Un camión volcó mientras estaba estacionado

Un insólito accidente ocurrió ayer en el Valle Encantado. Un camión estacionado comenzó a volcarse y se incendió por completo. En el mismo lugar, se mató el dueño hace dos meses.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El camión Fiat Iveco semirremolque de la empresa de transportes «Sierra», identificado con el número 103, volcó y se incendió el lunes por la noche, en el mismo lugar donde hace dos meses murió en un accidente uno de los propietarios de la firma.

El siniestro del camión se produjo sin causa aparente y mientras estaba estacionado frente al indicador del kilómetro 2.103, en la banquina de la ruta 40 norte y a unos 65 kilómetros de esta ciudad.

El vehículo transportaba insecticidas en aerosol, chocolates, grasas y otras golosinas y artículos de limpieza que quedaron fundidos en una masa uniforme; con excepción de los aerosoles, que comenzaron a estallar y se esparcieron en un amplio radio, poniendo en riesgo a los bomberos que trabajaban para extinguir el fuego. Una voluntaria debió ser atendida en el hospital local debido a la irritación que sufrió en sus ojos, pero ninguno de sus compañeros resultó con lesiones pese a lo riesgosa de su tarea.

El insólito accidente se produjo a dos kilómetros del paraje Confluencia, donde se unen los ríos Limay y Traful, exactamente frente al lugar donde el último 10 de agosto se despistó y se hundió en el río Limay el auto del dueño de la empresa, Juan Manuel Sierra, de 56 años. El lugar, conocido como Valle Encantado, se caracteriza por las curiosas formaciones rocosas que lo rodean, entre ellas «el dedo de Dios» y «el centinela de piedra».

Poco antes de las 22 del domingo, el camionero Juan Safreicar y su esposa se detuvieron en la banquina, según dijeron «para tomar mate», y probablemente para rezar una oración junto a la cruz y el pequeño monumento que recuerda a Sierra, mientras el camión Fiat Iveco semirremolque con carga general que estaba estacionado en la banquina contraria comenzó a volcarse en forma lenta, de manera inesperada, y desde el tablero de la cabina se iniciaba el inexplicable incendio que el conductor no pudo controlar.

Safreicar y su esposa, ambos oriundos de Macachín, La Pampa, lugar de nacimiento también del infortunado Sierra, resultaron ilesos y alcanzaron a retirar algunos efectos de la cabina del Fiat antes de que el fuego la abrasara por completo y se extendiera a la carga general que transportaba en el remolque.

Los bomberos voluntarios de Dina Huapi llegaron alertados por automovilistas, dado que el servicio de telefonía celular no alcanza a cubrir ese sector, y trabajaron varias horas en el lugar para combatir el fuego.

Sus esfuerzos para salvar al camión o su carga resultaron vanos, y las pérdidas fueron totales, debido a la alta combustibilidad de los materiales que transportaba.

Ayer por la mañana, aproximadamente a las 10, el fuego se reavivó en los restos de la carga del camión y otra vez debieron concurrir los bomberos para extinguirlo, siempre con riesgo de ser alcanzados por los tubos de aerosol que estallaban debido a la alta temperatura.

A la forma extraña de ocurrencia del accidente y a la coincidencia entre el kilómetro donde se produjo y el número interno del camión, se suma que hace poco más de dos meses, a las 15:55 del 10 de agosto y también de manera inexplicable, en el medio de una breve recta entre dos curvas, el propietario de la empresa perdió el control de su Seat Córdoba cuando circulaba en dirección a Neuquén y cayó a las aguas del Limay, después de arrasar varios árboles que estaban sobre la banquina.

El auto de Sierra no alcanzó a sumergirse por completo en el río, pero él murió ahogado, posiblemente por haber perdido el conocimiento con los golpes que sufrió durante los tumbos.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios