Triple crimen: Llamativas ausencias en la lista de testigos

A la lista de 85 testigos citados para declarar, parece faltarle algunos nombres importantes. Entre ellos el de gente que vive cerca de los olivillos.

CIPOLLETTI (AC).- En la lista de testigos citados para el debate del triple crimen hay llamativas ausencias.

No aparecen los nombres de algunas personas que viven en los alrededores del lugar donde encontraron los cuerpos sin vida de las hermanas María Emilia y Paula González y de Verónica Villar.

Tampoco aparecen los nombres de quienes realizaron explosivas declaraciones que luego cayeron en el olvido.

Si bien esos testimonios están en el expediente y serán incorporados por lectura, sorprende que no se citara, por citar un ejemplo, a Mónica Aragón y Sonia Dimenza.

Ambas mujeres viven en la chacra más próxima al puentecito donde se lo vio a Claudio Kielmasz. Tampoco aparece en la lista Hugo Vallejos, el cuidador de la chacra en cuyos fondos aparecieron los cuerpos de las tres jóvenes estudiantes.

Tampoco están en la lista José Aburto, Ricardo Delaloye, Marcela Torres y Rosana Moraga, las personas que oportunamente realizaron declaraciones sorprendentes, ocupando por bastante tiempo el centro de la investigación.

Aburto es el «investigador paralelo» que declaró en forma misteriosa en un hotel y aportó los nombres de varias personas que según dijo, podían dar información sobre el hecho.

El taxista procesado

Delaloye es el taxista cipoleño que estuvo procesado por falso testimonio y que posteriormente dio el nombre de un jefe policial a quien dijo haber visto en Circunvalación y las vías en la madrugada del lunes 10 de noviembre.

También aportó los números de las patentes de los tres vehículos que -según él- estaban en ese lugar. «Había alrededor de ocho personas, entre ellas uno o más policías», relató.

Torres aseguró haber escuchado a los presuntos asesinos un día después del hecho, cuando estaba en el interior de su casa.

«Era la 1.30 aproximadamente cuando uno de los tres sujetos que estaban en la vereda dijo llorando yo no las maté, yo no las maté», afirmó ante el juez Pablo Iribarren.

Moraga es la mujer que realizó tres declaraciones ante la justicia, a raíz de que su ex pareja -un conocido abogado de la zona- le había dicho en medio de una discusión: «si seguís jodiendo te va a pasar lo de las chicas de Cipolletti».

Sus declaraciones están en el expediente. Y allí quedaron. En varias ocasiones, a lo largo de 2000, las familias dijeron que en el juicio se iban «a clarificar todas estas cosas».

Pero llegó el debate y sus nombres no están incorporados como para que ratifiquen o rectifiquen sus dichos.

Desde mañana comenzarán a desfilar los 85 testigos requeridos para el debate. Es poco más del diez por ciento de las más de 700 personas que declararon a lo largo de 40 meses de investigación.

La mayoría de los citados fueron propuestos por la fiscalía. Unos pocos se agregaron a pedido de los abogados querellantes y del defensor de Claudio Kielmasz, Gustavo Viecens. Eves Tejeda, el letrado que patrocina a Guillermo González Pino, no alcanzó a presentar su pedido oportunamente.

Más de 200 testigos están en el listado de personas que el fiscal Edgardo Rodríguez Trejo (fiscal original de la Cámara Segunda) solicitó que se incorporaran por lectura.

Muchos de ellos seguramente serán llamados para el debate de alguna de las cuatro causas conexas que se desprendieron de la investigación del triple crimen.

Están los nombres de muchos cipoleños que participaron de la búsqueda de las tres chicas, de algunos familiares de las víctimas, y de otras personas que se pensaba que podían tener algún dato de interés.

«Por un segundo juicio»

CIPOLLETTI (AC).- «Independientemente de lo que pase, de la nulidad o no del juicio, de la condena o no de González Pino y de Kielmasz, las familias y los abogados estamos dispuestos a seguir luchando para que se siga investigando y para que haya un segundo juicio», expresó anoche Ulises González.

La marcha de ayer fue más concurrida y más ruidosa que las anteriores. A la gente que habitualmente se une a los familiares en el reclamo de justicia, se sumaron los integrantes de la Coordinadora de Desocupados y del Movimiento Antipeaje, entre otras instituciones locales.

Frente a la comisaría Cuarta, Mary Mella tías de las hermanas González, cuestionó a la Policía y a la justicia rionegrina, y también dedicó un espacio para solidarizarse con este diario por la reciente intimidación. «Debemos estar muy atentos, porque por lo visto no se los puede tocar, no se les puede decir nada, y hay que someterse a todas sus chanchadas y porquerías, cosas que ellos están acostumbrados a hacer», dijo la mujer, aludiendo al gobierno.

Poco después, en la plaza de la justicia, González habló de lo sucedido en Regina, con la absolución de González Pino en el crimen de la taxista Mariela Rodríguez. Al igual que su abogado, el papá de las hermanas asesinadas, manifestó que no hay que mezclar los casos. «Son dos cosas muy diferentes. El crimen de Regina es una sola mujer que es asesinada a altas horas de la noche y acá son tres chicas a pleno día prácticamente. En Regina se sospecha de la participación de una persona, acá sería más de una y hay un gran encubrimiento también», sostuvo.

Por otra parte, enfatizó que una vez que finalice este juicio, «habrá que seguir investigando». Luego, al ser consultado por el croquis que confeccionó Claudio Kielmasz en la alcaidía y que según ratifican les llegó por medio del gobernador Pablo Verani, González reiteró que «sería correcto, por la igualdad ante la ley, que el gobernador declarara». Hasta mencionó que quizás se solicite la presencia de Fabio Rey, otro de los funcionarios que estuvo presente en ese encuentro.


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