Un cipoleño no puede casarse ni votar porque le fue usurpado el DNI
Un insólito caso de "documentos mellizos" dejó atrapado en una suerte de ilegalidad civil a un cipoleño porque su DNI fue usurpado durante años por otro, extranjero de nacimiento.
CIPOLLETTI (AC).- La fragilidad del sistema de identificación de los argentinos quedó expuesta una vez más con un caso paradigmático. Miguel Abraham (foto) «perdió» el DNI hace veinte años. Hizo los trámites y le dieron el duplicado. Los años pasaron y con el retorno de la democracia, empezó a darse cuenta que algo no andaba bien. «Iba a votar pero siempre alguien había votado por mí», recuerda. Y lo peor le ocurrió hace diez años cuando se quiso casar. «No señor, usted ya está casado», le respondieron en el Registro Civil de Cipolletti.
Abraham está indignado y desorientado. A pesar de los trámites que dice haber hecho con su mujer -con la que tiene seis hijos pero aún no se pudo casar- hasta ahora no ha conseguido recuperar su «única» identidad. Sabe que en su misma ciudad tiene un «doble», una esposa a la que no conoce, e hijos anotados como suyos pero que no lo son. Todo porque hace veinte años el Abraham «falso», le habría sustraído su DNI para poder permanecer en el país ya que era un inmigrante chileno sin papeles.
Si bien en los últimos tiempos el falso Abraham habría obtenido la nacionalidad argentina bajo su verdadero nombre, Gustavo Jara, aún sigue casado como Miguel Abraham y sus dos hijos siguen llevando ese apellido.
La historia parece increíble pero no deja de ser un llamado de atención. Tanto el verdadero como el falso Abraham llegaron a tener documentos iguales, con el mismo número, nombre y apellido, pero distinta foto.
El verdadero obtuvo el duplicado y aparentemente el falso, el triplicado.
El que puedan estar circulando simultáneamente dos documentos legales para una misma filiación pero distintas personas reales pone en evidencia que hay una grave falencia en el sistema de identificación de los ciudadanos.
Uno se pregunta: ¿Cualquiera puede dar un nombre y pedir que le den un duplicado o triplicado?, ¿No se realiza un cotejo de las huellas dactilares?, ¿No se busca en los registros para «chequear» la información? Muchas son las preguntas que quedan sin respuestas.
El «verdadero» Abraham le contó a este diario que su problema empezó hace unos veinte años cuando trabajaba en el corralón Cipolletti. «Teníamos casilleros para cambiarnos de ropa. Un día cuando nos íbamos, me voy a poner la ropa y me encuentro sin los documentos». Alguien se los había sacado.
El tiempo pasó, hizo los trámites y obtuvo el duplicado. Todo parecía muy normal. Pero después se empezó a dar cuenta que no podía votar con su duplicado porque alguien tenía un «triplicado» y votaba por él.
Y lo más engorroso fue cuando se quiso casar. Ante la mirada atónita de su mujer, el personal del Registro Civil le informó: «Usted ya está casado». Menudo escándalo… «Teníamos fecha y todo. Y nos dejaron como detenidos porque él ya estaba casado», recordó Nancy, su mujer. La situación se aclaró cuando el empleador del novio fue hasta el Registro Civil a dar fe de la identidad de su empleado de años.
A pesar del tiempo, los trabajadores del Registro Civil recuerdan con claridad la historia de «los dos Abraham».
Nancy dijo que después del casamiento frustrado comenzaron a mover papeles y a hacer denuncias, que hasta ahora no han arrojado soluciones.
La mujer reveló que como su pareja viaja mucho -es chofer de una empresa de ómnibus- fue ella la encargada de ir a la comisaría y al juzgado de Roca, hace varios años. «Me decían qué historia. Parece un cuento, volvelo a contar… Pero el matrimonio no se anuló y hay varios chicos de por medio. Todos tienen el apellido Abraham», agregó Nancy Jara.
En esa época la pareja logró ver el documento del falso Abraham. Fue cuando el verdadero supo quién se lo había sustraído. «Es mi ex-compañero del corralón», expresó al ver la foto
El verdadero Abraham comentó que afortunadamente no tuvo que volver a cambir de trabajo porque si no no sabría qué hacer: el documento que tiene ahora le dijeron que «no sirve porque está anulado».
El hecho recién salió a la luz en estos días, pero es conocido en algunos ámbitos cipoleños. «Cuando nacieron los nenes, en el hospital decían «uy, empezamos con Abraham el del problema de documentos», contó Nancy.
Los perjuicios que padece Miguel Abraham
CIPOLLETTI (AC).- La falencia del Registro Nacional de las Personas en el control de la documentación, hizo que Miguel Abraham (41) tuviera que compartir su identidad con un doble durante 20 años, la mitad de su vida. Esta situación le ha acarreado más que un trastorno:
-No se puede casar porque el «falso» ya está casado.
-Tanto sus hijos como los del falso llevan su apellido y lo tienen por padre ante la ley.
-No sabe qué pasará con sus bienes, porque para la ley también le correspondería una parte a los hijos del otro.
-También desconoce qué sucederá con su jubilación. Ambos habrían hecho aportes por años para el mismo Miguel Abraham.
-Como le dijeron que el documento que tiene en su poder está «anulado», no puede salir del país ni cambiar de trabajo, si tuviera que hacerlo.
-No puede tener constancia de cambio de domicilio.
-No puede votar.
Miguel Abraham dice que la identidad verdadera de su doble es Gustavo Jara, un ex compañero de trabajo. Nunca fue a verlo. «Nosotros vimos los dos documentos. El de Miguel Abraham verdadero y el falso. Y lo único que cambiaba era la foto», sostuvo Nancy Jara, la mujer del Abraham verdadero.
La mujer asegura que al falso le quitaron los documentos hace años, pero sigue casado bajo ese nombre y tiene sus hijos asentados con la identidad falsa. «Si el tipo se hubiera mandado una macana, ¿a quién iban a buscar?», se pregunta el verdadero Abraham ante semejante embrollo.
Identidad falsa e hijos a nombre de otro
CIPOLLETTI (AC).- Gustavo Jara, el hombre que se apoderó de la identidad de Miguel Abraham, no pudo ser localizado por este diario a pesar de la insistente visita a su domicilio y el contacto con familiares.
Según reveló un pariente, Jara habría usurpado la identidad de Abraham en la época de la dictadura en Chile. «No tenía intenciones de estafar a nadie», indicó esta persona. Dijo que quería permanecer en el país y que el «error» lo cometió cuando se casó con identidad falsa y hasta asentó a sus hijos con ese apellido.
Ahora -asegura- ya tiene la nacionalidad argentina y un documento con su verdadero nombre. Pero aún no ha realizado los trámites para regularizar la situación con su matrimonio y sus hijos.
Para el Registro Civil de Cipolletti, el único Abraham casado es el falso. Pero hay ocho chicos con un mismo apellido e igual padre: dos del falso y seis del verdadero.
Según contó la mujer del verdadero Abraham, Nancy Jara, es muy posible que en algunas ocasiones los chicos hayan jugado al fútbol juntos, sin saber qué hay detrás de todo esto.
Los Abraham verdaderos tienen seis hijos, de 18, 14, 10, 12, 8 y 5 años.
CIPOLLETTI (AC).- La fragilidad del sistema de identificación de los argentinos quedó expuesta una vez más con un caso paradigmático. Miguel Abraham (foto) "perdió" el DNI hace veinte años. Hizo los trámites y le dieron el duplicado. Los años pasaron y con el retorno de la democracia, empezó a darse cuenta que algo no andaba bien. "Iba a votar pero siempre alguien había votado por mí", recuerda. Y lo peor le ocurrió hace diez años cuando se quiso casar. "No señor, usted ya está casado", le respondieron en el Registro Civil de Cipolletti.
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