Un empate a pedir de Argentina
El 1-1 entre Inglaterra y Suecia le da cierta tranquilidad al conjunto "albiceleste".
SAITAMA, Japón (Télam).- Inglaterra y Suecia empataron 1-1 en la ciudad japonesa de Saitama, en el debut de ambos en el grupo F del Mundial que es encabezado en exclusividad por Argentina con tres unidades tras su victoria sobre Nigeria.
Inglaterra se puso en ventaja a los 23 minutos del primer tiempo por intermedio de un cabezazo de Sol Campbell, pero Suecia igualó a los 14 del segundo a través de Niclas Alexandersson.
En los primeros minutos el juego fue intrascendente y se caracterizó por la impotencia de Inglaterra para chocar permanentemente con la zaga sueca, mientras las escasas intentonas de estos se clausuraban en Campbell y Rio Ferdinand.
Y fue precisamente el moreno Campbell quien con un cabezazo perfecto batió a Hedman tras un córner desde la izquierda de David Beckham.
El defensor del Arsenal nunca había marcado jugando para su seleccionado y la oportunidad le llegó justamente en una Copa del Mundo.
El gol hacía justicia hasta entonces, porque Inglaterra, sin ser mucho más, se movía mejor, era más ordenado e incisivo, mientras en Suecia sus figuras, Ljungberg y Larsson, se quedaban en aprontes.
Después de eso ya no hubo muchas opciones durante el resto del primer tiempo, apenas un centro que cabeceó mal Ferdinand y dos remates infructuosos de Allback.
Pero en el segundo tiempo Suecia tomó la iniciativa y el empate llegó tras un error de Ferdinand, quien con un despeje al medio, contrariamente a lo que indican los libros, habilitó a Alexandersson, quien disparó un fuerte zurdazo a media altura y dejó sin chances al arquero.
Y dos minutos después la «Foca» Seaman tuvo que reaccionar ante dos remates de Lucic, cuando ya un intrascendente Beckham había sido relevado y la noche parecía venírsele encima a los británicos.
Además, la magia de un desapercibido Michael Owen apenas apareció a los 24 minutos de la parte complementaria con una maniobra personal que terminó en la parte externa de la red.
La imagen final fue un desperdicio de Larsson tras una falla de la última línea inglesa, cuando su remate demasiado cruzado le impidió a los suecos asirse a la victoria.
Pero por lo menos se dieron el gusto de no ser vencidos por los ingleses tal como viene ocurriendo desde hace 34 años.
De todas maneras, y más allá de las contingencias de uno y otro, el empate le bien muy bien a la Argentina, que lidera en soledad el Grupo F, con tres unidades.
De ovación a un frío aplauso
SAITAMA, Japón (DPA).- David Beckham estaba en todas partes y tenía todos los rostros. A veces japonés, a veces británico, a veces niño, a veces incluso mujer, el nombre del «Spice Boy» se repartía entre los aficionados que se uniformaban con su camiseta número siete.
Pero la «Beckhammanía» fue sólo fuera de la cancha. La enorme ovación que estremeció a Saitama cuando su nombre fue anunciado por los altavoces antes del partido se convirtió en tímidos aplausos y hasta algún reproche cuando el técnico Sven Goran Eriksson lo cambió a los 63 minutos. Eso, a pesar de que lanzó el centro preciso que derivó en gol.
El ídolo se puso como siempre en su zona derecha, pero aportó menos de lo que acostumbra. Hizo alguna jugada aislada aplaudida con exageración, pero quizás la lesión que incluso estuvo cerca de dejarlo sin Mundial lo tiene todavía fuera de forma.
Beckham tuvo su contraparte sueco, aunque en menor dimensión. Los suecos en el estadio -menos que los ingleses- y los japoneses que los apoyaban -también menos que los que apoyaban a los ingleses- agotaron la camiseta número nueve de Fredrik Ljumberg, el versátil volante del Arsenal inglés.
Pero Ljumberg tampoco se lució. Su actuación fue más bien discreta, aunque ayudó en el repunte de su equipo en el segundo tiempo. Curiosamente, las dos estrellas encontraron constantemente sus peinados estrafalarios en la zona derecha inglesa. Unas veces ganó uno, otras el otro, pero siempre en acciones intrascendentes.
La gente llegó hasta Saitama para aplaudir a Beckham y Ljumberg y terminó aplaudiendo a Sol Campbell, el poderoso defensor británico que no sólo hizo respetar su zona, sino que además marcó un gol. E incluso llegó a aplaudir más a Olof Mellberg, tosco defensor sueco que resolvía pateando hacia la tribuna.
Pero a los ídolos siempre les queda la oportunidad de la revancha. Y seguramente, los dos la buscarán en el próximo partido.
«Fue un resultado lógico»
El técnico de Inglaterra, Sven Goran Eriksson, no pudo ocultar su desencanto por el empate ante Suecia y afirmó que «atravieso sensaciones contradictorias porque tuvimos chances para anotar, pero no jugamos bien en la segunda parte».
«Espero que contra Argentina podamos hacer un poco más de lo realizado en los primeros 45 minutos. Considero que en la primera mitad fuimos mejores, pero luego nos quitaron la pelota y no supimos revertirlo», reconoció el sueco.
El entrenador afirmó que «el empate debe considerarse como un resultado lógico, ya que nosotros pudimos haber anotado el segundo gol, pero Suecia fue superior en el juego».
«A veces uno comete errores. Pero la historia pudo haber sido otra si anotábamos el segundo gol», excusó Eriksson al defensor Danny Mills, quien falló en el empate sueco.
Por último, explicó que retiró a David Beckham «porque estaba cansado. Tienen que comprender. Fue su primer partido en siete u ocho semanas. Lo mejor para él era salir». (ANSA)
SAITAMA, Japón (Télam).- Inglaterra y Suecia empataron 1-1 en la ciudad japonesa de Saitama, en el debut de ambos en el grupo F del Mundial que es encabezado en exclusividad por Argentina con tres unidades tras su victoria sobre Nigeria.
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