Un día de homenajes y profundo dolor en Patagones, a un año del horror
Con una marcha, misa y actos
CARMEN DE PATAGONES (AV)- La comunidad maragata recordó en medio de una profunda congoja a las víctimas de la masacre de la escuela media Nº 2 Islas Malvinas cuando justo un año atrás un alumno asesinó a balazos a tres de sus compañeros e hirió a otros cinco. Los nombres de Evangelina Miranda, Sandra Núñez y Federico Ponce estuvieron presentes en cada pared, en cada oración, en las solapas de sus compañeros y en el mural descubierto en el ingreso al edificio por donde el 28 de setiembre de 2004 fueron retirados en camilla bañados en sangre por las balas de una pistola nueve milímetros que empuñó su compañero «Júnior».
El clima sobrecogedor se percibía con nitidez en los rostros de los sobrevivientes de la tragedia que ayer participaron de los evocativos, aunque no todos asimilaron el golpe de la misma manera. Sobre unos 800 alumnos con que cuenta ese establecimiento, una buena parte lo tomó con indiferencia y prefirió repasar lo ocurrido a su manera, quedándose en sus lugares de residencia. La concentración se inició al caer la tarde gris y lluviosa en el marco de una recepción que estuvo a cargo de las autoridades educativas bonaerenses, oportunidad en que tres racimos de globos blancos simbolizando el nombre de los adolescentes asesinados fueron lanzados al aire.
Los mismos brazos que protagonizaron ese pequeño homenaje se extendieron nuevamente alrededor de la escuela y así concretaron un abrazo conjunto con la intención de sellar un compromiso fraternal y de comprensión mutua ante el baño de sangre que los invadió esa mañana. Luego en el salón principal del establecimiento, el obispo de Viedma Esteban Laxague acompañado por los sacerdotes Luis García y Pedro Narambuena presidieron una misa seguida por unas 250 personas y con la presencia de los familiares de las víctimas fatales y el intendente Ricardo Curetti, entre otros.
El prelado viedmense reflexionó sobre la necesidad de abrir «la ventana de la esperanza, a no dejar que nos invada el fatalismo y que este dolor que sentimos hoy se transforme en semilla de vida».
Puso como ejemplo de recuperación espiritual a las Abuelas de Plaza de Mayo y a las Madres del Dolor, quienes «siguen bregando por la vida» a la vez que advirtió sobre que «defraudaremos a Evangelina, Sandra y Federico si diariamente no construimos una historia nueva». El oficio religioso concluyó en un aplauso mientras que los alumnos que salvaron de milagro sus vidas en el aula de Primero «B» se confundieron en un emocionado abrazo.
La angustia y la impotencia del momento vivido determinó que apenas asistan a la recordación unos 18 jóvenes sobre los 29 que ese día debieron tirarse al piso para evitar los proyectiles asesinos. Los directos involucrados y los allegados a los chicos asesinados optaron por el silencio cuando abandonaron la sede académica para dirigirse con la misma actitud marchando hacia el río. A la reservada columna se le sumó más gente con velas y pancartas, llegando así al millar de manifestantes.
Notas asociadas: El mural, un mensaje de vida y esperanza «Estamos reconstruyendo la cotidianidad» Pablo y Rodrigo con Solá
Notas asociadas: El mural, un mensaje de vida y esperanza «Estamos reconstruyendo la cotidianidad» Pablo y Rodrigo con Solá
CARMEN DE PATAGONES (AV)- La comunidad maragata recordó en medio de una profunda congoja a las víctimas de la masacre de la escuela media Nº 2 Islas Malvinas cuando justo un año atrás un alumno asesinó a balazos a tres de sus compañeros e hirió a otros cinco. Los nombres de Evangelina Miranda, Sandra Núñez y Federico Ponce estuvieron presentes en cada pared, en cada oración, en las solapas de sus compañeros y en el mural descubierto en el ingreso al edificio por donde el 28 de setiembre de 2004 fueron retirados en camilla bañados en sangre por las balas de una pistola nueve milímetros que empuñó su compañero "Júnior".
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios