Tres décadas de abandono y frustración

Colonización del Valle Inferior de Viedma

HÉCTOR JORGE COLÁS (*)

Los estudios de aprovechamiento e irrigación del Valle Inferior de Viedma se iniciaron en 1880, cuando Álvaro Barros se hizo cargo de la Gobernación de la Patagonia. En el año 1946 el proyecto se incorporó al Primer Plan Quinquenal del gobierno de Juan Domingo Perón con una partida presupuestaria de 50 millones de pesos para la iniciación de los trabajos de riego en una superficie de 48.000 hectáreas en las inmediaciones de Viedma. El primero de noviembre de 1951 la empresa Ibarra y Asociados inició oficialmente la primera etapa del proyecto de regadío del Valle Inferior del río Negro, bajo la supervisión técnica del nuevo organismo Agua y Energía Eléctrica de la Nación. Se construyeron 60 kilómetros del canal principal con un caudal de 40 metros cúbicos por segundo y algunos secundarios. Se levantó el edificio de la bocatoma y también un descargador-regulador con espacio para una pequeña central hidroeléctrica y se habilitó el sifón de cruce de la Ruta Nacional Nº 3. En mayo de 1958 asumió el gobierno de Río Negro el primer gobernador provincial, Edgardo Castello, quien encargó a la empresa Italconsul una revisión y actualización del proyecto de irrigación. La consultora entregó en 1960 el estudio desarrollado en 13 tomos. La conclusión final determinaba que la superficie analizada se podría extender a 73.525 hectáreas. El estudio señalaba que el proyecto se llevaría a cabo en ocho etapas, con un diseño de construcción que podría ser cumplido íntegramente en un lapso total de 13 años. De acuerdo a ese cronograma, la sistematización de las tierras, la instalación de industrias, la construcción de viviendas y caminos y el surgimiento de nuevos centros urbanos tendrían que haber finalizado en el año 1973. El 4 de agosto de 1961 la Legislatura provincial sancionó la ley 200, que creaba el Instituto del Valle Inferior (Idevi). La norma declara “su intención y propósito de ejecutar íntegramente todas las etapas del Programa de Desarrollo Agrícola del Valle Inferior del Río Negro”. Al mismo tiempo se solicitó apoyo a la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y se gestionó un crédito internacional ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). En 1963, durante el gobierno del radical Carlos Cristian Nielsen, profesionales de la FAO comenzaron su actividad en Viedma. El BID concedió un préstamo para el riego de 8.700 hectáreas y la ejecución de la aerofotogrametría de todo el valle. También se contrató la prolongación del Canal Principal, desde el kilómetro 60,3, construido en 1951, hasta la progresiva del kilómetro 90. Se inició la construcción de la Estación Experimental de Riego y Cultivos. Durante los gobiernos militares de facto de 1967, José Homero Lanari inauguró la Estación Experimental y, en 1969, otro interventor castrense, el general Roberto Vicente Requeijo, produjo un hecho trascendental para el Valle Inferior del río Negro al inaugurar la derivación de agua desde la bocatoma hasta las primeras parcelas del Idevi. Durante su gobierno se adjudicaron las subzonas A, B y C del proyecto de riego. Mario José Franco, el primer gobernador que asumió en 1973 en representación del peronismo el gobierno de Río Negro sin ninguna proscripción cívica, obtuvo un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para la construcción de la segunda etapa y adjudicó la subzona D del proyecto. En 1975 el gobernador justicialista entregó las parcelas correspondientes a la subzona E. Derrocado el 24 de marzo de 1976 el gobierno de la Nación, encabezado por la presidenta María Estela Martínez, por las fuerzas armadas que colocaron en el poder una junta que designó como titular del Ejecutivo nacional a Jorge Rafael Videla, en Río Negro asumió la gobernación el contraalmirante Aldo Luis Bachmann. El marino continuó las obras de la segunda etapa del Idevi, que comprenden las subzonas F, G y H. Además, concretó un acuerdo con Agua y Energía Eléctrica de la Nación para el estudio integral de rehabilitación del Canal Principal. En 1978 otro gobernador de facto, el contraalmirante Julio Alberto Acuña, paralizó las obras y suspendió el proyecto de regadío del Valle Inferior. Lo lamentable es que la continuación de este viejo proyecto de irrigación, planificado para modificar la estructura productiva y laboral de la zona y abrir perspectivas económicas y sociales infinitas, no estuvo en la agenda de los sucesivos gobiernos radicales que manejaron el Idevi a partir de 1983. Es justo reconocer que tampoco reclamaron la conclusión del proyecto los partidos políticos ni las instituciones intermedias de la provincia. El sueño y la esperanza de una comunidad frustrada y postergada debe ser una idea fuerza que se plasme en una decisión política del futuro gobierno provincial. La posibilidad de irrigar en forma total el Valle Inferior sigue siendo el eje del progreso futuro de Viedma y también la palanca de desarrollo y transformación integral de esa región. (*) Periodista. Viedma


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