Tres policías condenados en Viedma

Fue por irregularidades en una ex subcomisaría. Al oficial Sales le dieron 4 años y medio de prisión.

VIEDMA (AV)- Tres policías fueron condenados, dos de ellos a penas superiores a los tres años que implican prisión efectiva, en la causa por irregularidades en la ex subcomisaría del barrio Guido de esta ciudad.

Al oficial principal Ricardo Sales se le impuso la pena mayor: cuatro años y seis meses de prisión con la unificación de una condena anterior, imputándosele los delitos de «peculado de servicios» en forma reiterada, «violación de los deberes de funcionario público» y «estafa» en concurso ideal con «falsedad ideológica de instrumento público».

El subcomisario Marcelino Pedrozo fue condenado a tres años y tres meses por «peculado de servicios» reiterada y «violación de los deberes de funcionario público». Ambos condujeron en períodos diferentes la ex subcomisaría.

En tanto al suboficial Daniel Donato se lo condenó a tres años de prisión en suspenso por considerárselo partícipe necesario de «peculado de servicios» concursado idealmente con «violación de los deberes de funcionario público». A los tres se los inhabilitó a perpetuidad para ejercer cargos públicos.

La Cámara del Crimen, integrada por los jueces María del Carmen Vivas de Vázquez, Eduardo Ignacio Giménez y Juan Pablo Videla absolvió a los cuatro policías restantes, Carlos Gorostarzu, Raúl Paolini, Alfredo Sapaiger y César Curiqueo. También tomó la misma decisión respecto de los tres condenados en relación con el delito de «estafas» y «asociación ilícita». Este último era el delito más grave por el cual se los procesó y generó la prisión de varios de los policías, entre ellos César Curiqueo quien estuvo preso un año y ahora resultó absuelto. Pedrozo y Sales también cumplieron detención.

A la lectura de la sentencia, que le llevó más de una hora a la presidenta Vivas de Vázquez, no asistieron Sales ni Paolini, mientras que Curiqueo lo hizo con el traje policial. Se ordenó además que se investiguen otros hechos revelados en el juicio.

Los jueces lamentaron que durante el juicio «se apreció un pronunciado déficit instructorio, que entre otras cosas patentizó una calificación como es la de asociación ilícita que careció de todo sustento probatorio». La instrucción estuvo a cargo del ahora camarista Jorge Bustamante y de la fiscal Daniela Zágari. Lamentó el tribunal que una pericia no determinara con más exactitud los montos distraídos.

 

Cooperadora y adicionales

 

Sobre el cobro y destino de los fondos de la cooperadora de la exsubcomisaría del Guido, para el Tribunal quedó probado que Pedrozo y Sales en su calidad de jefes desafectaron del servicio al suboficial Daniel Donato para que cobrara a los socios, recau

dación que era rendida a ellos, mientras que éste recibía un porcentaje por ese trabajo. Interpretó que en este caso se configuró «peculado de servicios» desde que se distrajo a un policía de sus tareas específicas para que hiciera las cobranzas, mientras percibía el sueldo pagado por el Estado y no asumía las tareas que le correspondían. En este marco también les imputaron a los exjefes «violación de los deberes de funcionario público, ya que es la ley policial la que asigna los deberes de sus integrantes. En estos delitos, Donato fue considerado como partícipe necesario.

Respecto de los servicios adicionales en la empresa privada Fridevi, para los jueces quedó probado que durante las gestiones de Pedrozo y Sales se desafectó personal para cumplir adicionales en ese frigorífico que en principio serían para beneficio de la subcomisaría.

Consideraron que en este caso no hubo responsabilidad por parte de quienes prestaron esos servicios porque «si bien cumplían el adicional encontrándose de servicios, lo que se planteó como voluntario terminó impuesto por los jefes -quienes hacían el organigrama de los adicionales- y el que se negaba era recargado en el servicio. No llegan a ser partícipes del ilícito, pues para ello tienen que saber y ser conscientes de la desviación funcional. Inicialmente medió error, a lo que se agregó la coacción».

Agregaron que aquí el beneficio recayó en los jefes de la unidad -Pedrozo y Sales- que lo destinaron, entre otros fines, a agasajar a jefes policiales, magistrados y directivos del IPPV.


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