Un club del trueque pugna por un techo

VILLA REGINA (AVR).- El Club del trueque «El Galpón» de Regina es uno de los primeros nodos que empezó a trabajar en la ciudad y, pese a su nombre, no tiene actualmente un lugar bajo techo en el cual funcionar.

La crisis económica impactó fuerte en muchas familias de Regina que ven en los clubes del trueque una alternativa para intercambiar bienes, servicios y alimentos, aunque no siempre funcionan en las condiciones adecuadas.

Los participantes de este nodo se reúnen tres veces a la semana en la Plaza Belgrano, donde los asociados deben soportar las inclemencias climáticas de todo tipo.

En verano las altas temperaturas, en invierno las bajas, y por supuesto las lluvias y el viento, hacen más difícil la crisis.

Elida Ferreyra y Marcela Ruiz, integrantes del nodo, indicaron que realizaron diversos pedidos al municipio para que les cediera un espacio físico para funcionar.

El pedido tuvo respuestas por parte del Concejo Deliberante, que mediante una ordenanza autorizó la utilización de uno los galpones de la estación del ferrocarril. Precisamente en este mismo lugar comenzó a funcionar el nodo hace cuatro años atrás.

Pero la autorización otorgada por el Deliberante reginense fue rechazada por el intendente Daniel Miocevic que vetó la norma.

A cambio les ofertó la utilización del polideportivo del barrio 25 de Mayo.

«Nosotros ya habíamos hecho todas las gestiones por el galpón del ferrocarril porque precisamente ahí empezamos a trabajar, pero parece que hay que gente que no quiere ver a la gente que necesita en el centro de la ciudad», señalaron las mujeres.

El nodo «El Galpón» cuenta con cerca de 300 asociados, aunque en cada día que funcionan, son cerca de 400 las personas que acuden a trocar bienes y servicios.

Proyecto propio

Ahora, para tratar de obtener el espacio físico adecuado, presentaron un proyecto de iniciativa con la firma de un importante número de adherentes que quieren que se les ceda un espacio físico bajo techo donde desarrollar su actividad sin sufrir el frío y la lluvia.