenses comenzaron a desplegarse en los cercanos yacimientos petroleros, que suministran el 40 por ciento de los ingresos que obtiene Iraq por la venta de crudo. La retirada de los kurdos de Kirkuk, que consideran su capital tradicional, busca calmar a Turquía, que teme que puedan usar la riqueza de la ciudad para financiar un estado independiente y alentar las demandas separatistas de la minoría kurda turca. (Reuters)

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