Tribunal de ética quita matrícula a un profesional

Sus pares dieron por probado que fue informante del Ejército.

Leonardo Petricio

NEUQUÉN (AN).- El Tribunal de Ética del Colegio de Profesionales de Servicio Social dictaminó retirarle la matrícula a Ricardo Grisotto, al considerarlo responsable de haber violado principios éticos, priorizando su condición de informante del Ejército en la época de la dictadura militar que encabezó Jorge Rafael Videla. La sanción es la máxima que puede aplicar la entidad y se fundamentó, según la resolución, en que Grisotto violentó el secreto profesional; utilizó información propia de su trabajo en el hospital Castro Rendón para su tarea de informante; y desplegó una actividad de inteligencia paralela a la profesional, entre otros motivos. El juicio, el primero de estas características que se hace en la región, se realizó ayer en la Asociación Cultural Conrado Villegas con la presencia un nutrido grupo de personas. Grisotto estaba citado, pero no concurrió ni tampoco envió descargo alguno, una posibilidad que le otorgó el tribunal. Oportunamente, se informó, el profesional admitió haber sido informante de las fuerzas armadas pero, como otros involucrados de la región, adujo que lo hizo en cuestiones relacionadas con el conflicto limítrofe con Chile. La conclusión que derivó en la sanción se elaboró a partir de los aportes que hicieron los testigos y los antecedentes que previamente había reunido el Colegio. Grisotto figura en la lista de colaboradores del Ejército que dio a conocer meses atrás la revista Veintitres. Actualmente es jubilado como trabajador social pero el retiro de la matrícula igualmente lo inhabilita para asumir tareas extras, como realizar peritajes o elaborar algún tipo de informe. “La sanción es importante en tanto el dictamen –se comenzó a elaborar de inmediato– contendrá elementos que pueden ser de utilidad para organizaciones de derechos humanos y constituye un antecedente para abordaje de casos similares”, comentó la secretaria del Colegio, Silvia Roca. La dirigente señaló que entre la documentación y la información que se consideró, surgió que Grisotto percibe una jubilación, de alrededor de 1.000 pesos, por su actuación como informante de las Fuerzas Armadas. Ayer testificaron, entre otros, el presidente de la Asociación de Profesionales del hospital Castro Rendón, César Dell’Ali; la miembro del Pastoral de Migraciones, Alicia Sepúlveda; y Lolín Rigoni, de las Madres de Plaza de Mayo de Neuquén. También estaba convocado Raúl Muñoz, de la Pastoral de Migraciones, quien no asistió. “Lo lamentamos, porque Muñoz oportunamente reveló que Grisotto concurrió a la Pastoral y admitió haber colaborado con el Ejército, en el conflicto con Chile. Su testimonio hubiera sido valioso”, dijo Roca. Rigoni declaró que cuando trascendió que su nombre figuraba en la lista de informantes del Batallón 601, Grisotto se presentó y negó haber participado en acciones de la represión durante la dictadura miliatar.

El Colegio de Profesionales de Servicio Social deliberó en la sala Conrado Villegas. Grisotto no concurrió.


Leonardo Petricio

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