Ulises González, indignado con Kielmasz y Cariatore

Calificó al detenido de "triste y peligroso delincuente". Dijo que "se metió él solo en esto y ahora se hace la víctima". Acusó al abogado de tener una postura "falsa y malintencionada".

CIPOLLETTI (AC)- A Ulises González lo indignan tanto las expresiones de Claudio Kielmasz cuando manifiesta su inocencia, como las estrategias de defensa. Cuando piensa que el defensor Alberto Cariatore planteó la posibilidad de que el revólver haya sido cambiado, porque él lo tuvo unos días en su casa; se pone molesto. «Era el arma que utilizaron para asesinar a mis hijas», recuerda con dolor.

Por eso ayer, como lo hace habitualmente, se sentó frente a su máquina de escribir y comenzó a volcar sus reflexiones. Escribió una carilla, que después le entregó a «Río Negro»:

«»Pregúntenle a Fabio Rey, al gobernador, a Capsi. Yo no tengo más que hablar». Así cerró una conversación telefónica Claudio Kielmasz el pasado viernes 22 del corriente. Lo hizo a un medio escrito regional», empezó a relatar Ulises.

«Ese mismo día -escribió- ha-bló a una FM de Cipolletti, donde aparte de declararse una vez más inocente, virtió una suerte de «acertijos» tendientes a lograr ¡quién sabe qué objetivos!, (o, tal vez a seguir confundiendo, a seguir «embarrando la can-cha»)».

«¡Tuvo casi tres meses para declarar, hablar, decir ésto a los jueces de la Cámara Segunda!. ¿Por qué lo hace ahora, a poco tiempo de finalizar las audiencias ante la Cámara?. ¿Habrá recibido instrucciones al respecto?. Sospecho que en el fondo, además de siniestro, es un estúpido», sostiene el escrito.

«Es indudable -dijo el papá de María Emilia y Paula- que se trata de un triste y peligroso delincuente, que tiene que ver en el andamiaje maléfico que constituye la trama secreta del cruel asesinato de nuestras chicas».

«Pero hay otras personas -agregó- que también siembran dudas. Por ejemplo, uno de sus defensores, el doctor Alberto Cariatore, quien llegó a exponer la hipótesis de que yo cambié el arma de fuego entregada por Kielmasz el domingo 7 de diciembre de 1997, aproximadamente a la hora 9,30, en inmediaciones de la denominada «tapera» de Sepúlveda. Arma que resultó ser la utilizada para asesinar a mis dos hijas».

«Si no fuera por lo horroroso del caso, diría que me causa risa su postura, a todas luces falsa y malintencionada».

«Doctor Cariatore: ¿Puede us-ted suponer que en esos momentos, cuando no se había cumplido un mes del horror, de los días más terribles que se pueda imaginar, iba a estar en condiciones de tramar semejante barbaridad?. Tenga en cuenta que en esos días nos envolvía el dolor y la confusión, casi no teníamos rumbo, ni horizontes…», recordó González.

Un colaborador

Precisó que «cuando aparece Kielmasz el sábado 6 de diciem-bre de 1997, es decir, a 27 días del crimen, este personaje se constituía poco menos que un colaborador, como un ciudadano que aportaba algo para esclarecer el crimen».

«¿Cree usted verdaderamente, y con la mano en el corazón, que ante un estado depresivo y profundamente doloroso, se puede urdir semejante tramoya propia de mentes enfermizas o fríamente calculadoras, alejadas del dolor y los sentimientos humanos?».

«Podría exponer otras observaciones a lo dicho por el citado profesional, como su tendencia a recurrir a cualquier argumento, método o lo que sea para lograr liberar a Kielmasz, sin importarle mucho si es inocente o culpable, sin tener en cuenta el horroroso crimen que lo tiene, seguramente, como uno de sus autores», manifestó.

«Kielmasz se metió solo en ésto. Hasta el 6-12-97 sólo se lo conocía en su siniestro entorno delictivo. Ahora se hace la víctima, inocente e incomprendido. Es tarde. Ya ni él se cree», concluyó el padre de las hermanas.

Fernández va a rueda de reconocimiento

CIPOLLETTI (AC)- A menos de una semana de dictar sentencia, la Cámara Segunda sigue profundizando la versión de la menor.

El tribunal le pidió ahora al juez de Instrucción, Pablo Iribarren, que informe si realizó o va a realizar alguna rueda de reconocimiento con Hilario Sepúlveda y Miguel Angel Fernández, dos de los imputados con falta de mérito en la causa del triple crimen.

La diligencia con Sepúlveda trascendió hace varios días, cuando Iribarren convocó a otros ex detenidos en la causa para ver si la chica los reconocía. Pero llamó la atención la convocatoria al «Negro» Fernández, amigo de Guillermo González Pino.

«Todo esto surge a partir de los dichos de la menor que dice haber presenciado la agresión a las víctimas», se informó ayer.

En la declaración que la chica realizó en una «audiencia virtual» mencionó a «Hilario» y a «El Negro» como integrantes del grupo agresor. Pero no dijo el apellido de las personas a la que identifica por esos nombres.

Según sus dichos, «Claudio Kielmasz, González Pino, Eduardo, Luis, El Negro, Esteban e Hilario» habrían integrado el grupo que abordó a las chicas en la calle San Luis. Iban en dos vehículos; e «Hilario» manejaba uno de ellos.

Sin embargo, el defensor de Sepúlveda, Omar Eves Tejeda, descartó esta posibilidad.

«El único vehículo que ha manejado alguna vez Sepúlveda, es la bicicleta», aseguró.

La medida de la Cámara sorprendió a las partes. Todo indica que podría realizarse una audiencia previa a la lectura de la sentencia, para que cada uno exprese su opinión sobre el tema.

Según se supo ayer, Sepúlveda debería ir mañana a la rueda de reconocimiento.


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