¿Tropezamos con la misma piedra?

Ya decía que el aparente tiempo de serenidad, estabilidad e inicios de crecimiento en el país que intentan transmitir encubre agresivos planes con fines de saqueo y dependencia, basados en un sistema neoliberal que no ha caído del todo y que se asemeja a la década de los 90.

Quienes gobernaron nuestra patria grande hasta hace poco, con tendencia socialista y popular, cometieron el error de caer en la corrupción, ambiciosos de poder y riqueza.

Ahora, los discursos decorativos y escuetos en información proponen indirectamente que el pueblo espere mejores tiempos que pronto llegarán. ¿Son anuncios manipuladores de conciencias que allanan el camino para hacer de Argentina, en este caso, un pueblo arrodillado al extranjero, pobre y vacío de derechos humanos y sociales?

La vuelta del Fondo Monetario Internacional, los arrebatos del modelo extractivista en manos de empresas extranjeras cercanas al Estado, el desigual diálogo con Gran Bretaña, la escalada mediática formadora de opinión que colabora en cegar la mirada de lo que se acuerda a media luz, el avance de una propuesta educativa con un modelo de “civilización” que se remonta al siglo XIX, entre otros hechos, dan muestra de una próxima etapa difícil de hacerle frente.

Favorecen este avance decretos y demás resoluciones que moldean una desprotección legal que utilizarán para cumplir dichos propósitos de desigualdad, explotación y destrucción del medio ambiente, como por ejemplo la derogación de la Ley de Tierras Nº 26737.

Para aquellas personas y organizaciones que siempre estuvieron alertas ante todo aquello que pusiera en riesgo la independencia nacional, los derechos humanos y de los pueblos y la Madre Tierra resistir será un desafío enorme y complicado, aunque no imposible. Otra vez el interés económico prevalece sobre el bien común, causa muertes lentas en los ambientes humano y natural en nuestro pueblo y demás rincones de la patria grande. Alarma que, ante tal plan destructor de la vida humana y la creación toda, las reacciones sean débiles y no globales. Pareciera que la advertencia del complejo panorama o la denuncia del violento atropello fuera el mayor de los desubiques, que manifestarse fuera exponerse con el temor de perder oportunidades a futuro. Esto desde el ámbito político hasta en los ambientes más cercanos y cotidianos donde vivimos. Las diferentes iglesias (credos) también se caracterizan por la acostumbrada prudencia cuando la necesidad de opinión y posturas a favor de la vida humana y el cuidado del agua o la montaña deberían ser urgentes. La destrucción del medio ambiente afecta gravemente a los más débiles de la sociedad en primer lugar, no podemos permitir que ello suceda. Este problema no es ajeno a ninguna persona, la falta de interés no debe existir. Podemos transformar cualquier situación de necesidad o injusticia por más enorme o difícil que sea, muchos/as lo han demostrado en la historia.

La digna rabia y el atrevido compromiso hará que no tropecemos con la misma piedra, otra vez estamos llamados a ser protagonistas de la historia que queremos, unidos y apoyados en la memoria de nuestro pueblo.

Mario Bússolo

DNI 20.998.962

Otra vez estamos llamados a ser protagonistas de la historia que queremos, unidos y apoyados en la memoria de nuestro pueblo.

Mario Bússolo

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Otra vez estamos llamados a ser protagonistas de la historia que queremos, unidos y apoyados en la memoria de nuestro pueblo.

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