Triunfo, salto y polémica

San Lorenzo le ganó a Central a domicilio y quedó a un punto de la cima. Final con controversia.

San Lorenzo venció 2 a 0 a Rosario Central en un emotivo encuentro jugado ante más de 40 mil hinchas canayas, en el Gigante de Arroyito, por la sexta fecha del Torneo Inicial, que tuvo un polémico final por el segundo gol, en el que participó el delantero Héctor Villalba, quien ingresó al campo luego de ser atendido y marcó el tanto definitivo. Más allá de la bronca del final, San Lorenzo ganó bien porque Martín Cauteruccio aprovechó a la perfección una contra a los 26 minutos del primer tiempo, en la que eludió a Paulo Ferrari por la izquierda y definió perfecto de derecha ante el desesperado cierre de Nery Domínguez, Hernán Encina y el propio Ferrari, quienes no pudieron tapar su disparo, que entró cerca del medio del arco. Central jugó mejor en el comienzo, con una saludable presión en el medio y los ataques de Ferrari, Encina y Franco Niell por la derecha, y llegó al minuto con un derechazo del Loco Abreu en el techo del arco y a los 9 con un buen cabezazo del propio Niell que Torrico salvó al córner, junto a su poste izquierdo. La visita tenía menos la pelota pero era más punzante, y por eso a los 19 minutos Buffarini llegó solo por la derecha y mandó un violento derechazo que Manuel García mandó al córner; y a los 39’ apareció solo el ingresado Héctor Villalba y el “Mellizo” volvió a salvar su arco. Central volvió a presionar y a buscar el empate en el complemento, pero careció de profundidad y sus llegadas se limitaron a un par de remates de media distancia de Federico Carrizo. Así y todo, pudo haber empatado a los 37 minutos cuando la pelota le quedó servida al ingresado Antonio Medina, por la derecha del área, pero demoró un segundo en pararla y cuando remató fue muy bien tapado por Walter Kannemann, quien salvó su arco. Tras cartón llegó la jugada de la polémica: Héctor Villalba era atendido afuera de la cancha cuando el juez Germán Delfino autorizó su ingreso antes de un tiro libre de Fernando Elizari, en la mitad de la cancha. Villalba picó a espaldas de Ferrari, quien se quedó pidiendo que el árbitro lo inhabilitara, pero el delantero se fue solo, lo eludió a Ferrari en el cierre y definió con un toque ante el arquero y liquidó el partido. Fue un verdadero golazo, por el moño que le puso Villalba a la jugada, pero ese tanto desató las protestas de todo Central, desde el cuerpo técnico, que sufrió las expulsiones del entrenador Miguel Ángel Russo, su ayudante de campo Hugo Gottardi y el profesor Guillermo Cinquetti; hasta los jugadores y los hinchas, algunos de los cuales le tiraron a Delfino desde zapatillas hasta juguetes. Un cierre con algo de escándalo para un partido emotivo. Llegó el final del cotejo que, polémica al margen, San Lorenzo ganó bien por las precisas definiciones de Cauteruccio y Villalba. De esta forma, el Santo se levantó tras la eliminación de la Copa Sudamericana y se acomodó como uno de los escoltas de Argentinos, mientras que Central quedó con 6 unidades.


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