«Tuvimos suerte, muchos amigos se quedaron en el camino» 5-7-03

Las dos estrellas del River campeón charlaron en exclusiva con el "Río Negro".

«Tuvimos suerte, muchos amigos se quedaron en el camino»

BUENOS AIRES – Los pasillos de River desbordan de gente. Es un día de semana, no hay partido, pero se respira un clima festivo: es la primera vez que el equipo entrena en el Monumental desde que ganó el Clausura. Los hinchas quieren ver a sus ídolos, tocarlos. Todo el plantel es esperado en las puertas del vestuario. Pero hay dos jugadores que son los más buscados. Las figuras del 31 título de River: Andrés D'Alessandro y Fernando Cavenaghi. En una oficina del club, las estrellas hablan en exclusiva con «Río Negro».

– ¿Cómo viven estos días, que son campeones pero siguen entrenando?

Cavenaghi: Contentos, sabiendo que queda una fecha y vamos a querer ganar. Por todo, por la gente, por nosotros D'Alessandro: Si bien ya somos campeones y todavía estamos festejando, el torneo todavía no terminó. Falta el último partido con Racing y buscaremos ganarlo. No queremos perder por nada del mundo.

– Quedó la espina de la Copa…

D: Nos quedamos afuera de

la Libertadores por un tema extrafutbolístico. Perdimos un partido atípico. Tuvimos un buen desempeño y nos hicieron los goles en 15 ó 20 minutos de desesperación.

– ¿Que Boca haya ganado la Libertadores empañó lo de River?

D: No, para nada. Son dos cosas totalmente distintas. No tuvimos suerte en la Copa pero sí la hemos tenido en el campeonato. Fuimos los mejores de Argentina. No hay que sacarnos méritos. Ni tampoco decir que el campeonato es menos.

C: Es un tema más del periodismo. En la Copa dimos un paso en falso y quedamos afuera. En el campeonato veníamos bien y, por suerte, lo terminamos ganando. No es poca cosa el torneo local, donde el fútbol está tan parejo.

– Hubo gente que le quitó importancia al torneo local.

D: Eso pasó con el Boca-River también. Se olvidaron del primer tiempo que hicimos,sólo se habló del segundo tiempo de Boca – ¿Dio bronca ese partido?

D: Estuvimos condicionados por una expulsión, si no, hubiese sido otro resultado- ¿Lloraste después de ese día en la Bombonera?

D: No, no lloré. Pero bronca tenés. Por como se había dado el partido, por como había jugado River el primer tiempo. Once contra once hubiera sido distinto. River hubiese manejando la pelota en el segundo tiempo, haciendo uno o dos goles más.

– ¿Molesta que Boca sea campeón de América?

D: No, no. Yo festejo lo mío. Que Boca festeje lo que tenga que festejar. Un campeonato no es menos que otro. Nada más que uno es internacional y otro es local. No hay que ser hipócritas, no seamos hipócritas: a todos nos gustaría ganar un campeonato en la Argentina. También un campeonato internacional. Nosotros nos quedamos con las ganas de la Copa. Como Boca se ha quedado con las ganas del Clausura también La charla con «Río Negro» transcurre en una pequeña oficina del club. Detrás de la puerta, unas 300 personas, entre periodistas y fanáticos, pugnan por entrar. Tres adolescentes logran burlar la seguridad e ingresan. Después de tanto esperar y luchar, las chicas –paralizadas- se emocionan, lloran. Consiguieron lo que buscaban: un autógrafo de sus ídolos. Cavenaghi mira la puerta atiborrada de gente y abre grande los ojos: «¿Cómo salgo de acá? Hagan un agujero en el techo», sugiere sonriente.

– Son jóvenes, ya tuvieron que cambiaron sus teléfonos, ¿cómo manejan todo esto?

C: No, se vive bien, tranquilo. Con los seres queridos y con la gente que siemprenos acompaña.

D: En los buenos y malos momentos uno se acuerda de la gente que siempre estuvo y está: la familia, los amigos. Va a ser importante tener en claro eso.

– ¿El acoso no cansa?

D: El reconocimiento de la gente es lo mejor que le puede pasar a un jugador. Parar tres minutos para firmar un autógrafo, sacarte una foto o atender a la gente, no te va a cambiar la vida. Más allá de los hinchas de River. También hay hinchas de Boca que me saludan y eso es bueno.

– ¿Qué cambió al estar en la primera de River?

D: Nada, uno es más conocido, pero sigo haciendo lo mismo.

¿Te fuiste a vivir solo?

D: No, vivo con mi familia.

– ¿Seguís yendo a los mismos lugares con tus amigos?

D: Sí, sí. Sigo haciendo las mismas cosas. Paro en el mismo lugar, voy al cine.

-¿Podés?

D: Sí, porque es el barrio, la gente que siempre me conoció y me conoce desde hace mucho. Allí soy uno más -Realmente, ¿Se ponen a pensar a dónde llegaron?

C: Sin duda hay que ser privilegiado. Muy pocos lo logran. Han quedado amigos y compañeros en el camino. No es fácil. Muchos hacen el mismo sacrificio y no lo pueden lograr. Me siento orgulloso y contento de haberlo hecho D: Siempre unopiensa en los chicos que han jugado con uno siete u ocho años y han quedado en el camino. Pero nadie nos regaló nada y esto es fruto de mucho esfuerzo, sacrificio y trabajo. Somos privilegiados de estar jugando en River. Después, salir los domingos a la cancha es hermoso – ¿Es una ventaja jugar en River? Salió campeón, ya se habla de incorporaciones…

D: Sí y no. Porque jugás dos partidos mal y es muy difícil manejar esa situación. River es especial: jugar en el mejor club de la Argentina no tiene precio.

C: Coincido con él. Es muy lindo jugar acá y por eso quiero disfrutar a full lo que estoy viviendo.

D'Alessandro atiende el celular y se aleja por un mo

mento de la charla. Cavenaghi, entonces, habla de su infancia en el Buenos Aires cuasi rural. Nació en O'Brien y vivió allí hasta los seis años. Sus padres se separaron y él se fue con su mamá a Chacabuco – ¿Cómo fue el cambio del pueblo a la Capital?

C: Muy duro, vine a los 12 años. Era muy chico. Es difícil dejar a toda la familia, a los seres queridos, amigos. Gracias a Dios ya pasaron siete años y el esfuerzo tuvo sus réditos. Estoy muy bien ahora acá, acostumbrado a la Capital.

– Uno de tus hobbies es pintar, suena un poco atípico, ¿no?

C: Puede ser, a mí se me dio por empezar hace poco. Tengo una tía que enseña. Ahora estoy con una profesora. Aprendiendo… es algo que hago para distenderme.

– ¿Qué más te gusta hacer?

C: Generalmente paso mucho tiempo con mi familia

– ¿Estudiás algo?

C: Estoy terminando el secundario. Me queda quinto año. Así que espero terminarlo.

– ¿Te gusta mirar fútbol?

C: Sí, bah, miro lo normal. El fin de semana, si no tengo que jugar, trato de hacer otras cosas. Soy muy casero, demasiado.

– Atajaste en la práctica…

C: (Se ríe y achina los ojos) Siempre soy el arquero de los picados. Pero en las inferiores siempre jugué de delantero.

Cavenaghi pide disculpas: se tiene que ir. Sale rodeado por la seguridad. El volante se queda unos minutos más.

– Maradona dijo que eras el mejor del mundo y el más parecido a él.

D: (Se sonroja) Y yo le dije que estaba borracho. No, nada que ver. Diego es un ser de otro planeta. Las cosas que hizo no son de un hombre normal. Fue lo más grande que hay y lo que va a haber. Ojalá me pueda parecer, no sé, me crezca el pelo o algo (risas).

– ¿Cómo te cayó que dijera que «River es campeón de cabotaje»?

D: No, no, al Diego no hay que decirle nada. Es el más grande y tiene su opinión. Es el Diego, es un Dios.

– En la cancha, ¿se dan cuenta de los golazos que hacen?

D: Nos damos cuenta de que hay que ganar. No importa quién hace el gol y cómo entra la pelota.

– El que hiciste contra Gimnasia, por ejemplo…

D: Queda para el recuerdo. En lo personal creo que fue el mejor que hice. Ahora espero hacer más.

– ¿Estás estudiando alemán?

D: No, no, gracias que sé castellano hasta ahí nomás. Estoy pensando en el partido con Racing.

– Pero lo del Wolfsburgo ya se da como hecho.

D: No sé nada. De eso se encarga mi representante.

– ¿Te gustaría jugar allá?

D: Siempre dije que me quedaría toda la vida en River. Es mi segunda casa y estoy muy cómodo. El sueño de ir a Europa lo tengo, pero no sé cuándo

    Juan Ignacio Pereyra

Luego de conversar con un amigo, D'Alessandro apaga el celular y se suma otra vez a la charla. La gente sigue en la puerta de la oficina. Nadie se mueve. Las chicas gritan histéricas, piden besos, un gesto, al menos algún guiño.

– ¿Están de novios?

Cavenaghi: Sí. (No lo dice, pero desde hace 3 años sale con Soledad)

D'Alessandro: No.

– ¿Tienen propuestas de las fans?

D: Propuestas no (risas). Llegan cartas para todos, mandan mails. Pero no sólo para nosotros.

– Fernando, ¿cómo manejas esa situación con su novia?

C: Bien. De esas cosas no me gusta hablar mucho. La vida privada la dejo para mí.

Dentro y fuera de la profesión, ¿qué aspiraciones tienen?

D: Quiero lo mejor para todo lo relacionado a mi familia. También me gustaría a mí formar una C: Ser feliz en todo. Poder formar una buena familia. Seguir como estoy ahora. Que estoy bien

– Tuvieron que crecer de golpe.

D: Obviamente te hace crecer y madurar de golpe porque estás en la primera de River y no te dan tiempo para adaptarte. Tenés que jugar, dar lo mejor y no hay tiempo. Pero hemos estado con jugadores espectaculares que nos han ayudado

– De los dos se habla de un pase.

D'Alessandro: No sé nada. Tengo la cabeza puesta en River. Pienso en irme de pretemporada, nada más – ¿Y no se piensa en Europa, en vivir allá?

Cavenaghi: En un futuro. Los dos coincidimos en que ésta es nuestra casa. Acá nos formamos como jugadores, como personas. Estudiamos, tenemos una vida acá. El sueño nuestro cuando arrancamos era llegar a la primera de River. Y hoy que lo logramos queremos disfrutarlo.

– Se habla de una venta, Andrés. ¿Eso te deja disfrutar igual?

D: Uno está tranquilo, con la cabeza puesta en River. Esas son cosas del periodismo. Por eso uno tiene que tratar de no leer y de vivir como vivió siempre – Con seguridad piensan en la selección, ¿no?

C: Para todo jugador la selección es lo máximo. Uno lo piensa. Pero no hay que volverse loco.

D: Es un orgullo vestir esa camiseta. Ojalá podamos tener una oportunidad.

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