Un Brasil alternativo alcanzó para llegar arriba

Aun sin sus máximas figuras, el equipo está en el día final de la Copa América.

A Brasil le bastó un equipo «B» para llegar a la final de la Copa América e incluso puede ganarla aunque tenga enfrente para el partido decisivo a un adversario como Argentina, que no sólo es muy fuerte de por sí, sino que además está en la Copa América con una gran parte de su plantel ideal.

El 'muletto' brasileño, sin los grandes ídolos, fue sorteando rivales, no sin dificultad, y sueña ahora con ganar por séptima vez un torneo al que históricamente no le dio demasiada importancia, aunque las declaraciones diplomáticas de sus dirigentes pretendan negarlo.

El paso a la final estuvo acompañado de susto. Hubo que recurrir a los disparos desde el punto penal para superar a un Uruguay que vendió cara su derrota y demostró que el cuadro verdeamarillo no es tan inexpugnable como pareció en el 4-0 que le aplicó a México en cuartos de final.

No es necesariamente que Brasil jugó mal, sino que Uruguay lo hizo muy bien. Los dirigidos por Carlos Alberto Parreira no tuvieron al frente a un rival con precauciones conservadoras, sino a un equipo dispuesto a responder talento con talento y coraje con coraje al cuadrado. Eso pareció romperle su libreto y en muchos pasajes se creyó que no habría «final soñada» sino clásico rioplatense.

El de la Copa es un Brasil sólido, que empieza en Julio Cesar, que más allá de su complicidad en el gol de Uruguay, se convirtió en uno de los mejores arqueros del torneo y que termina en ese tridente mortal que forman arriba Alex, Luis Fabiano y Adriano, este último para muchos el mejo jugador de la Copa.

Adriano, del Inter de Milán, no sólo es autor de seis goles hasta el momento, el doble de sus inmediatos seguidores en la tabla de artilleros, sino además es un generador permanente de opciones de riesgo. Si el «Emperador del Gol» está enchufado y cuenta con la compañía de un Alex soberbio en la distribución de pelota y un Luis Fabiano en ebullición, Brasil muestra su mejor cara. Delante de Julio Cesar, una pareja de centrales enormes, Luisao y Juan, aparta peligros. Por los laterales, Maicon y Gustavo Nery, fieles al estilo brasileño pueden ser unos punteros más, mientras Kleberson, Renato y Edú hacen espíritu de cuerpo para darle volumen al mediocampo. En la banca, jugadores como Ricardo Oliveira, Diego y Julio Baptista siempre son alternativas de lujo.

El seleccionado brasileño no es sin embargo irreductible.Argentina puede explotar las debilidades de un equipo que no se siente cómodo cuando lo presionan y que puede sufrir cortocircuitos entre sus líneas. Pero, más allá del resultado del domingo, lo demostrado en la Copa por Brasil, sin sus máximas estrellas, demuestra lo inagotable de su cantera. (DPA)

 

Con la angustia de los penales

El gran clásico sudamericano de adueñará de la última noche de la Copa América.

Brasil venció antenoche angustiosamente a Uruguay en definición mediante remates desde el punto penal por 5 a 3, luego de igualar 1-1 en el tiempo regular, y se clasificó para jugar con Argentina, a las 17 del domingo, la final.

El partido entregó una imagen sorpresiva en la primera parte, con Brasil maniatado en todos los sectores y Uruguay protagonista a partir de un funcionamiento casi perfecto hasta el área rival, que rubricaron con un cabezazo de Sosa tras un centro de Delgado. Brasil no reaccionó ni siquiera con la desventaja, y Uruguay pudo ampliar sobre el final del primer tiempo.

El descanso produjo un cambio abrupto en el desarrollo del juego, porque Brasil regresó con agresividad y logró el empate al minuto con un remate cruzado de Luis Fabiano que corrigió Adriano.

En los tramos finales del juego la balanza volvió a inclinarse en favor de los brasileños, pero no pudieron evitar

 

Uruguay, a las piñas antes del partido

No caben dudas que Uruguay entró a la cancha a jugar la semifinal ante Brasil con una gran carga emotiva. Pero no del todo positiva.

En la charla técnica previa al partido del DT Jorge Fossatti, Paolo Montero, capitán del seleccionado 'charrúa' y otro jugador de ese equipo, se agarraron a las trompadas. El incidente fue difundido ayer por el diario uruguayo La República quien dijo saber que «algunos de los jugadores estaban alcoholizados», en la charla técnica.

En medio de un clima tenso, por viejas rivalidades entre jugadores veteranos del plantel, el capitán del seleccionado celeste y jugador de Juventus, Paolo Montero, «cruzó algunas palabras con un compañero, que juega en Europa y que ayer también pisó la cancha ante los norteños», según el periódico.

La discusión, que terminó a las trompadas y finalizó cuando intervinieron otros integrantes del plantel, se originó «cuando se trajeron a colación temas muy espinosos en los que el capitán estaba involucrado, como el tema del «caudillismo» en el equipo». En el incidente se recordaron viejas rencillas como cuando Montero se enfrentó con otro jugador que hoy no integra el seleccionado, también con ascendencia en varios futbolistas.

«Los mejores equipos jugarán la final»

El entrenador del seleccionado brasileño Carlos Alberto Parreira afirmó, después del triunfo de su equipo ante su par de Uruguay, que «los mejores equipos son los que jugarán la final» de la Copa América que se está disputando en Perú.

El DT no le quitó mérito a su equipo por haber obtenido el pase a la gran final desde el punto penal. «Es cierto que los penales son una ruleta, pero nosotros convertimos todos los que ejecutamos y ellos no. Así de sencillo», enfatizó Parreira, lapidario en su juicio, casi sin dejar resquicios para la confrontación de ideas.

El técnico del «Scratch» sostuvo que fue «merecida» la clasificación lograda por sus dirigidos, así como ocurrió con los jugadores de Argentina, pues -sentenció- «son los dos mejores equipos de la copa».

Su colaborador, el legendario DT Mario Zagallo, coincidió: «La final del torneo estará bien representada. Con Brasil-Argentina es el fútbol el que gana. Brasil es pentacampeón mundial y Argentina, además de ser bicampeón del mundo, suma 14 títulos en este torneo. Los dos son países que tienen no sólo calidad, sino gran cantidad de muy buenos jugadores».

«El fútbol está cada vez más cerrado, como demostró Grecia en Eurocopa. Pero siempre hay una lógica, aunque no se pueda pronosticar un resultado para el domingo», concluyó Zagallo. (DyN)

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