Tras la historia sumergida en el río Negro

El martes habrá charla en Viedma sobre el proyecto.

El río Negro, su desembocadura y la zona marítima adyacente, objetos de un proyecto de recuperación del patrimonio subacuático.

Pedro Caram

pcaram@rionegro.com.ar

La identidad de los pueblos se construye mediante la recuperación de los vestigios del pasado, siguiendo las huellas que la historia ha dejado, tanto en forma de relatos -sustancia esencial de la memoria colectiva-, como de elementos concretos que perduran, a veces ocultos, en oscuros y olvidados rincones de las ciudades o hasta sumergidos en los ríos o mares. La comarca Viedma-Patagones posee una riqueza histórica invalorable. Así lo demuestran los fragmentos del pasado que se han recuperado en la ciudad maragata y que forman parte de un paseo muy atractivo para el turismo y los estudiosos de los hechos del pasado.

Sin embargo, hay quienes aseguran que en la región queda mucho por descubrir, fundamentalmente en aguas del río Negro y en la zona marítima adyacente a la desembocadura. Por lo tanto, comenzaron a desarrollar proyectos de investigación que ya han logrado un interesante grado de avance ante autoridades académicas, referentes culturales y funcionarios provinciales.

Como un paso clave en este proceso, el equipo que lo lleva adelante, integrado por el conocido buzo de la Universidad del Comahue y del Instituto de Biología Marina y Pesquera “Almirante Storni”, “Tony” Brochado, organizó para el martes una disertación a cargo de dos destacados profesionales en la temática, el arquitecto, con una Maestría y doctorado en Restauración de Monumentos, Daniel Schavelzon y la antropóloga especializada en arqueología subacuática, Ana Igareta, ambos investigadores del Conicet y, junto a Brochado, al frente de este proyecto.

“La Importancia de la recuperación del Patrimonio Subacuático de la comarca Viedma-Patagones y Patagones-Viedma” es el nombre asignado a la charla que se desarrollará ese día desde las 19 en el microcine de la Universidad del Comahue, en Viedma.

Los temas a tratar serán la Gestión de Convenios, Metodología operativa, Antecedentes y Patrimonio Histórico en el Período 1779-1952. El proyecto ya cuenta con el aval de las autoridades del Centro Regional Zona Atlántica de la UNC, quienes a su vez establecieron acuerdos con el director del museo Ema Nozzi de Patagones, Jorge Bustos, a la espera de las autorizaciones por parte del subsecretario de Cultura de Río Negro, Armando Gentile.

La charla de este martes será la primera actividad formal tendiente a generar conciencia en la población sobre la importancia de la preservación de esos vestigios de la historia y también el primer acercamiento entre los profesionales y el sector de la comunidad interesado en estas temáticas.

La intención es promover, organizar y ejecutar por sí o por terceros la recuperación del patrimonio subacuático, relevarlo en ríos, lagos y aguas marítimas continentales de la provincia de Río Negro y zonas vecinas a través de convenios, clasificar ese patrimonio, establecer acciones que contribuyan a su conservación, señalizar los sitios que lo reúnen, coordinar las acciones con los organismos públicos vinculados a su conservación y promover la legislación que resulte necesaria.

El “Duquesa de Goiás”

Acerca del varamiento del Duquesa de Goiás, el profesor y legislador, que también colaborará con la investigación, Pedro Pesatti afirmó “que el 27 de febrero de 1827, hacía su aparición en el horizonte una poderosa escuadra de guerra con intenciones de ingresar al río Negro. El pueblo de Patagones y Viedma debieron organizarse para enfrentar el mayor desafío de su historia. A las 9 de la mañana del 28 de febrero de 1827, la infantería del coronel Pereyra abrió fuego de cañón y metralla contra el bergantín el “Escudero” de la Escuadra Imperial del Brasil. El barco, que enarbolaba la bandera de las Provincias Unidas para engañar a los defensores, izó la bandera de su país al ganar las tranquilas aguas del estacionario y celebró su victoria. Detrás de este bergantín ingresó una poderosa corbeta, la “Itaparica”, que traspasó la línea de la defensa sin dificultades porque ya no quedaban municiones para atender la batería ni existían otros medios para enfrentar la agresión.

Sobre el mediodía, y en plena bajante, un tercer barco intentó franquear la desembocadura pero quedó varado en los bancos exteriores, impidiendo el desplazamiento de la cuarta nave que avanzaba detrás.

A esta altura de los hechos, y sin posibilidades de trabar combate con los invasores, la infantería se replegó en dirección al Fuerte junto a los corsarios de los comandantes Harris, Dautant y Soulin y a los hombres del gaucho Molina. Dos negros y el corsario Fiori, de origen Italiano, mueren durante estas acciones.

Luego de permanecer un día en alta mar, la “Constancia” logra atravesar la barra con los sobrevivientes de la “Duquesa de Goias”, la corbeta insignia de la expedición que se hundió en la desembocadura tras permanecer cinco días encallada en los bancos exteriores”.


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