Ultimas negociaciones en medio del caos

La SEPI canceló rutas a Europa y trabajadores cruzaron un Jumbo en Ezeiza. De la Rúa ordenó a Bastos que viaje a Madrid para negociar con gobierno español.

La sociedad estatal española que controla a Aerolíneas Argentinas dejó ayer a la compañía casi al borde del cese de actividades, al cancelar las rutas aéreas a Europa, y volvió a desoir una advertencia del gobierno argentino, que la había intimado a reanudar los vuelos suspendidos a otros siete destinos internacionales.

En represalia, los trabajadores aeronáuticos atravesaron un avión Jumbo en una de las pistas de Ezeiza, aunque no lograron evitar que despegara un vuelo de la empresa española Iberia con destino a Madrid. (Ver abajo)

En medio del caos por las negociaciones y protestas, el presidente Fernando de la Rúa lanzó anoche un desesperado intento. Ordenó que el ministro de Infraestructura, Carlos Bastos, viaje a España para mantener diversos encuentros que permitan «destrabar» el conflicto.

En forma casi simultánea con la intimación del gobierno para que retome los siete vuelos internacionales suspendidos la semana pasada, la SEPI anunció el levantamiento de los viajes que realizaba Aerolíneas a Madrid y a Roma, aduciendo «falta de combustible para regresar desde España».

Adentro del aeropuerto internacional de Ezeiza el panorama no era mejor. Los trabajadores trataban de impedir las partidas de los vuelos de las empresas Iberia y Spanair hacia España, en protesta por la decisión de la compañía Aerolíneas de cancelar los vuelos a Madrid.

De este modo, Aerolíneas no volará por el momento al único destino transoceánico que cumplía en forma diaria, ya que a Roma lo hacía en forma semanal, luego de las siete ciudades (New York, Miami, Los Angeles, Auckland, Sidney, San Pablo y Río de Janeiro) a las que no llega desde el miércoles pasado.

Voceros de la empresa explicaron que la falta de provisión de combustible en el aeropuerto de Barajas obligó a cancelar los vuelos en forma temporaria y señaló que sí regresarán a Buenos Aires las dos naves que se encuentran en Madrid.

Si bien no se habla de cancelación del destino ya que se limita la decisión a la falta de abastecimiento de combustible, lo cierto es que se trata «de lo mismo que ocurrió la semana pasada» cuando Aerolíneas Argentinas dejó de volar a siete destinos en Brasil, Oceanía y Estados Unidos.

El gobierno, en un segundo paso dado ayer luego de anunciar la intimación, redujo a 72 horas el plazo que había sido estimado en un mes, para que la española Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) vuelva a operar las rutas suspendidas.

En las negociaciones de hoy en Madrid, Bastos se reunirá con el ministro de Asuntos Exteriores de España, Josep Piqué, con quien analizará las posibilidades de dar una salida al problema. Sin embargo el Gobierno argentino no ha recibido hasta el momento ninguna señal sobre potenciales cambios en las posturas de la SEPI o de los sindicatos aeronáuticos involucrados en el conflicto.

«Esperamos para el próximo jueves tener el resultado de esta gestión», dijo anoche el vocero presidencial Ostuni.

La SEPI mantiene su posición

Voceros de la SEPI afirmaron anoche que los vuelos suspendidos serán reanudados «inmediatamente» después de que la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico (APTA) firme el plan director.

Esa propuesta, diseñada por la sociedad española, prevé el levantamiento de rutas aéreas, la reducción de personal a través de retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas, y la flexibilización de las condiciones laborales, que implicarían rebajas salariales de hasta 20 por ciento.

En la compañía temen que a los problemas de combustible por falta de fondos que ya se registraron en algunas escalas, se sumen en las próximas horas nuevos inconvenientes con el servicio de catering y con el clearing entre líneas aéreas (mecanismo por el que las firmas se cubren mutuamente de los destinos que no operan) que tampoco se podrán pagar si desde España no se envían fondos.

El conflicto, que se inició cuando la SEPI comenzó a enviar telegramas de despido a los trabajadores, se agudizó ante la intención del Estado español de no aportar más capitales para mantener en funcionamiento la aerolínea.

Una vez conocida la intimación oficial del gobierno a la SEPI, el secretario general de APTA, Ricardo Cirielli, consideró que «es tardía» pero djo que «hay esperanzas» de hallar una solución.

Atravesaron un Jumbo en la pista

Los trabajadores de Aerolíneas Argentinas coparon anoche el aeropuerto internacional de Ezeiza y, a pesar de que llegaron a cruzar un avión Jumbo en la pista principal, no pudieron impedir que partiera un vuelo de la empresa Iberia con destino a Madrid, el objetivo anunciado de su manifestación.

A pesar de las amenazas de los empleados de que no iban a dejar despegar a ningún vuelo desde Ezeiza, finalmente el vocero de la Fuerza Aérea, el vicecomodoro Jorge Reta, aseguró que el aeropuerto operaba con normalidad, excepto en lo relativo al embarque de pasajeros.

Los trabajadores primero manifestaron en el hall de la aeroestación, luego bloquearon las puertas de embarque del primer piso -donde se enfrentaron con la Policía Aeronáutica y la Federal- y recurrieron finalmente a cruzar un avión en la pista principal -la 11.29-.

Sin embargo, el vocero oficial dijo que el aeropuerto funcionaba con normalidad «en su faz operativa», en referencia a que algunos inconvenientes para embarcar se seguían produciendo en el interior de la terminal, pero se habilitó la pista alternativa -la 17.35-. El secretario general de la Asociación del Personal Aeronáutico Ariel Basteiro, confirmó que el avión de Iberia despegó pero «sin pasajeros, sin carga, sin poder operar normalmente».

«Cumplimos el objetivo», dijo el sindicalista, quien anunció que seguirán con las medidas de fuerza para impedir los despegues de aviones de la empresa española: «el compromiso de hierro está aquí en Ezeiza, para impedir la salida de los vuelos de Iberia», dijo.

Acto en el Luna

Con la presencia de miles de personas, artistas de primera línea manifestaron anoche en el Luna Park su apoyo a los trabajadores de Aerolíneas y Austral y solicitaron al gobierno medidas para evitar la desaparición de la línea aérea de bandera.

En el festival «Todos Somos Aerolíneas», cerca de medio centenar de personalidades del ámbito artístico, político y social, abogaron por la solución al conflicto de la línea de bandera. Según los organizadores, al menos 10 mil personas asistieron al Luna, entre trabajadores y vecinos de Buenos Aires.


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