Un Cónclave, dos líneas: liberales y conservadores

Faltan tres días para que empiece la elección del sucesor de Juan Pablo II y se perfilan dos bandos enfrentados: los que eligen el continuismo y los que piden una Iglesia más abierta.

Dos bandos parecen perfilarse cuando faltan tres días para el inicio del Cónclave: uno conservador en torno al influyente cardenal alemán Joseph Ratzinger, y otro más progresista alrededor del liberal italiano Carlo María Martini, dos hacedores de papas.

Los 115 cardenales con derecho a voto se sortearon ayer las habitaciones que ocuparán en la Casa Santa Marta, en la que se alojarán durante el Cónclave.

Según coinciden los vaticanistas, es posible que dos cardenales importantes, por su peso intelectual y moral, se conviertan durante el Cónclave en las banderas de dos visiones diferentes de guiar la Iglesia del siglo XXI: una continuista y otra más abierta al cambio. «Tal vez el lunes, cuando se prevé que se inicien las votaciones, Ratzinger y Martini, contra su propia voluntad, resulten los más votados», sostiene Luigi Accattoli, de Corriere della Sera, quien estima que el purpurado alemán, líder del sector más conservador, cuenta con unos 50 votos de los 77 indispensables para obtener la mayoría. La posibilidad de que se imponga el poderoso Ratzinger que cumplirá 78 años el sábado y es considerado la imagen de la continuidad y un «gran inquisidor» por su dureza contra los teólogos críticos, suscita un gran recelo entre quienes defienden una renovación dentro de las estructuras de la Iglesia católica. «No sabe manejar la maquinaria del Vaticano, dejaría todo en manos de la Curia», sostienen sus críticos.

Ante la perspectiva de que se imponga un nuevo pontificado conservador en asuntos doctrinales, opuesto al matrimonio de los sacerdotes y a las transformaciones sociales en materia de sexualidad, bioética y planificación familiar, un sector del Colegio Cardenalicio, que se reconoce en Martini, está dispuesto al librar la batalla de David contra Goliat. «El cardenal hondureño Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga hizo una intervención con fuerte énfasis en la renovación del catolicismo, que causó impacto», escribió un vaticanista al reconocer la existencia de una tendencia «alternativa» a la línea de Ratzinger, apoyada por Martini. El cardenal italiano, que tiene 78 años como Ratzinger, que se retiró hace tres años a reflexionar y meditar en Jerusalén, sufre la enfermedad de Parkinson, lo cual le deja fuera de la carrera papal pero goza de una fuerte influencia y podría ser «el impulsor» del nuevo pontífice.

En la lista de sus favoritos figura además de Tettamanzi, el primado de Bélgica, Godfried Danneels, o el arzobispo de Lisboa, el portugués José da Cruz Policarpo. En este panorama, muchos consideran que el Cónclave será más largo de lo previsto, unos cuatro días, y que ninguna sorpresa puede ser descartada antes del anuncio del esperado «Habemus Papam». (AP)

El sucesor en la voz de un chileno

El cardenal chileno Jorge Arturo Medina Estévez se encargará de presentar al nuevo pontífice desde el balcón de la basílica vaticana ante el pueblo congregado en la Plaza de San Pedro de Roma.

Una vez que haya concluido con éxito el cónclave, el purpurado de 78 años pronunciará la tradicional fórmula «Habemus Papam» (tenemos papa), debido a su condición de cardenal «protodiácono», por ser el primero dentro del orden diaconal del Colegio Cardenalicio. (AP)


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