Ultimos días
Las películas de «alemanes» que veíamos cuando éramos unos chicos siempre tuvieron zonas oscuras que no formaban parte del guión.
Con Vietnam ocurrió algo parecido. Para una generación «Rambo» fue la síntesis lustrosa de una época. Pero no es caso hablar de las batallas ganadas por Hollywood en Oriente.
Los alemanes avanzaban sobre Europa arriba de sus tanques inoxidables, o apretujados en submarinos casi de juguete surcaban el mar profundo en pos de la victoria. Era, la de la pantalla grande, una guerra de manual.
Había otra guerra en desarrollo. Tan increíblemente salvaje que muchos dudarían de la palabra de quienes sobrevivieron a ella. Los hombres no podían ser tan malvados. Pues sí, lo fueron. Esa guerra tiene ahora quien la cuente con la difusión, la inteligencia y la sensibilidad que merece. Qué necesita. Después del sólido filme de Steven Spielberg «La lista de Schindler», el director ha continuado produciendo documentales que recuerdan el mal llamado Holocausto judío.
Porque está claro que aquel fue el holocausto de la humanidad. La resignación de lo poco que le quedaba de solidaridad y amor en el alma. «Los últimos días», un documental estremecedor dirigido por James Moll, y producido por Spielberg, cuenta la historia de cuatro sobrevivientes a Auschwitz.
Hace tiempo que nos acostumbramos a las imágenes fuera de foco, en un borroso blanco y negro, que cuentan, o dicen contar, el horror de los campos de exterminio. Aquí, en cambio, no hay pretextos. Los cuerpos desnudos, atrofiados, saltan a la pantalla con una nitidez que conmociona. «Esto es demasiado, demasiado fuerte», dice uno de los sobrevivientes cuando vuelve a pisar el más tristemente célebre de los campos. En una hora y monedas, Moll condensa una historia tan increíble que parece sacada de un libro de horror. ¿Es que algún texto del género emparda lo ocurrido en Auschwitz?».
Si la bondad de Dios es insondable, probablemente la capacidad de obrar el mal también lo sea en los seres humanos.
Del extermino han pasado años que son minutos. Es urgente repasar materiales como «Los últimos días», sobre todo para una juventud que prefiere desconocer la realidad de la discriminación, síntoma obvio del fascismo. Duele la actualidad de los libros de Primo Levi y Jorge Semprún, que tenían entre 18 y 22 años cuando sufrieron el martirio de esos centros.
Dentro de poco Luis Puenzo, también auspiciado por Spielberg, realizará otro documental con sobrevivientes que escaparon a la Argentina. La coordinación está a cargo de James Moll. Puede que todo esto sirva para entender lo lejos que es capaz de llegar el hombre. Porque la maldad golpea las puertas de nuestra conciencia a diario.
Hay brutalidad e ignorancia, acaso odio, cuando un chico morocho no puede entrar a una disco de gente blanca (ocurre todo el tiempo en Buenos Aires) o cuando un torpe antepone «mierda» a la palabra «extranjero» Deberían echar una mirada a «Los últimos días». ¿Eso es lo que quieren?
Claudio Andrade
Las películas de "alemanes" que veíamos cuando éramos unos chicos siempre tuvieron zonas oscuras que no formaban parte del guión.
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