Un día clave, matizado por pastas y mates

El departamento de la calle Belgrano está en silencio. Pero a las 6:45, el sonido de un despertador acaba con la armonía de la habitación donde duermen Ricardo Sarandría y su esposa Elsa.

Como incentivo para abandonar la cama, Sarandría promete a Elsa que en las minivacaciones que iniciarán la semana próxima no los molestará nadie. Ella también necesita un descanso, ya que además de la casa organizó la ajetreada agenda de su marido. «Es la responsable de que los días parezcan de 36 horas», comentaría más tarde Raúl Sartor.

Jean celeste y remera verde para el candidato más los clásicos mocasines marrones, otros que también necesitan unas vacaciones después de un mes de intensas caminatas barriales.

Esta vez no podrá hacer gimnasia. Ese tiempo lo utiliza para un rápido desayuno, una hojeada al diario y los preparativos para la recorrida matinal por los barrios.

Raúl Sartor ya está en la puerta. El Renault 18 blanco del concejal, los llevará por todos los puntos de la ciudad para verificar si todo está bajo control. A las 11 Sarandría vuelve a su casa para buscar su libreta. Allí conversa con «Río Negro» entre mate y mate. Al mediodía es la hora del voto en la Escuela 260, luego de hacer una larga cola.

Se dio después el gusto que se le negaba: almorzar un día de elecciones. Lo hizo con su familia. ¿El menú? Pastas y agua mineral. Sobremesa y pequeña siesta para afrontar la ansiedad del escrutinio, algo que sólo se calmó cuando Verani le levantó el brazo en los festejos. Hoy a la mañana, los mocasines marrones llevarán al nuevo intendente de Roca.

Del calor de la escuela a la calma hogareña

La jornada empezó temprano para el candidato peronista Carlos Nicolaus. A las 7 se levantó e inició el día «D» con la tranquilidad que lo caracteriza.

Lo primero que hizo fue recorrer los centros de reunión en los que sus militantes se aprestaban para iniciar el trabajo en los comicios. «Es el momento de mayor tensión», dijo más tarde. «Porque todo tiene que estar en orden, para no dar ventajas», agregó.

Al mediodía, Nicolaus sufragó en la Escuela 290. Antes de votar charló con la prensa y dedicó algunas frases de su charla contra su principal rival, el radical Ricardo Sarandría. «No me gusta la forma en que se hace política desde el radicalismo. Tiene un sistema que es del 'toma y daca', de la prebenda y de la dádiva», cuestionó en plena veda. Luego de votar se refugió del calor en la frescura acogedora de su casa.

Allí ayudó a cocinar un pesceto y almorzó con Carmen -su pareja- y la madre de ésta. «Hoy, por ser un día tan especial, decidí hacer un alto de una hora para almorzar con mi mujer», explicó, mientras Carmen lo abrazaba.

-¿Se puede dormir la noche anterior a una elección?

(Carcajada) «Yo duermo como tronco, por suerte tengo la posibilidad de dormir sin inconvenientes».

«Tenemos que ver cuál es el caudal de votos que alcanzamos. Una cosa es que hagamos una buena elección y otra muy distinta si llegamos al gobierno», analizó.

Por la tarde el ex intendente siguió recorriendo escuelas. El cierre de los comicios encontró a Nicolaus en la Unidad Básica, esperando por los resultados, pero ésa es otra historia.


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