Tratan de evitar asentamientos ilegales

SAN MARTIN DE LOS ANDES (ASM).- Una original salida a la crisis derivada de las ocupaciones ilegales ensayará el municipio de San Martín. Se trata de la creación de un «banco de tierras» fiscales, cuyo anteproyecto se encuentra en etapa de discusión y análisis, dijo el presidente del Deliberante, Ramón Asmar.

El municipio dispondría de predios fiscales que vendería a precios de fomento a los interesados, al tiempo que proveería de planos tipo para la construcción de viviendas por sistema se ayuda mutua y esfuerzo propio.

La idea apunta, en el mediano plazo, a evitar nuevas tomas clandestinas y a reubicar a los pobladores que ya están en esa condición.

Las tomas o asentamientos espontáneos se vienen sucediendo en San Martín desde hace años, pero entre las autoridades se coincide en que han recrudecido desde el «98 en adelante.

El caso es que por sus características de emplazamiento entre cerros y otras condicionantes geográficas y de urbanización, el casco de San Martín tiene escasa disponibilidad de tierras.

Tanto es así que la última toma se ha producido en Chacra 4, sobre terrenos que en realidad están destinados a la construcción de un nuevo hospital. Otra de las ocupaciones -de más antigua data- se produjo en «la Islita», sobre un predio peligrosamente inundable.

Lo que se busca ahora es encontrar mecanismos que no contradigan las estrictas previsiones que impone la Carta Orgánica para la afectación de tierras de dominio público o privado del municipio, al punto que exige una mayoría especial para la toma de decisiones. De hecho, las limitaciones que impone la carta liminar han derivado en más de una discusión entre el Concejo y antiguos pobladores sin resolución legal de su instalación, ante la imposibilidad de autorizar la extensión de servicios.

Una opción ya en marcha surgió de un acuerdo con el IPVU para la construcción de viviendas modulares, que se están levantando en la zona de Chacra 30 para la reubicación de pobladores del barrio Jardín.

Tomando como referencia esa experiencia y frente a la presión por hallar salida a la crisis de las ocupaciones, surgió la idea de conformar un «banco de tierras», dijo Asmar.

Según la iniciativa en ciernes, se utilizarían tierras de la Chacra 30, al este de la ciudad, parte de las cuales ya pertenecen al municipio. También mediante construcción en módulos, con planos tipo y probablemente mediante sistemas de ayuda mutua y esfuerzo propio o variantes similares, el municipio vendería las tierras a precios de fomento.


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