Un debut auspicioso y un futuro mejor

«Recién estamos saliendo del aeropuerto de Neuquén…». La cansada voz de Pablo Batalla retumba en el teléfono. La producción de «Río Negro'' con los deportistas está en plena movida. Se espera por el pibe de Vélez para la foto grupal.

Apenas una hora después de la comunicación, la futbolera estampa de Batalla hace su aparición. El año ha sido largo y agotador, pero la buena predisposición del jugador ganan paradójicamente la «batalla» y hacen posible su presencia.

El primer cruce de palabras tiene que ver con su recuperación de la conmoción cerebral ocurrida en el partido con Gimnasia, en el final del campeonato: «Golpeé la cabeza con un defensor, tuve un mareo tardío y me desvanecí en la jugada siguiente, antes de patear un córner. Por suerte m recuperé rápido, y desde el vestuario llamé a Roca para que no se preocuparan».

El 13 de enero, Vélez comenzará su pretemporada y para ello no se trasladará a ningún lugar fuera de los límites de Capital Federal. El trabajo se va a realizar en la villa que posee la entidad 'fortinera'.

Para el mediocampista las tareas precompetitivas serán fundamentales debido a los compromisos que tiene Vélez en la primera parte del año: torneo Clausura y Libertadores.

Para Pablo será toda una novedad competir en el torneo continental: «Ojalá esté en la lista -dice- y pueda jugar la Copa. Voy a tener una chance más para mostrarme. Vamos a andar bien, todo depende de nosotros. El año pasado ya jugué la Sudamericana y fue una linda experiencia, pero la Libertadores es otra cosa».

Vélez integra el grupo 2 y debutará frente a Unión Maracaibo, en Liniers.

La zona la completan Once Caldas de Colombia y Fénix de Uruguay.

Otro de los temas que surgió con Batalla tuvo que ver con la posible vuelta de José Luis Chilavert a Liniers, sobre el cual dijo que «para nosotros sería muy importante que se diera lo de 'Chila'. Te llena la cancha él solo, es ídolo. Además se daría justo cuando los dirigentes están buscando un arquero, porque me parece que el 'Gato' (Sessa) se va. También sabía que estaban buscando un defensor».

El 2004 será el año de la reafirmación de Batalla en primera división. El primer paso está dado: con 19 años ya debutó en el fútbol grande. En un plantel plagado de juveniles, Batalla aparece como una pieza clave para que el equipo que comanda Carlos Ischia tenga un despegue definitivo.