Un escándalo ahonda la crisis francesa

El jefe de gobierno, Villepin, fue acusado de implicar a rival en un falso caso de corrupción.

PARíS (AFP/DPA) – Un escándalo de corrupción hace tambalear al gobierno francés, ya golpeado por la reciente ola de protestas sociales contra su cuestionada reforma laboral. Ahora, el primer ministro francés, Dominique de Villepin, está acusado de liderar un montaje de los servicios secretos destinado a involucrar a su rival Nicolas Sarkozy en una falsa trama de corrupción, en el ya denominado escándalo Clearstream.

Desde la oposición, los gritos que piden una dimisión del primer ministro francés son cada vez más altos. «Es una constatación del desmoronamiento del sistema de Chirac. Es el final de un sistema sin ética. Ha llegado el momento de poner punto y final», dijo la popular socialista y posible candidata a la presidencia Ségolène Royal, al dominical francés «Le Journal du Dimanche».

El escándalo comenzó en 2004 cuando un informante acusó en falso a varios políticos, entre ellos el ministro de Interior, Nicolas Sarkozy, de tener cuentas secretas en el extranjero donde cobraron comisiones gracias a la sociedad francesa Clearstream, con sede en Luxemburgo, uno de los paraísos fiscales de la Unión Europea.

El viernes, el escándalo revivió con la publicación en el vespertino Le Monde de declaraciones del ex número uno de los servicios de inteligencia franceses, Philippe Rondot. Según el diario, Rondot dijo que en una reunión en enero de 2004 Villepin, entonces ministro de Interior, mencionó a Sarkozy en una investigación confidencial para verificar las acusaciones del informante. El diario desliza la sospecha de que Villepin realizó estas afirmaciones para dañar a Sarkozy.

El sábado, el general Rondot tuvo que desmentir en varios medios de comunicación que le hubieran encargado investigar a al primer ministro, rival de Villepin en las presidenciales del próximo año.

En vista de la exigencia de la oposición de que dimita el primer ministro francés, Dominique de Villepin, en el partido gubernamental UMP surge cada vez más alta la petición de que el presidente del país, Jacques Chirac, intervenga en el escándalo de Clearstream. «Chirac debe asumir el asunto» y dar «a los franceses la oportunidad de volver a confiar en él», dijo el diputado del UMP Dominique Paille. Diputados socialistas exigieron una comisión de investigación. Desde el Palacio del Eliseo se dijo que no se plantea la cuestión de una dimisión de Villepin.

La reputación política de Villepin está su punto más bajo. Según una encuesta del instituto LH2 sólo el 20% está de acuerdo con su política, mientras que el 71% se muestra en contra. En cuatro meses, la aprobación de Villepin ha caído en 29 puntos porcentuales.


PARíS (AFP/DPA) - Un escándalo de corrupción hace tambalear al gobierno francés, ya golpeado por la reciente ola de protestas sociales contra su cuestionada reforma laboral. Ahora, el primer ministro francés, Dominique de Villepin, está acusado de liderar un montaje de los servicios secretos destinado a involucrar a su rival Nicolas Sarkozy en una falsa trama de corrupción, en el ya denominado escándalo Clearstream.

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