«Un ángel llamado Valentín»

¿Conocen a un ángel? Yo sí lo conozco, es mi lindo bebé que siempre me da su apoyo incondicional? cuando estoy triste me llena de alegría? me da ánimo para sobrevivir a cualquier malestar. Mi valiente Valentín vale oro para mí, espero que yo te haya hecho saber cuánto te amo y cuánto valoro que seas mi hijo.

Mi ángel, tus fuerzas y ganas de venir a este mundo que tenías te hicieron un luchador desde que estabas en mi vientre. Se te presentaron muchos problemas, los cuales como tu nombre dice ´Valientemente´ supiste afrontar, naciste un trece de noviembre del 2008 y, para no perder la costumbre, tuviste que luchar para vivir; la fortaleza y las ganas de venir a este mundo para que te conocieran, para cambiarnos la vida a todos los que tuvimos la bendición de conocerte, hicieron que salieras adelante de un desprendimiento de placenta con tan solo treinta y un semanas de gestación.

Estuviste treinta y nueve días internado, un 23 de diciembre, antes de Nochebuena, tuvimos la suerte de llevarte a casa a pasar tu primera y única Navidad en familia. De a poquito me enseñaste a ser mamá, nuestra conexión era mágica y muy especial, con una sola mirada nos decíamos todo, un solo gesto bastaba para entendernos. La magia de tus ojos te mostraban como un bebé muy especial; la simpatía, el amor y la ternura de tus gestos hacían que la gente, tu gente, tus tíos y abuelos de corazón te amaran incondicionalmente.

Me sentía una mamá muy afortunada, contaba con un ángel a mi lado, uno que lamentablemente tenía un problema de salud muy delicado, con el que iba a tener que lidiar toda la vida. Pese a ese dolor, nada provocaba que tu sonrisa se apagara, nada impedía que vos, tan solo un bebé de meses, nos enseñaras a nosotros el verdadero sentido de la vida. Nos mostraste que la vida no ronda sólo en uno mismo, sino que hay gente que necesita ayuda porque realmente está sola, triste y atraviesa problemas más graves que el que uno egoístamente cree tener.

Mi ángel: nos enseñaste a curar cualquier dolor y tristeza con tu dulce sonrisa y con una caricia tierna me robabas alegría y me convertías en una mamá fuerte y luchadora; nada me derribaba si te tenía a mi lado. Mi felicidad era plena, auténtica e inigualable, pero como toda felicidad, no duró mucho y como todo angelito, tu lugar no estaba en este mundo sino en el cielo.

El domingo 18 de octubre nos dejaste para ir junto a Dios, porque él te eligió para cuidarnos desde el cielo. Hoy mi alma despierta y te necesita más que al aire, a las estrellas, a la tierra o al inmenso mar. Mi universo es para vos y las noches en que te pienso, si he de llorar, vos vas a estar para acompañarme en mi soledad. Me duermo y te sueño, me despierto y te pienso, me alegras el día cuando algo pasa, vos me das la salida. Bendito sos hijo mío, por darme tu luz y enseñarme el camino que conduce hacia Jesús. Que nunca en la vida me falte tu amor, que tu inspiración siempre baje de los cielos y que tu paz cure mi sufrimiento. Que cada una de mis palabras sean bendiciones para vos y para todo aquel que las lea… siempre vas a estar aquí… ¡Te amo mi ángel llamado Valentín Santiago Reyes Alvear!

Natalí Lorena Alvear, DNI 31.595.969

Domingo Reyes, DNI 27.965.720

Cipolletti


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